Un pequeño seguimiento al día a día del Galatasaray es suficiente para darse cuenta que estamos ante un club con grandeza. Si el nivel deportivo está a la altura de las exigencias, el cuadro turco pone todo lo demás. Su estadio palpita e influye en los partidos de una forma más propia del siglo pasado. En cada detalle se percibe un fuego especial. A reavivarlo contribuyó en gran medida el regreso de Fatih Terim al banquillo del Galata. Un vistazo rápido al palmarés sirve para entender el impacto del técnico en la sociedad: cuatro ligas consecutivas entre 1997 y 2000, a las que se sumaron dos Copas y el triunfo más brillante de la historia de la entidad: la Copa de la UEFA del año 2000, ante el Arsenal de Wenger. Terim abandonaba Turquía ese verano en calidad de mito, dejando la vitrina llena y un estigma de victoria impreso en la camiseta. La 2000-2001 los iba a emparejar hasta en tres ocasiones al Real Madrid de Figo, Raúl, Roberto Carlos, Casillas o Fernando Hierro. El saldo, sorprendente: dos victorias en tres partidos. En fútbol solo vale el ahora, pero no cabe duda de que haber conseguido una proeza incita a creer que otra es posible. Contra eso y el hipotético bajón anímico han de combatir los de Jose Mourinho. El Madrid superó algo más que la barrera de Octavos en Old Trafford y el cruce ante el Galatasaray es, se quiera o no, una desconexión. Por ahí comienza el peligro para los blancos.
Fatih Terim, más que un entrenador para un Galatasaray al que contribuyó a hacer más grande
El Real Madrid viene de sufrir ante un Manchester United cuya lectura táctica de la eliminatoria fue sobresaliente. Los de Ferguson realizaron un ejercicio de pragmatismo con una consigna clarísima: no arriesgar el balón. En 180 minutos de eliminatoria, el Real apenas sí pudo sacar algún beneficio de su calidad en la presión.Más flojo en agilidad y asociación que hace un año, Drogba todavía es crack en juego directo Van Persie fue el jugador capital de la idea de Sir Alex. Su pecho iba a ser el destino de todos los envíos largos del United. El holandés se impuso siempre a sus marcadores, generando segundas jugadas constantes que el Madrid no supo neutralizar. El Galatasaray ha repatriado para la Champions a Didier Drogba; quizás, el futbolista más determinante en estas acciones en la última década de Copa de Europa. Didier no es el de 2008, ni siquiera el de 2012: en gestos de desborde y agilidad anda pesado y desacertado. Nunca fue de seda, es cierto, pero hoy le cuesta especialmente. Dicho esto, su célebre espalda sigue siendo una muralla, un escudo de metal. Drogba continúa ganando pelotazos y lo que es más importante, transmitiendo temor en base a esa jugada. Los centrales del Madrid no conviven con el fútbol directo en nuestra Liga y afrontarlo de manera drástica les aturde. Mourinho está avisado y esta vez no puede limitarse a confiar en el duelo individual de sus centrales. El juego directo del Galatasaray tiene una serie de constantes: Drogba y Yilmaz permanecen juntitos en todo momento. Didier aquí no tiene problemas de movilidad, salta en cualquier zona. Cuando la bola llega al africano, el delantero turco se activa. Si Drogba prolongó, Yilmaz va al hueco como un loco. El escenario puede pesarle, pero la pasión y energía del número 17 es sorprendente. Atentos a él.
Si por el contrario, Drogba mató el balonazo, ahí aparece Sneijder. La posición de Wesley será clave en este análisis y la abordaremos más adelante. Viniendo desde la izquierda es como mejor interpreta el mecanismo; se aleja del lateral y filtra a la ruptura de Yilmaz o asienta el ataque de su equipoXabi, Khedira y Arbeloa han de vigilar de cerca a Sneijder en segundas jugadas de Drogba. ¿Qué debe hacer el Real Madrid? Hay mucho que mejorar. Ante el United, Khedira y Alonso cedieron demasiado espacio a sus espaldas y Kagawa, Welbeck y Rooney pudieron aprovechar la descarga de Van Persie. Anduvieron excesivamente separados de sus centrales. Aquí no parece necesario que Khedira y Alonso replieguen tanto, pues el Galatasary no carga la segunda jugada con tantos hombres (Altintop recoge pocos pases de Drogba). Además, el doble pivote del United no tiene intenciones creativas, mientras que Melo e Inan son gestores de juego en el conjunto turco y habrá que encimarlos. La solución pasa por una actitud “mixta” de sus mediocentros e, imprescindible, un talante más agresivo de sus laterales: Coentrao y Arbeloa han de estar muy concentrados. Si Sneijder parte desde fuera, Arbeloa puede seguirle; Álvaro es experto en ello. Coentrao trabajará sobre un Altintop que no se implica tanto en juego directo, pero no por ello tendrá una noche relajada: Yilmaz suele picar a la espalda del central que salta. Corrigiendo, Coentrao es fabuloso. Hará falta su capacidad de sufrimiento.
Con Drogba, Wesley Sneijder y Burak Yilmaz, el Galatasaray tiene gran potencial para el juego directo
Si con 35 años, el fichaje de Drogba tiene un puntito mediático innegable, el de Sneijder sí que ha sido el bombazo deportivo del mercado de invierno turco. Wesley es un centrocampista descomunal, un futbolistaAmrabat, que apunta al banquillo, es el mejor driblador del «Galata» que podría ser titular en cualquier equipo del mundo. Para el Galatasaray contar con el holandés es un lujo, pero eso no quita que su adaptación al sistema esté siendo complicada. En busca del máximo provecho, Terim ha probado a Sneijder en varias posiciones diferentes, alternando (exageradamente) el dibujo. El modelo 4-3-3 con Sneijder de interior izquierdo parece poco probable. En él, el tulipán entra en contacto permanente con el esférico, siendo el gestor del juego, algo que choca con su naturaleza. Aunque su fútbol es constante, Wesley no es un cerebro sino un “acelerador”. Mucha intervención le confunde. Esta opción táctica prescinde de uno de los pivotes habituales (Melo o Inan) y añade al habilidoso Amrabat en el extremo zurdo. Este chico merece una reseña, pues se trata del mejor driblador de toda la plantilla turca. Una pieza incisiva y agresiva en el regate. ¿La pega? Es exactamente el prototipo de jugador que Arbeloa neutraliza “con sencillez”, pues no obliga a tomar decisiones. Es un duelo directo; de enormes beneficios para el Galatasaray si sale vencedor, pero con boletos para perder.
El rol ideal de Sneijder tiene contraprestaciones, pero, si Terim quiere sacar lo mejor de Wesley, sabe exactamente dónde ubicarle. Desde la libertad de la banda izquierda, el ex del Inter transforma el 4-3-3 casi en un 4-4-2 en rombo. Es su sitio. Muy pocos (quizás solo Iniesta y Ozil) ejecutan como él ese movimientoPara Sneijder, el rombo es ideal; para su equipo es un sistema difícil de “aparición sorpresiva” entre líneas llegando desde fuera. Desde esa posición intermedia es imposible para Arbeloa evitar que reciba, así que el remedio ha de ser colectivo. Como en el Clásico de octubre frente a la aparición de Cesc/Iniesta desde el extremo, una línea defensiva muy alta es indispensable para que Sneijder no tenga tiempo de girar con comodidad. El holandés, eso sí, tiene el plus del pase vertical en décimas de segundo, con Yilmaz siempre pendiente del espacio en el lado débil. Está claro: es la demarcación de Wesley. No obstante, el Galatasaray paga peaje. En su propio equipo, figuras como Inan o el propio Yilmaz salen perjudicados. El mediocentro no está cómodo escoradito a la banda, como interior. Su fútbol pide estar desencadenado para tocarla por todos lados. Por su parte, a Yilmaz no le hace gracia tener que compensar la falta de referencias en banda. Se pierde algo de su naturaleza de delantero inquieto. Pese a ello, el gran inconveniente está en las concesiones defensivas. Atención a los gráficos que adjuntamos a continuación (CLICK AQUÍ). La vuelta ante el Schalke fue el mayor exponente de las carencias de Wesley como “diez” o falso extremo. Uchida y Farfán masacraron el costado izquierdo de los de Fatih Terim, obligando al técnico a reemplazar a Sneijder para colocar a Amrabat, una pieza fija en banda. Inan, simplemente correcto sin balón, no es suficiente para la fragilidad del Galatasaray en ese sector: ni Riera (lateral) ni –sobre todo– Nounkeu (central zurdo) tienen nivel defensivo para este encuentro.
Aunque el Galatasaray se abre en esos lugares, el Madrid está obligado a atacar en posicional mejor de lo que lo hizo ante el United. Tras la lesión de Di María en Old Trafford, Ferguson “olvidó” a Arbeloa, consciente de que ahí el madridista es limitado. Esta vez sí estará el Fideo, quien ha de centrarse más que nunca en abrir el campo y buscar el mano a mano con Riera. La superioridad individual es total. El Madrid debe cargar el ahí el juego; Ozil ha de mover a Melo e Higuaín caer mucho a banda, pues Nounkeu es insuficente saliendo fuera y defendiendo los apoyos. El Pipita parece ir reencontrándose con su juego. Su equipo agradece muchísimo sus apariciones cerca de la raya.
Sneijder, Riera y Nounkeu son la vía de escape para un Madrid que deberá usar bien la banda derecha
Queda claro que para Terim sería un éxito que Sneijder no tuviera que ir a banda a echar una mano. Sumar un efectivo en la defensa por dentro es lo soñado, pues ahí se gestan los goles. Sin embargo, hay un punto donde el Galatasaray está condenado a sufrir: la marca sobre En defensa posicional, Felipe Melo acostumbra a pegarse demasiado a los centralesXabi Alonso. Es posible que Sneijder 2006, aquel a quien llamaban el “Pitbull” en el Ajax, fuera un mediapunta idóneo para currar sobre el tolosarra; en 2013 seguro que no. Tampoco lo es el actual Drogba, ni Yilmaz. Venimos de emocionarnos con el alucinante invento de Ferguson con Welbeck. El inglés rozó la perfección sobre Alonso, pero sus condiciones físicas se prestaban a elegirle. Si Xabi recibe con oxígeno en el cerebro el Madrid asentará ataques posicionales; peligro para un Galatasaray que flojea en esta fase del juego. Felipe Melo, contundente en acciones de robo, tiende a pegarse demasiado a los centrales cuando los suyos defienden atrás. Pesa la falta de clase de sus zagueros: ni el mencionado Nounkeu, ni Kaya ni Gokhan Zan arreglan entuertos delante de sus ojos.
Cerrar con un pivote y dos interiores pegaditos que ayuden a las coberturas en banda contra Di María y por supuesto Ronaldo es lo que suena más lógico. Negar metros por dentro y añadir un escalón más que superar a CristianoEl sistema original del Galatasaray beneficia a todos menos a Sneijder tiene todo el sentido. Con todo, esta no ha sido la formación habitual del Galatasaray en la temporada. La distribución natural y que potencia a todos sus futbolistas (menos a Sneijder, la causa de la indefinición) es el 4-4-2 con doble pivote y dos delanteros sueltos. Aunque las diferencias no dejan de ser pequeños matices, todo es más natural: Inan y Melo van y vienen como les gusta y Altintop puede realizar su movimiento hacia dentro que le relaciona con la elaboración. Altintop siendo aprisionado por Alonso o Khedira carece de ritmo físico, pero escapando de Coentrao (o sea, jugando más próximo a la cal) tiene su relevancia. Arriba Yilmaz y Drogba pasan a ser puntas puros, lo que de verdad son. La ventaja madridista; la responsabilidad de Melo e Inan a la hora de acudir a tapar a los extremos. Melo tiene poderío para enturbiar (algo) a Cristiano pero Inan tardaría más en auxiliar a Riera, lo que podría ser fatal para ellos.
El 4-4-2 con doble pivote y referencias por fuera era el sistema pre-Wesley Sneijder
Como casi siempre, la pelota parada volverá a ser un activo fundamental en Champions. En ese aspecto, Madrid y Galatasaray parecen hermanos gemelos: son peligrosos a la hora de rematarlos (Sneijder es un gran lanzador) e inexplicablemente blandos a la hora de afrontarlos en contra. Un gol de corner hoy no es mala apuesta para aquellos que gusten de tentar a la suerte; justo lo que no deben hacer los de Mourinho ante un rival extraño; los turcos llegan sin un sistema de juego concreto y con muy poca jerarquía en defensa… pero por encima de todo, está el hecho de que este Galatasaray es un equipo de muchísimo corazón, kamikaze en situaciones límite. Un once capaz de remontar un 0-2 en 30 minutos y acabar 4-2 con su estadio rugiendo. Son un gran club.
letissier 3 abril, 2013
No tengo nada visto este Galata. En comparación con otras líneas del equipo, la defensa parece ser muy discreta no? Sobretodo en el eje, pareja de centrales parecen ser bastante flojitos, se puede poner las botas el Madrid. Supongo que será por eso que F Melo ayuda muchísimo a bajo y casi se incrusta entre ellos.