Luuk de Jong es un rematador empedernido. El futbolista neerlandés será la punta de lanza del Sevilla FC de Julen Lopetegui. Y su habilidad dentro del área ya es la gran baza a explotar por la pizarra del guipuzcoano. Dentro del 4-3-3 con el que ha arrancado su aventura en Nervión, Lopetegui se está ocupando de dejar claro que la sinapsis entre las partes será mucho más fluida desde el lado izquierdo de su sistema. Con Reguilón en el lateral, quien desborda energía aun estando parado, con Banega como interior en dicho sector, quien construye la triangulación desde dentro, y con un extremo habilidoso en el pico del área, que en este caso está siendo Nolito, el Sevilla está orquestando el modo de que el balón, una vez cruce el medio, acabe siempre en el tejado del delantero centro.
Luuk de Jong maneja muy bien ambas piernas en zona de remate
Dicho lo cual, el ex del PSV es un futbolista que, haciendo uso de su envergadura, conoce el decálogo del ‘9’ referencia fuera del área. Con una destreza bastante lijada para tomar distancia con los centrales, ofrecer el desmarque de apoyo, poner el pecho o la cabeza y darle continuidad al juego con una descarga al primer toque, De Jong es bastante más que su remate en la zona caliente. Ese juego de espaldas, sin ir más lejos, debería darle al Sevilla una cuota de profundidad muy interesante en todos sus ataques. En escenarios más divididos, a la espera de unir todas las pistas que el de Asteasu está dejando, como en fases de dominio más posicional, que a buen seguro las tendrá, por la cantidad de hombres que está movilizando en el ataque (y tras cada pérdida).
Con una aptitud bastante pulcra para perfilarse de manera perpendicular generalmente con el primer palo, De Jong es un experto consumado para, sin perder nunca de vista la referencia esférico-portería, esquinar los remates en el área. Una cualidad que posee por alto, midiendo bien los tiempos del salto y de su giro de cuello, como en sus disparos. Resulta obvio, por todo ello, que el Sevilla deberá conseguir que De Jong viva cuanto más tiempo mejor dentro de su hábitat, incluso a través de cortas rupturas al espacio, aunque el neerlandés no es un delantero que destaque precisamente por su velocidad. Pues Reguilón, a través de su centro en carrera, si es que finalmente se asienta como lateral, y Banega, que puede filtrar ese tipo de asistencias al espacio, pueden tenerlo bien alimentado en el último tercio del campo. Pero no puede pasarse por encima que, con más o menos espacio, De Jong puede ser una mina para la segunda línea en el esquema del Sevilla.
Luuk de Jong es un futbolista con calidad para jugar fuera del área: con la pelota al pie, caracoleando, o devolviéndola al primer toque
El mapa, por ahora, está otorgándole a Jordán un rol más relacionado con la circulación que con la frontal del equipo rival. Ocampos, que será quien ataque desde el extremo derecho, es un futbolista que necesita más espacio que tiempo en todas sus acciones. Y por ahí también puede entenderse que el sistema, entendiéndolo como una suma de vínculos más que de un dibujo numérico como tal, pretenda dárselo desde su insistencia en el sector opuesto: el izquierdo. Es por ello que, con Ocampos rompiendo de manera vertical hacia dentro, y con Navas cogiendo línea de fondo por fuera, el interior de dicho sector, en este caso Joan Jordán, asuma una responsabilidad en cierto modo coherente con su naturaleza a la hora de agilizar el juego con el balón y destruirlo cuando se pierde. Una serie de tareas para las que De Jong también puede resultar muy útil para juntar al Sevilla en torno a los apoyos y accionar de cara a los Jordán, Ocampos y compañía.
AdrianBlanco_ 29 julio, 2019
El texto gira en torno a la figura de De Jong, y esa era la intención, pero qué bien suena lo de Reguilón en el Sevilla. Y con Lopetegui. Y más después de la última temporada de Escudero. Suena muy muy bien.