El ecuatoriano y el marfileño sostenían la fase ofensiva del Levante dando espacio y tiempo a la segunda línea cuando la transición no permitía avanzar. Y esto Martins, que no protege mal la pelota, no puede hacerlo. Tampoco tiene el nigeriano el talento aéreo de sus antecesores, que permitían continuidad por arriba y por abajo. Y eso penaliza la propuesta de JIM, que se ahoga cuando la intensidad del rival le niega la transición, como ayer hizo Osasuna, y no dispone de referencia aérea para jugar directo y buscar la segunda jugada. Para encontrar la transición y la continuidad de Koné en el Reyno JIM necesitó dos jugadores, Martins y Gekas, una elección cuyo coste de oportunidad, Diop, resulta demasiado caro.
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@migquintana 1 octubre, 2012
Menos mal que Felipe es buen amigo y no voy a pedir derechos de autor, pero la ley matemática que titula la columna la propugnó un servidor cuando se me cayó una manzana de un árbol. ¿O eso le pasó a Adan y Eva? En fin, es que la cuestión parece bastante simple en ese sentido y, en realidad, como anticipa Felipe, no lo es. Martins te va a aportar ruptura, metros ganados en la individual y cierta cuota de peligro, pero el juego de espaldas, apoyos y los consiguientes metros ganados por el colectivo no están en su libreto. Sí en el de Gekas, no de una forma tan brutal como en la de Koné, pero lo cierto es que es un jugador que puede dar muy buenas prestaciones en ese sentido. ¿La solución pasa por alinear a los dos? Lo dudo y más si Juanlu sigue en buena forma. ¿De ser así el sacrificado debería ser Diop? Lo dudo por completo. Ahí hay trabajo que hacer, que en el fútbol juegan once y no doce como le gustaría a JIM.
Por otro lado, ayer no pude ver más que la primera media hora del partido del Reyno, pero sí que me imaginaba ganando a Osasuna porque ese punto que llevaba no hacía justicia a las sensaciones que estaba transmitiendo. Y ojo que lo mismo se puede decir del Levante, sus 7 puntos son un buen aval competitivo pero en cuanto a lo futbolístico aún hay muchas cosas que ajustar.