Si hacemos un rápido balance de las últimas dos temporadas de la Premier encontramos que el Tottenham de Mauricio Pochettino es el equipo que más encuentros ganó (45), que más puntos sumó (156), que más goles marcó (155) y que menos encajó (61). Sin embargo, como todos ya sabemos, el Tottenham no ha ganado ningún título.
La confrontación de estas dos realidades, además, ha generado un debate muy recurrente en la órbita del conjunto londinense: ¿Se le ha pasado su momento al Tottenham? ¿Ha perdido la oportunidad de culminar un ciclo con un triunfo tan inesperado como deseado?
El vacío de poder que viene viviendo la Premier League desde que se fuera Sir Alex Ferguson ha abaratado el título final, no hay duda, pero da la sensación de que este impasse está cerca de acabar. Que es una cuestión de tiempo. Y que por tanto la del Tottenham es una carrera a contrarreloj contra lo inevitable. Además, a todo esto se le une un mercado de fichajes donde mientras todos los rivales parecen haber salido entre bastante y muy reforzados (con la duda del Chelsea), los Spurs todavía no han realizado ni un movimiento.
Mauricio Pochettino: «Es importante entender ahora que necesitamos ser claros e inteligentes a la hora de manejar las expectativas y de meter presión a nuestros propios jugadores».
A raíz de esto Pochettino siempre ha dicho que sus aficionados saben que no pueden pelear contra el Chelsea o los equipos de Manchester. Que sus expectativas son otras. En todo caso, es tan cierto que estos dos últimos años han sido dos oportunidades no aprovechadas del todo como que cada día que ha pasado el Tottenham ha demostrado ser mejor equipo a todos los niveles. Y esto es normal. Su ciclo comenzó pronto, teniendo al equipo más insultantemente joven de la Premier League, y desde entonces no ha transmitido ninguna sensación de agotamiento, sino lo contrario. Los números así lo muestran. Existe evolución tanto en regularidad (64-70-86 puntos) como en competitividad ante el top-6 (8-14-15).
En estos dos cursos ha crecido el equipo (manejando mejor los ritmos, eligiendo qué riegos eran necesarios asumir y adaptándose a los diversos contextos) pero también los jugadores (ganando en control, mejorando mucho en las áreas y marcando más diferencias individuales). El paso a la defensa de tres del año pasado exhibió esto de una forma conjunta. Se comprobó, por ejemplo, como Eric Dier cada vez entiende mejor cada parcela del campo que pisa, pero también como Eriksen ya está preparado para gestionar y canalizar el juego del Tottenham. Así, con este update, los dos grandes debes de los Spurs en la 15/16, el de jugar en posicional y el de la transición defensiva, quedaron solventados. La Champions demostró que por concepción el Tottenham dista de ser un equipo perfecto para competir en Europa, pero en clave Premier nadie, ni siquiera el Chelsea de Conte, simbolizó más que el Tottenham lo que debe ser un buen equipo de fútbol. Entonces, ¿ahora qué?
Mauricio Pochettino: «Cada año tenemos que ser inteligentes para saber cómo traer más energía y así de paso conseguir que nuestros jugadores no se acomoden. Porque esto es normal en un ser humano. Si yo soy Dele Alli y cuando miro atrás no veo a nadie que me compita el puesto, hacer una o dos carreras da igual porque, a fin de cuentas, siempre voy a jugar de titular».
Recientemente el DT argentino confirmó que se había interesado por fichar a Álvaro Morata, pero que éste al recibir dicha propuesta se mostró muy contrario a la idea de partir como suplente de Harry Kane. Más allá del nombre en cuestión y de la propia posición en particular, la evidencia demuestra que para el Tottenham mejorar su once titular es una cuestión que no parece a su alcance y que, por tanto, se está centrando en otras cuestionas. Y es lógico, pues resulta complicado imaginar en clave Tottenham a un portero más solvente que Lloris, una pareja con más jerarquía que el Vertonghen-Alderweireld, un mediocentro más apropiado que Dier o una línea de mediapuntas con más pegada que la que ya forman Eriksen, Dele Alli y Son. La tarea para los Spurs está siendo otra en estos dos años. Mantener el bloque, apuntalar la rotación, ganar variantes tácticas, pulir a sus jóvenes talentos y crecer a nivel competitivo a partir de las experiencias ya vividas. Porque las oportunidades no se esperan, se crean. Y el Tottenham de Pochettino sigue en ello.
Foto: Stephen Pond/Getty Images
Oa22 12 agosto, 2017
Yo si creo que el momentum se termino, por logica. El problema del Tot en estas 2 temporadas ha sido la diferencia de calidad en el medio campo y la delantera. No hay nadie, además de Kane, que marque y en la línea de 3 MP o 2, dependiendo del esquema, les falta ese jugador de calidad, el Bale de la época de Vilas Boas.
Para mi ha sido el mejor equipo en estos 2 años, pero sin tener la calidad necesaria para competir. Les falta un jugador diferencial de verdad, el Crack. Para mi, tanto Ali como Kane, son unos complementos buenísimos pero que no llegan al nivel.
Chelsea-Hazard
ManU-Pogba
City- De Bruyne
Pool-Coutinho
Arsenal-Alexis
Son puede valer como 3/4 opción de banquillo, pero se queda corto como titular o jugador número 12.
Jansen no ha cuajado de momento.
Lamela es un jugador intermitente, puede valer como rotación, pero se queda corto para el plan A.
Con esto quiero decir que el Crack del Tot esta en el banquillo, las temporadas de Poche son buenisimas y cada año le da más y mas recursos al equipo, pero para poder dar ese último salto necesita fichar y si ya hasta Morata te rechaza…situación comprometida.