A pesar de que el Villarreal se quedó a medio camino en algunas cosas y que más bien fue ‘culpa’ blanca toda distancia, acortada y alargada en el marcador, el Real Madrid ya ha entrado por completo, hasta el último centímetro de talón, en la versión más asentada y competitiva de su potencial. Y lo ha hecho sin engrasar a Ronaldo en 2014 y con Alonso divagante y codificado. Más allá de su acierto y techo competitivo, el Madrid se organiza jugando. Hay equilibrio y, por lo tanto, patente sensación de seguridad. Y eso que ayer, sus dos primeras líneas, delantera y mediocampo, dieron trabajo a la línea defensiva, aunque no lo pareciera.
El Real Madrid de Ancelotti sigue en su buena línea competitiva
Con su 4-4-2 habitual, con dos puntas y dos líneas de cuatro, Marcelino García Toral ya demanda salida de 3, con Illarramendi en lugar de Alonso, y laterales abiertos y adelantados. Pero a Marcelino García Toral no le gustó la relajada mandíbula de sus hombres, superando los de Carlo, y sin dificultad, la tenue presión amarilla. Con Bale abierto, el Madrid ganaba línea de fondo con facilidad, sin necesidad de tener que subir a Carvajal a hacer el 2v2 o 2v1. No existía la ayuda y al galés se le concedía el paso natural de esa banda: que centrara con la diestra. Si se abre una puerta se ha de cerrar otra, y los castellonenses abrieron esa banda pero no cerraron el área, algo que a su entrenador no le agradó, error en el gol a un lado.
Algunas imprecisiones de Illarra, con y sin balón, comenzaron a trasladar el baricentro del partido hacia los dominios de Pepe y Ramos, que es como si no se trasladara nada. La primera línea de presión blanca ni era línea ni era de presión, así que la salida amarilla podía cimentar sobre el primer tercio de campo.Ni un destacado Bruno alteró a los madridistas Ahí entro en escena Bruno Soriano –mediocentro de los que alcanzan una altura enorme en el campo- que batió línea una y otra vez, superando la escasa atención de la línea de medios madridista. Encontraba a todos, una vez se abría a dos alturas con extremo y lateral y obligaba al Real a defender posicionalmente. Al Madrid, con 2-0 ya, no le suponía excesiva intranquilidad. Su dominio del último tramo de campo era tan incontestable, que no le suponía peligro que el Villarreal girara el segundo batallón. El tercero es el que vale y eso eran palabras mayores. Ni Gio ni Pereira tienen la capacidad de vencer, incluso en sus características combinaciones en banda, formando tijeras a un toque, a la pareja de zagueros blanca.
El Villarreal llegaba a tres cuartos. Ahí morían sus intentonas
Hay que destacar a Karim Benzema, siempre fuera de los focos, a la chita callando y tejiendo seda de mucha calidad. No la perdía y aparecía en el momento y metro preciso para que Modric bailara y Jesé cogiera la moto. Un creciente Di María terminó de unirse a los mejores minutos locales, que tuvieron respuesta en un magistral libre directo de Dos Santos. Con la entrada de Trigueros se sacudió tímidamente el submarino hasta que el francés puso el 4-2 final. Un Villarreal insuficiente; el Madrid de Carlo Ancelotti.
@DavidLeonRon 9 febrero, 2014
http://www.youtube.com/watch?v=LWXthEUvfZY
Jesé Da Souza Faria:p:p