Si Neymar es más que Robinho, su equipo dispuso del balón el 66% del tiempo y al chico no se le pudo recriminar nada, ¿por qué el del Milan jugó mucho mejor que el culé? La respuesta a esta pregunta contiene la parte negativa del partido de los del Tata, que dio para hacer una mueca. No obstante, como en Pamplona, de haber habido que decidir un ganador a los puntos, sin duda éste hubiese sido el Barça, y eso (un martes) en San Siro denota un nivel colectivo serio.
Robinho y Kaká, a pedir de bocaDa la impresión de que los equipos grandes han planificado su calendario físico de forma distinta a un año normal. Brasil 2014 marca el fútbol y parece que los técnicos han respetado al futbolista, están tardando más en pillar el punto, y quizá por eso el bajo nivel generalizado que estamos viendo en casi todos los aspirantes a la Champions. El caso es que cuando uno se cansa, se le nota más en el segundo que en el primer tiempo, y como al Barça le protege la tenencia del balón y al otro no, los amigos de Xavi están yendo de menos a más en todos los encuentros. Allegri lo sabía y propuso un arranque eléctrico que le permitiera aprovechar su única superioridad: Kaká y Robinho tienen talento para regalar y el Barça defiende con sólo dos mentes: Gerard Piqué y Sergio Busquets.
En el Barça solo dos cerebros saben crear una ventaja defensiva.
Xavi e Iniesta no defendieronDefender no es lo mismo que robar un balón. Robar el balón sólo es una parte. Posicionarse para forzar un error, para parar a un rival y que un compañero se la quite, para proteger del posible fallo a un amigo o para borrar líneas de pase contrarias son artes que el gran defensa domina, como saber despejar un centro u orientar su cuerpo ante un 1×1. El Barça tiene un póker de jugadores que de manera sostenible no hacen nada sin balón (Messi, Neymar, Xavi e Iniesta) y un buen ramillete de ladrones (desde Alexis y Pedro hasta los súper hábiles Bartra y Mascherano), pero, sin Puyol, sólo Piqué y Busquets saben hacer de todo. Aprovechando que el empuje de sus compañeros consiguió nutrirlos con frecuencia en el inicio del choque, Robinho (que jugó de «9») y Kaká (de «11») sacaron partido de la limitación. Apoyos del primero que el Barça regalaba salvo anticipación milagrosa de Mascherano, unión con Kaká, éste esperaba y atraía para darle espacio a Binho y así una y otra vez. Dos tipos (dos genios) solos y el Barça en jaque. Y Piqué burlado pese a salvar goles.
Lo malo es que cuando el Barça ganó en control no redujo el peligro de la amenaza, sino su cadencia. Así resembró una duda que empezaba a mitigarse tras la goleada al Pucela e incluso la visita al CA Osasuna.
Leo Messi creó ventajas suficientes como para ganar el partido.
En cualquier caso, dijimos que ganó en control. Lo hizo sobre todo por el sector derecho, donde el potencial Dani Alves contra Kaká sedujo al Tata: mandó a Alexis a tirar diagonales a la espalda de los centrales para hacerlos retroceder y dio el carril a su lateral. La verdad es que no sacó demasiado rédito ofensivo, pero el mero acto de moverse dio pie a nuevos movimientos, y Messi caía ahí con mucha frecuencia para ver si, sin un tío en su chepa, podía arrancar una de sus conducciones y hacer la diferencia. Y bien que pudo hacerla, pues produjo suficiente para ganar. Más que el Milan de ahí al final, desde luego. Lo que ocurre es que no ganó y tampoco sorprendió la noticia, quizás porque vimos algo muy parecido a lo del año pasado: que solo Leo podía hacer algo. Que nada bueno podía salir de una bota que no fuese la zurda del «10». Y teniendo a Neymar, eso no parece correcto. El brasileño, que tras el retorno de Messi ha vuelto a hacer de Tello, quedó clavado en la banda izquierda sin ninguna libertad y muy desasistido. Todo el juego estaba en el sector opuesto. Neymar no pintó nada en San Siro. Su equipo no le dio importancia.
Sabemos que el crecimiento defensivo del Barça tiene un límite porque su calidad en el oficio es la que es, pero el fichaje de Neymar le otorga un techo ofensivo extremadamente superior que sólo estará al alcance si Martino busca un sistema que dé libertad al brasileño sin que Messi sienta invadido su espacio. Y ni siquiera el día en el que Leo más pisó la raya derecha, Neymar pudo pisar el centro alguna vez.
Pese a lo dicho, se insiste: el FC Barcelona volvió a ser objetivamente mejor que su adversario. Y esa es la radical tónica general.
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«Te lo prometo, Neymar»
NJosC 23 octubre, 2013
Vi a Messi acelerar en varias jugadas con mucha frescura. ¿A alguien más le dio esa impresión? En general me sorprendió porque me esperaba un Messi más pesado.
Por otra parte, Balotelli no tuvo mucho tiempo, pero a pesar de sus increíbles condiciones pare que no "sabe" que es lo que debería intentar hacer.