Cada vez va tomando más forma el proyecto de Julen Lopetegui, al menos desde el único punto que puede hacerlo ahora, conformando su plantilla para comenzar. El técnico vasco llega a Nervión dispuesto a encontrar su sitio, junto a un Monchi que ya ha cerrado varios movimientos, entre ellos el de Joan Jordán, una de las grandes sensaciones del último campeonato, uno de esos jugadores que parecen ir más allá del contexto que les toca vivir pero que además tienen la capacidad de lucirse bajo las necesidades del mismo. El ya centrocampista sevillista llega con lecciones aprendidas que tendrá que matizar pero con la posibilidad de ponerlas a disposición del sistema de Julen si un perfil como el Jordan del Eibar fuera necesario.
Como se está comprobando en el fútbol más reciente, está dejando huella un tipo de futbolista que se adapte constantemente a las necesidades del partido y de su posición. Habiendo cabida para todos, aunque el espacio de intervención y relevancia de los especialistas, salvo que sean los mejores en lo suyo, se ha reducido considerablemente, se está comprobando cómo la polivalencia no sólo es importante por la capacidad de ocupar varias posiciones sino por ejercer diferentes acciones dentro de una misma posición. De ahí que el movimiento realizado por el Sevilla, que jugará y presionará de manera muy distinta a lo hecho por la SD Eibar, sea igualmente acertadísimo.
Julen Lopetegui encontrará en Joan Jordan un 3×1
Por recordar y realzar el perfil de Jordan, cabe decir que el catalán no se circunscribe a una zona concreta, si no entendemos como zona concreta todo el carril central del campo, siendo un centrocampista de ritmo alto, de acciones precisas pero agresivas y que siempre acompaña las jugadas, no se presta para después quedarse pasivo si esta se ha alejado mucho de su radar. Para un equipo, como se espera de Lopetegui, que va a jugar con muchos hombres y bastante tiempo en campo rival, Jordan servirá como virtual comodín de casi todas las jugadas. Porque, como decimos, Joan Jordán, sin balón, puede presionarte incesantemente durante 20 minutos y después fijarse junto al pivote para darle tiempo a su equipo, habiéndose convertido en la locomotora armera en un jugador esencial en los momentos en los que el rival está comenzando a salir y no puede. Su resistencia física y su agresividad tras la pérdida aumentarán la versatilidad defensiva del mediocampo sevillista.
Entremezclando lo táctico con lo técnico, hay que destacar su increíble progresión con balón. No es un gestor ni un director de juego, pero ha mecanizado hasta el detalle sus envíos medios y largos, filtrando muchísimo a zona de mediapuntas, abriendo a un toque hacia la subida de los laterales o metiendo centro al área para verticalizar y abrir las defensas aunque el pase se falle. Si Lopetegui encuentra un gestor y/o un director, Jordán clavará su rol para dinamizar la posesión y, y aquí viene una virtud demoledora, producir goles llegando desde atrás o arrastrando marcas para liberar la mediapunta. Cuando el balón llegue a banda o circule cerca de la zona de remate, Jordan se convertirá en potencial creador de una ocasión. No es casualidad que en la temporada pasada se fuera a más de 20 goles producidos entre goles y asistencias, una verdadera locura para un centrocampista. Un fichaje que amplía la recámara hasta dejarla sin fondo.
AdrianBlanco_ 6 julio, 2019
Estoy muy de acuerdo con la exposición de Arroyo. Me gusta mucho la idea del 3×1. ¿Muy buen fichaje, no? 😀