Illarramendi fue la novedad en el once del Madrid y a buen seguro que se notó. Ocupó la posición que últimamente había ocupado Isco, la de interior derecho, pero cambiándole el enfoque. Como ocurría con Modric, que es el interior derecho base del sistema de Los dos Puentes, el vasco tiende a comportarse como un segundo pivote, y esa variación sobre lo que venía haciendo Isco, que tiende a ser un mediapunta más, recolocó el tablero de Ancelotti para el Celta del Toto.
Bale, mejor con IllarramendiLos afectados por la modificación fueron James y Bale. El primero recuperó el papel desde el que ayudó a despegar al Real, el de ese interior siniestro de posición indescifrable que interviene mucho en la banda izquierda pero que pisa zonas tanto de interior como de extremo derecho. Quizá sea el James menos brillante, porque corre de más, pero es el James más difícil de leer para sus rivales y el que más equilibra su sistema. Por su parte, Bale volvió a descubrir el espacio en la zona de mediapuntas que Isco, en buen grado, le roba; empezó a ejercer de enganche con frecuencia y, estadísticamente, casi dobló en apariciones a Cristiano y Benzema. Podría haber un conflicto táctico, ya se verá si puntual o fijo, entre el fútbol del galés y la posición de Isco como interior derecho. Y el Madrid, parece, lo que debe priorizar es a Gareth. Cuando Gareth está conectado, el nivel blanco se dispara. Siendo él el único entonado arriba, convirtió los primeros 25 minutos en una cascada de ocasiones de gol… sin ceder a cambio ninguna contra al Celta, que es notable corriendo con espacios. Bale enchufado no solo es peligro. Es control.
Se enfatiza: el posible conflicto no es entre Isco y Bale, sino entre Isco haciendo de Modric y Bale.
Los pases celestes exponían más al Celta que al Madrid.
Pasados los primeros 25 minutos, el Madrid cayó (muy) en picado y el encuentro también, porque el Celta, pese a completar una actuación bastante estética, no supo competir, no supo cómo aprovecharse. Le sobraron pases y, más aún, pases en el carril central. Apenas Krohn-Dehli parecía lucir calma y calidad para tocar la pelota por dentro sin un riesgo de pérdida excesivo, el Celta insistía en ese tipo de juego y la acumulación de envíos cortados y, sobre todo, de malos primeros toques sirvió al Real en bandeja no menos de 10 contraataques fáciles sobre los que edificar su goleada. Ni siquiera tras la lesión de James, que aunque llenó al Madrid de defensores debilitó su orden sin balón, consiguieron los celestes una circulación más responsable. Y encima, los riesgos asumidos no le daban para crear peligro, pues Casillas no tuvo que realizar ninguna parada y tan solo un tiro de Orellana logró inquietarle antes de que Cristiano marcarse su tercer gol en la noche.
En resumen, el Madrid-Celta estuvo por debajo de su nivel potencial. Los de Berizzo anduvieron demasiado inocentes con la pelota y los de Ancelotti, como en sus últimos partidos, fueron incapaces de controlar al 100% los 90 minutos como hicieron en sus choques más tiránicos.
Perico 7 diciembre, 2014
Flojo el partido tecnicamente de James, Benzema y sobretodo Kroos, ademas Marcelo creo que estaba atado para no subir mientras estuvo Orellana.
Aun asi 3-0, siendo el mejor el portero visitante y Casillas 0 intervenciones que habla del nivel de este equipo.