No pasaron tantas cosas como para justificar tal resultado (3-4) pero era jornada unificada en la Premier y parece que del efecto multipantalla se contagió, no sólo este Sunderland–Chelsea, sino todos los campos de Inglaterra. Luis Suárez jugó uno de los partidos de su vida, el Everton de ‘Bob’ Martínez ganó en Old Trafford por primera vez desde que existe la Premier League como competición y el Arsenal volvió a dejar minutos repletos de altruismo y esperanza.
Mourinho y el balón parado llevan ya tiempo desencontrados
En el Stadium of Light, los chicos de Gustavo Poyet se encontraron con un partido que a Jose Mourinho, a priori, no debería de hacerle mucha gracia. A tenor de las declaraciones postpartido del portugués, muchas cosas le gustaron pero no sabemos hasta qué punto el entrenador blue concilió bien el sueño durante la pasada noche. El Sunderland replegó, no tuvo mucho la pelota… pero marcó sus tres goles a balón parado. Mou terminó en sala de prensa diciendo que de “haber concedido dos córners más, pierden 5-4”.
Hazard estuvo extraordinarioEl Chelsea salió con un 4-2-3-1 de velocidad y trato de balón en sus tres mediapuntas: Willian, Mata, Hazard. Como le ha ocurrido en múltiples ocasiones, sobre todo en la etapa Di Matteo/Benítez, cuando la línea de ¾ tiene tal tendencia interior, el rival se encoje en ambos ejes, haciéndose corto y estrecho como bloque defensivo. Ante eso, Ivanovic y Azpilicueta se proyectaron más de lo habitual para hacer ancho el tapete, y Ramires y Lampard -partidazo-, doble pivote, dieron un paso más para apoyar la circulación entre costados. Y pese a que el primer golpe lo dio Altidore tras el rechace de una falta en la frontal, el Chelsea dominó la primera media hora.
Un gol de Lampard en posición de ‘9’, demarcación que sigue generando muchas cosas menos certezas, adjetivó lo que estaba sucediendo: el gol de Altidore había sido un susto entre muchos minutos de control. En paralelo, y en franca progresión hasta el pitido final, emergió el mejor Eden Hazard de estas primeras 14 jornadas de campeonato inglés. El belga, más allá de su irregularidad, rinde en dos contextos: en transición o abierto en banda izquierda. De esta segunda, el exLille se define como futbolista: un atacante puro. Nunca va a aparecer para ‘cocinar’ la jugada en zona de mediocentros ni va a ocupar el centro porque como mediapunta no tiene la habilidad de recibir cómodo en esas zonas, de ahí que su idoneidad en la Premier League se antojaba idílica tras su fichaje por los londinenses. Recibe de cara, marca el tempo y desequilibra. Espoleado por las dudas, respondió con un primer paso fulminante.
Hazard hizo los 90 minutos que su calidad puede ofrecer
La limitada calidad defensiva de los Black Cats quedó determinada en cada acción del joven belga, pero en la otra área no ocurrió precisamente lo contrario. Fallos de concentración, error en las marcas, falta de contundencia… un equipo que cuenta con Terry, Ivanovic, Cahill, Lampard, Torres o Cech no parece que pueda ser objeto de tres goles en acciones a balón parado. Lo fue y el partido estuvo abierto hasta el descuento. Pero Hazard pudo con la estrategia.
@DavidLeonRon 5 diciembre, 2013
¿Le tenéis fe a Hazard? Es decir, ¿creéis que llegará a ser el futbolista que a veces insinúa?
Yo no sé que me pasa con el Chelsea que estoy con una poca fe general….
Ver a Hazard me encanta, es un jugador tremendo cuando aprieta, pero me cuesta visualizar en él el crack futuro que por condiciones tendría que ser.