El Levante es maravilloso. Lo decimos cada semana tras cada uno de sus partidos, pero se nos acaba olvidando a los 7 días y vuelve a sorprendernos cuando le vemos jugar. Entiendo que esto es así porque no terminamos de creérnoslo, en un acto de pura injusticia por lo que nos toca. Ayer puso contra las cuerdas a un Barcelona que, fuera de casa, parece estar encomendado a su extraordinaria capacidad de sufrimiento y el punch del mejor jugador del mundo. Por enésima vez, fue Messi y solo Messi el motivo del triunfo de su equipo. Aunque en esta ocasión quizás la lectura es la más triste posible para Pep Guardiola. Recibió una pésima noticia sin marcha atrás.
Xavi está KO. Llevamos mucho tiempo hablando de él, describiendo su situación y esperando su respuesta. Estamos a 5 jornadas del final de Liga, a 9 partidos del final de la temporada, y parece que ya sí queSe reconfirmó que Xavi ya no es un objeto de dominio se puede sentenciar que el pequeño genio catalán está para poco. Ayer el Levante le regaló todo lo que él sueña. Replegó a tope, renunció a cualquier tipo de presión a media altura y ya no digamos a cancha entera, y planteó esa defensa técnica flotante que tanto le caracteriza. Es decir, a Xavi se le permitía recibir y situar la base de operaciones casi en la frontal del área rival, y una vez allí tenía tiempo y espacio para maniobrar lo que quisiese, porque nadie iba a entrarle. Pues a pesar de la soñada coyuntura, fue sustituido al minuto 45 por inoperancia. Puede marcar goles o servirlos en bandeja, pero cualquier peso crucial en el discurso ante Chelsea, Bayern o Madrid sería un milagro sólo interpretable desde la grandeza del futbolista. De verdad, no está para ello.
Con Xavi fuera de juego, el Levante esquivaba la parte de su plan que le condenaba a la derrota, y a su vez otorgaba sentido a la que sí que le daba opciones, la citada defensa técnica flotante. Se ha demostradoSin Xavi, flotar al Barça sólo tiene ventajas. Sin peajes. en más de una situación que es la mejor manera de defender a Messi y, por consiguiente, al FC Barcelona. Básicamente, el secreto está en no entrarle. En centrar la atención en el taponamiento de todas las líneas de pase disponibles a la vez que se evita que el conductor avance. Está claro que esto es una tortura psicológica, porque se carece de cualquier opción de robo y eso irrita, pero así se lastran los recursos ofensivos más productivos del Barça: El regate de Messi y las paredes en tres cuartos. En el único error defensivo de Cabral en el encuentro, en la única vez en la que salió a buscar a Messi en vez de esperarlo, el astro se apoyó en Alexis, halló opción de disparo y empató el choque. Durante el resto de la noche, la actuación de Ballesteros -crack-, Juanfran, Xavi Torres, Iborra y compañía fue, sencillamente, perfecta.
La entrada de Cuenca fue la ratificación de que el Levante era y sería el dueño del guión.
Los éxitos parciales del Levante habían llevado todo el caudal ofensivo culé hacia los costados. O sea, la perfecta defensa interior obligaba al oponente a abrir hacia unas bandas que ocupó durante todo el choque, y una vez la bola se acercaba a la cal, Torres y Botelho o Iborra y Valdo cerraban la línea de pase hacia atrás, forzando el centro. Chocó que Pep admitiese tan pronto que el Levante había ganado la partida -que no el partido-, porque todas las medidas adoptadas fueron para reforzar el plan que Martínez le había impuesto, no para cambiarlo. Lo primero fue ganar presencia en el área con Alexis, que había arrancado en banda derecha. Lo segundo, meter al mejor jugador de la plantilla recibiendo en seco y sin espacio en el costado, Cuenca, buscando más productividad directa que indirecta, como habitualmente sucede con los extremos culés. ¿Por qué Isaac en lugar de Tello? Porque no había metros entre el lateral y la línea de fondo para que el velocista se echase el balón. ¿Le salió bien a Guardiola? Ganó el partido, así que sí. Llevo semanas intuyendo y días asumiendo que ni él ni su máximo rival aspiran ya a más en esta liga.
@SharkGutierrez 15 abril, 2012
Pienso que Martínez supo defender el espacio. Generó superioridad defensiva en todo momento, tapó líneas de pase y eso obligó a tirar de Cuenca…y de Iniesta. Creo que Andrés ayer, fue clave. Eso liberó a Messi de llevar el peso ofensivo, como lo hace en Argentina. Dejó ese peso a Andrés, y Thiago sustiyó a Xavi. Cambio de roles: Thiago haciendo de Iniesta, Andrés de Xavi. De ahí que le saliera bien. Al Barça, le encanta generar por dentro y crear espacios por fuera. Pero no aprovechó por fuera porque tampoco tenía jugadores encaradores en el once titular. Cuenca sí lo es y eso hace abrirse más al Levante, más atención.
Dicho esto, Alexis (una vez más y que poco me gusta repetirme), es un jugador hecho para jugar con espacios, con contragolpe…readaptado como 2º punta en Udinese y en Chile, perdiendo cierto desborde en seco…generando mucho más al contragolpe.