
No será una final de Champions como aquella noche de Amsterdam pero tiene buena pinta. Real Madrid y Juventus se verán hoy las caras en el Santiago Bernabéu con diferentes cosas en juego. Para los de Ancelotti, el partido queda un poco a mitad de camino entre lo que desean y lo que conviene. Con la Champions encarrilada, es probable que el Clásico condicione de algún modo el once madridista. Para la Juve la situación es muy distinta. El doble empate ante Copenhage y Galatasaray ha metido en un lío a una Vecchia Signora que, tras lo de Florencia, llega en el momento más bajo de la era Conte. Chirría el modelo y se resiente la seguridad del proyecto. Cuando la cosa no fluye, los focos apuntan casi siempre al jefe, Andrea Pirlo, cuya figura marca (otra vez) la globalidad del análisis del choque.
Para los de Antonio Conte, el partido de esta noche en el Bernabéu es mucho más que importante
El Madrid viene creciendo. La convincente imagen ofrecida en la última jornada ha instalado al Real en un optimismo prudente. Uno de los aspectos más señalados dentro de la mejora madridista es la presencia de un mediocentro natural en el centro del campo. Asier Illarramendi continúa en fase de aprendizaje pero su aportación no se ha hecho esperar. Defensivamente mantiene la posición en todo momento y con balón, si bien ha de ir a más, supera sin duda las prestaciones de Khedira. A priori, la Juventus puede ser un buen rival para que el Madrid siga ganando sensaciones con el esférico.
El 3-5-2 de Conte tiene una pega clara: condena a su equipo a una inferioridad numérica en la zona central. Los carrileros tienen funciones exteriores y no pueden renunciar a ellas porque entonces la Juve se quedaríaIsco en la derecha, una opción contra Pirlo sin nadie que abriese el campo. Para atacar este déficit, Ancelotti podría optar por una medida inédita hasta la fecha pero que creemos que merece ser comentada: Isco de extremo derecho. El andaluz lleva unas fechas algo pesado en la elaboración y el técnico italiano podría relajarle con una noche de exclusivo fútbol de ataque. ¿Por qué tiene sentido esta decisión? El motivo principal es Andrea Pirlo. Al mediocentro transalpino hay que buscarle entre líneas porque no es capaz de cerrar casi nada. Isco en el carril diestro siempre ha destacado por su gran interpretación del juego, por ser muy dado a recibir y dar continuidad a la circulación. Esto afectaría de forma positiva a Khedira (interior diestro), que encontraría un futbolista capaz de aguantar y soltar hacia las famosas rupturas del alemán. El otro beneficiado sería Modric (interior izquierdo), al que seguramente marcaría el intensísimo Arturo Vidal -que es duda-. Al croata le vendría bien que la Juventus mirara a la derecha para poder desprenderse de la vigilancia del chileno y empezar a jugar de cara.
En general, la opción de Isco vendría a reforzar el discurso asociativo que el Madrid debe plantear ante esta Juve. Marcelo, por ejemplo será más útil que nunca en los espacios interiores. Sorprender por fuera a los de Conte es complicado con sus “cinco” defensas (dos hombres cerca del pico del área) pero será difícil que Padoin o Isla sigan al brasileño si este se mete al centro. El Madrid ha de sobreexigir al trivote juventino. Además, el peaje defensivo que supondría cambiar a Isco por Di María se compensaría con la pareja Khedira-Arbeloa, élite en esos menesteres. Chiellini suele salir con la pelota… y hoy quizás más que nunca.
La Juventus, por sistema, presenta una inferioridad numérica en la zona central del mediocampo
Pirlo ya no es el mismo. Su lógica pérdida de nivel cada vez es más visible y tiene su reflejo en las actitudes de los entrenadores contrarios. Antes, marcar a Pirlo parecía una obligación, ya fuera al hombre o de forma mixta. Ahora no está tan claro. Si Ancelotti decide ir a por él, el Madrid podría variar ligeramente el dibujo de ¿Merece la pena ir a por Pirlo y dejar espacio al peligrosísimo Tévez?su centro del campo, pasando a un 2+1 en el que Khedira saliese a encimar al «21» (ahí es tremendo, como vimos en la etapa Mourinho), dejando atrás a Modric e Illarramendi en “doble pivote”. Si Pirlo no la toca, la Juve sufre, pues Vidal al pie no es tan creativo y Marchisio no baja a elaborar ni de casualidad –quedaría Pogba, con clase pero pelín verde en estos temas–. Ahí la Juve tira de las conducciones de Chiellini (Di María sería ideal para taparlo) o el balón largo de Bonucci. La calidad del juego desciende. ¿El peligro? El Madrid abriría una pequeña puerta a los turineses en el sector Marcelo-Modric, que además es el favorito de Tévez en las recepciones de espalda. El argentino es medio equipo y no es buena idea concederle huecos. Manteniendo la estructura de mediocentro + interiores (o sea, tres hombres) el Madrid ocupa mejor los espacios laterales pero a cambio pierde esa pieza contra Pirlo, al que habría que detener con líneas altas y presión colectiva. Por cierto, ahí sería importante la ayuda del “9”. Si es Morata se dejará la vida; al chaval le encanta presionar. Si es Benzema, el genio de Brescia gozará de algún metrito extra.
La verdad es que cualquier opción de triunfo italiano pasa por una actuación soberbia de Tévez. Su relevancia hoy es total. El Apache es el único jugador con auténtica velocidad en las filas visitantes, el único que asusta cuando corre. Llorente, que no anduvo mal el pasado sábado, podría ser una solución directa y simple, si bien a Fernando le puede quedar algo grande el partido por falta de ritmo. Claro que Vucinic, más rápido e incisivo, sale de lesión y tampoco es garantía. Ambos tendrán la obligación de hacer respirar a sus compañeros. La Juventus ha visto mermada su profundidad sin Lichtsteiner, su carrilero más punzante y agresivo. Asamoah, su homólogo en la izquierda, es más de pedirla en estático. Por último, tanto Tévez como “Llorente” deberán colaborar en fase defensiva. Se prevé que ambos intenten dificultar la salida a Illarramendi, obligando a Modric a bajar mucho. Ahí vuelve a surgir Marcelo. Si desborda a su par (lo hará, siempre lo hace) el Madrid comenzará a jugar. La posición de los delanteros podría no ser el único ajuste de Conte para paliar su inferioridad en el medio. Se nos ocurre otro, aunque no es demasiado habitual.
Parece improbable que la Juventus saque algo del Bernabéu si no cuenta con un inspiradísimo Tévez
Viendo que Quagliarella, Vucinic y Llorente ofrecen dudas por motivos varios, el vigente campeón de la Serie A podría sacrificar un atacante y reforzar la zona central con la entrada de Pogba. Así, Marchisio pasaría a jugar de segundo punta (podría dedicarse a lo que realmente le gusta, llegar y rematar) y Tévez arriba, en plan llanero solitario. Mejor protección a Pirlo no puede montar Conte.
A estas alturas todavía quedarían varios puntos por analizar: cómo defenderán los tres centrales los apoyos de Cristiano Ronaldo, el peso de Bale en los minutos que disponga o incluso ese duelo Casillas-Buffon, otrora legendario y hoy algo venido a menos. Para todo esto y lo que se les ocurra, ya saben, está el debate en comentarios. Madrid-Juventus. Siempre partidazo.
donmarcelobielsa 23 octubre, 2013
@ David
Brillante análisis, David. Para variar ^^
Mi impresión es que el que se va a quedar fuera es Isco. No sé. Por más importante que sea, en el medio seguramente jueguen Modric, Illarra y Khedira, y arriba ya dijo Carletto que iba a estar Benzemá. No se si llega bien Bale, pero aún así creo que Di María tendría más posibilidades de jugar en el extremo que el malagueño.
Ojo, si juega Pepe, a la intensidad de Tevez en defensa.