En el Santiago Bernabéu disfrutamos de una divertidísima tarde de fútbol. El Real Madrid venció por cuatro goles a dos al Athletic Club en un choque de análisis complejo. Por primera vez, el cuadro de Zinedine Zidane no se pareció a lo que parece que quiere ser. Para el debate quedará si fue el Athletic quien forzó tal hecho o, por el contrario, fue el Real quien se ajustó a un partido y rival peculiares.
Y es que Zizou tenía muy claro qué oponente visitaba Chamartín. La presión alta e intensa del Athletic halló su réplica en la titularidad de Kovacic. El croata entró en el once por Isco pero no copió sus funciones. De hecho éstas ni se parecieron. Mateo no solo no jugó entre líneas sino que actuó tan abajo que en ocasiones parecía él el mediocentro, con Kroos y Modric abiertos casi como interiores. El objetivo de esta medida era sumar un hombre atrás para que el pressing vasco no surtiera efecto. Y funcionó especialmente bien, pues Kovacic, con sus giros y conducciones, trasladaba muy rápido la pelota arriba. El balón llegaba enseguida a Cristiano Ronaldo, que con tiempo y espacio destrozó a Etxeita, el central de su lado, obligado a cubrir demasiado terreno. Tres minutos y ya un golazo.
El 1-0 de Cristiano Ronaldo no calmó para nada el choque.
El Athletic sí llegó a AdurizPoco después empató el Athletic, y ahí entramos en la locura. Los equipos perdieron el equilibrio (o renunciaron a ello) y no hubo calma por ningún lado. En el Athletic, Beñat implicó a todos con sus pases, especialmente a los laterales, que llegaban sin repliegue defensivo madridista. Lo de Balenziaga y James fue especialmente llamativo, pues libraron un duelo espectacular cuando el colombiano atacaba y, sin embargo, muy pocas veces se daba cuando el lateral pasaba al ataque. El Athletic centraba y Aduriz se hacía visible, esta vez sin acierto.
CR7 estuvo muy abierto a bandaEl Madrid estaba sufriendo. No estaba transmitiendo una imagen dominante. Y, sin embargo, la victoria seguía pareciendo cercana. Muy cercana. Entre otras cosas, porque Kroos y Benzema hacían a su gusto. El alemán movía la pelota hacia los espacios vacíos y Karim, bestial en los apoyos, permitía las ofensivas de los suyos. El Real hilaba jugadas impresionantes difíciles de resistir, reflejadas en la inoperancia de un Iturraspe que naufragó estrepitosamente. Si con la pelota no se le vio, y esto resulta decepcionante, sin ella Ander estuvo fantasmal. Ni llegó arriba a la presión ni tampoco tapó las carreras de Ronaldo en banda. Sin jugar, San José fue el gran beneficiado de la velada en el Athletic.
Tras la reanudación, el Real Madrid lo controló todo.
Con 3-1 al descanso, Zidane decidió que ya tocaba sosegar aquello, o al menos intentarlo. El Real Madrid se propuso alargar más que nunca las cadenas de pases en su propio terreno. Kroos, Modric y Kovacic llegaron a juntarse en apenas diez metros de césped, dando a lugar imágenes realmente curiosas. Aun así, los problemas de Varane en la salida de balón y el corazón del Athletic impidieron que el Madrid sesteara con la bola. Ambos conjuntos intercambiaron chances de gol pero en número mucho más modesto. La primera parte había agotado a todo el mundo, al tiempo que dejaba una pregunta en el aire: ¿había sido voluntad del Real todo lo sucedido? El tiempo lo dirá.
hola1 14 febrero, 2016
Me gusto muchisimo el partido de Kroos, creo que es de los mejores que le he visto desde su llegada al Bernabeu y en el gual hasta marco un gol.
Una pregunta, lo de Carvajal de lateral zurdo lo ven como algo puntual o tiene que ver con que Salah juega de extremo derecho y Carvajal sea el mas indicado para marcarle(aunque Nacho defiende mejor pero no tiene la velocidad de Carvajal )?