Cesc estuvo bien, pero no le hizo bien a su equipo en el partido de anoche. Técnicamente anduvo acertado, transmitió peligro y su posición no fue nunca inútil; pero propició un ritmo demasiado alto, casi de ida y vuelta, que a un conjunto que cierra con Adriano, Mascherano y Jordi Alba le hizo un flaco favor. Tito Vilanova, que supo verlo y corregirlo, no tuvo su día. Fue la primera vez que no estuvo claro desde el principio de quién iba a ser el equipo, si de Xavi o de Cesc, y el joven, que está que derrocha energía, se impuso cuando no debía. Con el paso del 3-4-3 al 4-3-3 (Xavi de mediocentro e Iniesta y Cesc de interiores), el Barça mejoró levemente; pero fue el Bartra por Fábregas del descanso, y el consecuente regreso de Busquets al mediocentro, lo único que dejó al Celta sin vida. Los celestes con balón fueron sobrados como siempre, pero sin él anduvieron cortos de agresividad y técnica, como también es habitual. Diversión errática.
Al Atlético de Madrid le sobró el balón, además de Soldado. Sorprendió mucho Simeone con su 11, bastante más técnico que de costumbreEl Atleti (4-1-4-1) sólo desbordó con las gotitas de Adrián (Tiago, Gabi, Emre y Turan). También con su propuesta, que ambicionaba el dominio desde una cuota de balón excesiva para su Atlético de Madrid. Si había un día inapropiado para ello, se suponía que era ayer, por los defectos y virtudes de los ches, pero buscó la sorpresa y se pasó de optimista. El Valencia estuvo cómodo. Para cerrarse tiene material, sus jugadores saben vivir sin balón y Feghouli, Jonas y Soldado son demonios en la transición defensa-ataque, tanto a ras de suelo como desmarcándose para recibir en largo. Su partido fue convincente; lo suficiente para dejar patente que el ataque posicional del Atlético no está a la altura de sus transiciones o su defensa organizada. En eso sigue como el año pasado, pero con menos recursos, por unas cosas u otras.
Modric echó de menos a Xabi. No le es imprescindible, lleva 3 años siendo TOP y un mes jugando al lado de Alonso, pero le viene perfecto a su fútbol con balón. Luka siempre ha sido acusado de irregular por una confusión con su rol: él no es un jefe. Tiene técnica, lectura y es genial, pero su juego no es de aparecer 100 veces por partido, sino de hacerlo cuando siente que puede crear una ventaja o solucionar un problema. Le gusta ser creativo hasta eligiendo la hora, por así decirlo. Forzado a iniciar y crear cada jugada, sufrió. No ayudó que el Madrid apenas jugase, y tampoco que el Zaragoza sí lo hiciese. Jiménez quitó a Zuculini para volver a incluir a José Mari, habituado a jugar cerrado, y en el que vimos más vuelo defensivo que de costumbre. Movilla fijaba y él iba, como ese grupo de moda del que hablábamos la semana pasada. Con balón, junto a Apoño, insinuaron más que produjeron.
Leo Baptistao fue el mejor futbolista del sábado futbolístico.
El Rayo Vallecano saltó a la Rosaleda con un centrocampista de más y un delantero de menos, lo que llevó a Leo Baptistao a coronar en punta el 4-1-4-1 propuesto por Paco. Lo del brasileño fue fantástico. Como mediapunta se ahoga encerrado; como punta, súper profundo, abrió todas las puertas, y produjo de manera individual. El Málaga perdió porque no pudo detenerle; y jugó peor que el Rayo porque no se atrevió a adelantar el sistema defensivo y dejarle correr. Un Málaga tan apagado que careció de análisis futbolístico, pero en el que se volvió a ver un Saviola improductivo. El Conejo, tras un arranque espectacular, ha dado un paso atrás que ha encendido la alerta amarilla. Saber moverse y dar continuidad es útil, pero con una segunda línea formada por Joaquín, Isco, Portillo y Eliseu, el hombre gol debe ser más de verdad. Ayer en Málaga se acordaron de Baptista, que volvió a entrenar con el grupo la semana pasada. A saber si recupera el ritmo, y sabido es que sería una bestia entre bellas y este juego va de coherencia, pero… intimidar es necesario. Lo dicho, alerta amarilla.
@migquintana 4 noviembre, 2012
Lo de Leo Baptistao fue espectacular. Su cambio de ritmo en carrera, jugando con el que le persigue, mostrándole todo pero nunca pertmitiéndole llegar, es verdaderamente brutal. La sensación de peligro cada vez que tenía la posibilidad de arrancar fue patente durante todo el encuentro… y eso es lo único que no se puede permitir al Rayo, porque quieras o no arriba si de algo van sobrados es de calidad individual con José Carlos, Trashorras o Chori Domínguez.
En otro orden de cosas, que poco hay que dudar cuando decimos que Soldado es el mejor delantero español de la actualidad. No sólo no hay que titubear, sino que hay que decirlo alto y claro. Su evolución y madurez de juego es elogiable, inesperada y brillante. Y muy detrás no viene Iago Aspas… que simplemente es fantástico. Eso es una carta de presentación y lo demás son palabrerías. La jugada del uno contra uno a Valdés nos dice todo: porque es jugador de equipo grande y porque nunca valdrá tanto como debería.