En una buena tarde, Di María es un crack. Nacido en la ya mítica Rosario, su cuerpo iba a gozar de todas las bendiciones sudamericanas: elástico y flexible, sus extremidades perdían la forma a conciencia en busca del engaño. Dotado para correr sin descanso, Di María representa la figura del gambeteador, ese que desparrama rivales a golpe de cadera. Por todo esto, el desequilibrio es su virtud más evidente, la que resume su fútbol y que conecta directamente con su principal carencia: la precipitación. En efecto, el Fideo es un jugador apresurado, por momentos sobreexcitado e incapaz de pararse. Se dice de él que no sabe leer el juego. ¿Es así? En opinión de sus diferentes técnicos, no.
Di María se da a conocer en Europa en el Benfica. Allí formará parte de un equipo notable en el que destacará como extremo izquierdo. Su facilidad para encarar y su juventud le llevan a un juego tan simple como efectivo: regate y más regate. Fruto de su buen hacer, el Real Madrid lo ficha en la temporada 2010-2011. Con José Mourinho, el argentino dará un salto cualitativo en lo mental; aprende a defender y endurece su piel competitiva. No obstante, el cambio a la banda derecha (en la izquierda juega Cristiano Ronaldo) y la idea colectiva confunden a veces al futbolista. Pese a todo, Mou hace de él una pieza deseable para cualquier entrenador.
Pese a sus defectos, Di María es adorado por todos sus técnicos
Sabella es de libreto reservón. Su gran talento es construir estructuras defensivas sólidas y disciplinadas. Nada más aterrizar en el banquillo de la Selección, sus dos primeras medidas fueron hacer capitán aDi María es vital para Sabella Leo Messi y elogiar a Di María. Ángel representaba el extremo ideal en su idea original: un 4-4-2 muy rígido y replegado. En él, DiMa encajaba como un guante: sin balón haría trabajo de doble lateral y con él abriría el campo cuando tocase. Y siempre cerquita de Leo. El problema estaba en la otra banda. Pachorra necesitaba “otro Di María” y Argentina no se lo ofrecía. Al hecho de no poder encontrar una réplica del Fideo se irían sumando otros condicionantes: el gusto de Messi por jugar con dos puntas, la lentitud del doble pivote Gago-Mascherano a la hora de pensar y lo duro que resultaba privarse de la calidad de Agüero e Higuaín. Sabella tuvo que mover ficha: Di María cambiaba de posición.
Así pues, Di María pasó a jugar de centrocampista en la Selección. De puro centrocampista, algo que chocaba enormemente con su frenesí diario en el Real Madrid. Parecía un locura en aquellos días pero el invento estaba funcionando. Sin la pelota Di María multiplicabaDi María son dos puestos en uno esfuerzos para compensar la presencia de tres delanteros, pero lo más llamativo estaba en la responsabilidad creativa. De entrada, Angelito es el medio argentino que presenta más garantías de cara a conservar la bola. Su reubicación le añade responsabilidad y su habilidad hace el resto. Di María rara vez la pierde. Además, su recorrido es tal que consigue llegar a línea de fondo incluso partiendo desde más atrás. DiMa logra doblar a Messi, metiendo al Kun en el área. El gol a Uruguay es el mejor ejemplo de cómo el madridista desata el brutal potencial ofensivo de la albiceleste en las acciones verticales.
El Fideo Di María es la llave para llegar con vida a Leo Messi
En estático, el rol del Di María centrocampista también es clave. Como decíamos, uno de los objetivos primordiales es liberar a Messi de la total obligación de generar la primera ventaja de su equipo. Esa función es compartida. Al jugar en una posición más centrada, Di María “choca” a menudo con Leo, una sociedad de la que salen paredes definitivas. En este punto, alguien podrá objetar: “bueno, Argentina es un conjunto de contragolpe. En uno de toque habría que verle”. Es cierto que el deseo de correr de los de Sabella ayuda al Fideo a no reflexionar demasiado, pero no hay que olvidar que Ancelotti ya le ha probado como interior izquierdo en esta pretemporada y las sensaciones han sido buenas. Sin el deber de ser tan vertical y metido en su banda natural, Di María parece un jugador más sobrio. Carletto confirmó su voluntad de retenerle y parece encantado con él. A Sabella no hace falta preguntarle; es su gran amor.
Kityou 15 agosto, 2013
Disto bastante de esta opinión sobre Angelito. Tiene condiciones espectaculares, pero no me gusta para nada su fútbol, y como madridista me desespera una y otra vez. De acuerdo en su facilidad para el regate, de acuerdo en su despliegue, y en que tiene un excelente toque de balón y una velocidad y resistencia increíbles, pero creo que no lee bien el juego. Considero que los entrenadores lo ven en el 1er entreno y dicen… uf! con un par de consejos y charlas lo convierto en el jugador perfecto para cualquier sistema. Y no les falta razón, es el jugador comodín por excelencia, pero no llega a la excelencia en ninguna de las posiciones, simplemente, porque para mí, es un jugador tremendamente precipitado.
Si juega por izquierda actuará como extremo clásico y hará grandes actuaciones, pero no será decisivo. Si juega por derecha intentará lo mismo que por la izquierda pero sin salida al exterior por su principal y grandísimo defecto (la pierna mala) y cuando busca desbordar por dentro encuentra muchas más piernas, y cuando las supera u opta por el disparo o por el centro tocadito, sin reparar en que igual hay opciones mejores. Y si juega en el medio como interior de un rombo, se convierte en una auténtica lotería. Si tiene el día esa lotería te permite deshacerte de líneas defensivas con facilidad gracias a su desborde y su buen toque, pero todos sabemos que que te toque la "pedrea" es relativamente sencillo, lo difícil es que te toque el gordo (los Bayern, Barcelona, Manchesters, Brasil, Alemania, España, etc…) y ahí ante jugadores de super élite sus enormes virtudes sin cabeza no tienen el efecto deseado. Además, su despliegue físico va acompañada de la misma locura, y en un equipo de Bielsa sería super útil, pero con muchos otros entrenadores parece el centro del rondo de entrenamiento.
Creo que dejo claro porque Dima no me gusta. Aunque reconozco que es un gran jugador, pero creo que le falta "inteligencia" para aprender a manejar las virtudes que posee.