En una hora de partido David Villa tocó el balón 16 veces, dio 4 pases buenos y chutó fuera del arco en una ocasión. Esa fue toda su aportación contra un Elche que, ordenado sobre un 4-4-2 simétrico, tuvo como mayor fuerte una gran defensa sobre ambas bandas. Fran Escribá leyó que el peligro rojiblanco viene de ahí, abrió a sus dos pivotes en ayudas muy largas a sus laterales y no le inquietó dejar el centro más desnudo. Así equilibró la pizarra ante el duro Atleti.
Koke y Turan se abren bastanteLas sociedades fetiche de Simeone son Filipe-Arda y Juanfran-Koke (o con los interiores cambiados), y aunque ha habido días, como el de Anoeta, en el que Koke y Arda han jugado casi de mediapuntas, contra repliegues férreos como el ilicitano los dos suelen recibir la pelota más abiertos. El nivel técnico del Atleti no sobresale; cuanto más abiertos están sus cerebros más espacio tienen y más fácil reciben y el Cholo los quiere muy activos. Les va bien así; tanto que Escribá condicionó su apuesta para pararlos. Ante estos retos es cuando el acompañante de Diego Costa debe dar el do de pecho en el carril central y ofrecer soluciones.
Carlos Sánchez no tiene la calidad defensiva que aparenta.
Animado por su impoluto ejercicio defensivo, en el segundo tiempo el Elche se soltó la melena, ganó metros y encontró a Carles Gil, que tuvo 15 minutos buenos y bonitos. Presto, Simeone quitó a Villa y puso a Raúl García como enganche. El navarro no es ningún virtuoso, pero su aporte es muy constante: corre, llega, choca y remata. En cualquier partido y sea cual sea el rival. Solo eso ya desbordó al pobre Rubén Pérez, al que Carlos Sánchez no hizo una sola ayuda. A La Roca no le importa que su compañero pivote esté ayudando en una banda; él no cierra el centro ni aunque se lo pidan por favor. Rubén capituló por pura exigencia. Simeone le dio la puntilla final con Adrián. Al tener más fuelle individual y más espacios que Arda, pisó la frontal más que el turco y conectó más con Diego Costa. En pocos minutos, partido listo.
Miranda neutralizó con clase al incomodísimo Ferran Corominas.
Es justo remarcar la actuación de Miranda, un jugador tan cercano a la excelencia semanal que recibe menos menciones de las que merece en este espacio. Resbalón aparte en un intento de anticipación, volvió a defender. A defender. No a robar balones a secas, que es a lo que cada día se dedican más centrales. Quizás el Atlético de Madrid tenga jugadores más importantes para su sistema, pero no tiene mejores futbolistas que su central derecho. Del mismo nivel, puede. Mejores, a día de hoy, ninguno. Y juega casi tan bonito como las jugadas a balón parado que diseña Diego Pablo son.
@DavidLeonRon 1 diciembre, 2013
El otro día mantenía una conversación con Arroyo y le preguntaba sobre el once ideal del Atlético de Madrid de cara a un partido "ante el Bayern de Munich". Como el 99% del once parece claro (habría dudas en Tiago o Mario, no más), la gran pregunta es: ¿Villa o Raúl García?
Su respuesta no la daré. La mía era Villa, pero cada vez dudo más. En el día a día liguero y sobre todo en casa, Villa te da mucho, pero no sé si fuera de casa el Guaje es más garantía que lo que te da Raúl García. Los dos pueden dar el mismo poco fútbol en un momento dado, pero Raúl te pelea y te suma atrás. Hace que el Atlético esté compuesto por once guerreros.