Jordi Alba era una obligación para el primer Barça de Tito Vilanova, un fichaje tan perfecto que el mundo lo dio por hecho antes de que la negociación comenzara, seguramente. La triste y dura baja de Abidal debía cubrirse con un lateral izquierdo de primer nivel, y el ex del Valencia CF se destacaba como la mejor oportunidad del mercado. Socialmente, canterano de La Masia e integrante de la exitosa Selección. En lo futbolístico, un activo muy coherente con el juego de posición y posesión al que, a su modo, tratará de dar continuidad el heredero de Guardiola. Además, Jordi se adapta como un guante a la última tendencia táctica del sistema culé, y se alza como una solución, o al menos una ayuda, para algunos de los problemas que ha sufrido el equipo a lo largo de la 2011/12.
Hay que recordar que, en el primer año del proyecto, Messi jugaba en la derecha, con Alves y Xavi, lo que hacía que el Barça se pasase el 80% del tiempo en aquel perfil. Tal factor condicionaba el sistema de todasEn 2009, el Pep Team le daba uso relativo al sector zurdo todas, pues la obsesión táctica era crear espacios en el saturado flanco y usar el otro para compensar cualquier magnitud del juego. Por ejemplo, en salida el Barcelona empezó mandando a Alves a línea de medios y formando un cierre de tres compuesto por Abidal, Puyol y Márquez. Siempre se iniciaba por Xavi. De hecho, Iniesta como interior nunca jugó más adelantado que en 2009. Los equipos crecen y de éste qué decir… el tiempo incorporó a Piqué al once titular y a Messi como «falso 9″, lo que derivó en un reparto de la influencia zonal más equitativo. En una decisión táctica vinculada, Abidal subió metros hasta equiparar su altura a la de Alves y los dos centrales se abrieron hacia sus respectivas rayas. No obstante, superada la salida, Abidal bajaba el escalón y formaba con Piqué y Márquez el cinturón de Víctor Valdés.
2010 fue un año confuso porque Ibrahimovic contagió su melancolía, así que hubo que esperar hasta 2011 para seguir viendo cambios. Desde el verano Guardiola trató de implementar la salida lavolpiana metiendo aEn la 2010/11, el rol del lateral zurdo modificó su esencia Busquets entre centrales, un movimiento que no cuajó y fue abandonado, pero que dejó una herencia a detallar. Que hubiese un cierre de tres (Piqué, Busquets y Puyol) del que Abidal no formaba parte no daba sitio a Eric para bajar enseguida. Tenía que quedarse en el ataque. Su adelantada posición se usó para estirar la recepción de Iniesta y para, desdoblándole, darle aire después. Además, desde ahí se contaba con él en transición defensiva del mismo modo que Alves llevaba pesando 20 meses, algo que funcionó porque protegió a Busquets de su lunar defensivo. Gustó tanto que Abidal no recuperó su rol pasado cuando a Busquets se le devolvió el suyo. Así, el cierre azulgrana pasó a ser de dos hombres, los centrales nada más, algo perpetuado hasta última día de Guardiola excepción hecha del famoso y fallido 3-4-3.
Jordi Alba supera a todos sus predecesores en adecuación al Barça y calidad individual.
Si obviamos factores abstractos en los que Abi sobresalió (positivismo y capacidad competitiva), Jordi Alba supera a suSobre el papel, el Barça verá una versión de Alba distinta a la de la Euro antecesor en todo lo que demanda el rol del que estamos hablando. Su timing no es peor que el de Eric, mide muy bien a qué altura debe estar en cada instante. Además, al dominio de la vertical añade el de la horizontal, donde sin ser Alves es capaz de sumar apoyos o diagonales fuera-dentro si la situación se presta. Con balón, en el Barça veremos algo más cercano a su versión ché que a su versión internacional. España, por sus rarezas, le invertía en profundidad y amplitud de manera radical, algo que desató su cara más excitante. En el Camp Nou no tendrá esos espacios, dará menos espectáculo, aunque a cambio se relacionará más con los circuitos de pases. Y sabe y puede, incluso sin margen de maniobra. Ese plus técnico hacía que Emery le pusiese por delante de Mathieu contra los rivales más replegados.
Por último, dos asuntos más concretos. En lo particular, es interesante valorarlo como extremo izquierdo siempre y cuando el 3-4-3 siguiese teniendo uso de la mano de Vilanova. Sin ser su posición ideal se antoja un recurso más creíble que los canteranos o Adriano para partidos de máxima exigencia. En lo general, su papel en la transición defensiva del equipo se antoja clave. El Barça ahí tiene un problema, no ha sabido asimilar tan bien como España la cuesta abajo de Xavi, y por momentos llegó a desangrarse. Necesita equilibrar su relación verticalidad/calidad de la pérdida. Jordi Alba, por calidad, intensidad y conceptos, es un jugador que ahí debe ofrecer un plus. En resumen, el impacto visual de su Eurocopa puede conllevar una ligera decepción inicial, es complicado que sostenga el brillo, pero el FC Barcelona ha cerrado una contratación intachable que dará mucho juego a Tito Vilanova… y a todos nosotros.
@rodrii_lf 7 julio, 2012
Ofensivamente casi seguro mejorará la aportación, pero en defensa…Para mi es casi imposible que supere el nivel de Abi en ese terreno. La seguridad que aportaba Abidal y su polivalencia,magnifico tanto de lateral como de central (ami me gustaba mas de central incluso) serán dificiles de olvidar.