Alcanzar por segundo año consecutivo la final de la Champions League era una excepcional proeza que, sin embargo, ya no colmaba las aspiraciones de la masa social che. Después de caer con rotundidad ante el Real Madrid la temporada anterior, el Valencia aterrizaba en San Siro con la firme intención de ganar. Delante, el Bayern Munich, con el dolor del terrible desenlace de 1999 aún reciente. El partido fue igualado, y la pelota solo besaría las redes de las porterías a través de lanzamientos desde los once metros. Con 1-1 se llegó a la tanda de penaltis, donde Kahn y Cañizares se mostraron enormes. La fortuna y el acierto germano quisieron que los muniqueses levantaran su cuarto entorchado continental.
Tras proclamarse campeón de Europa por primera vez en su historia ante ante el Benfica, el mítico Manchester United de Matt Busby, con la gran estrella del momento, George Best, y otras figuras del país como Bobby Charlton, enfrentaba en la Copa Intercontinental al Estudiantes de Zubeldía. Los argentinos cargaban con la fama de ser un conjunto duro, y el marcaje al mágico Best, casi siempre al borde del reglamento, dio prueba de ello. El Pincha vencía 1-0 en tierras argentinas, gol de Conigliaro. En Old Trafford, un tempranero gol de Juan Ramón Verón hacía estéril la tardía igualada de Willie Morgan. George Best, desquiciado, fue expulsado a poco de la conclusión.
@SharkGutierrez 26 enero, 2013
Pellegrino va a estar marcado de por vida como un símbolo de negatividad en Valencia. Pasado y presente poco halagüeños que empañan buenas temporadas con el Valencia. También se sentirá mucho, por como uno de los mejores centrales del mundo de la época como era Ayala, se fue sin Champions, como Ballack.
Lo más curioso de ese United, es como desapareció después de las grandes glorias, llegando a militar en segunda división (como ahora el Forrest), la Intercontinental a doble partido; a día de hoy, impensable. El apellido Verón por siempre "pincharrata".