La Copa de Europa siempre fue la joya de la corona. En ella se forjaron mitos, leyendas y algún que otro drama. Sin embargo, a partir del lavado de cara que sufriera hace casi dos décadas (desde la estética visual al cambio de nombre)

No siempre ha ganado, muchas veces ni siquiera fue el mejor, pero la hegemonía del Bayern Munich en Alemania ha sido firme e incuestionable desde que el fútbol cambió. Mientras sus vitrinas recibían la llegada de un nuevo trofeo con el formalismo

Jugar soñando es una vía singular y estimulante como pocas. También bicéfala, como todas. En su caso, la cara es el límite superior, porque la imaginación visita puntos que el cuerpo no alcanza. La cruz, que el sueño es ligero, vulnerable ante el mínimo

Los chicos habían crecido, y tenían un no sé qué de lo más sugerente. Tanto que Bilbao, que suele tomar las decisiones mirando el álbum de fotos, quiso cambiar para poder medir su cima. Gritó al cielo «¡Más vale pájaro en mano que ciento volando!»

Todos la llaman Bucarest, pero en busca del triunfo en la final de la UEFA Europa League, una única lengua, común en dos aficiones que comparten el mismo deseo, traduce un significante que resulta ser una acertadísima realidad para los citados

Solo un mal entrenador pretende que su equipo sea perfecto. El fútbol es jugado por veintidós personas, manejan un objeto esférico con las extremidades menos sensibles del cuerpo y lo hacen a lo largo y ancho de un rectángulo gigante. La cantidad de

No está siendo fácil para el heptacampeón de Europa superar el fallecimiento de su último gran equipo. Años después de Los Inmortales de Sacchi, referencia histórica del club, apareció un conjunto que bien podía haber compartido calificativo

El fútbol es uno de los deportes más ricos y expresivos que existen. El desarrollo de un equipo está sujeto a infinidad de variables, desde los matices que aporta cada individualidad (el futbolista) a la idea colectiva común que instaura cada entrenador.

Sabes que no hay vuelta atrás. Miedos e ilusiones se citan todos a una misma ahora a lo largo y ancho de la geografía española. Es la señal definitiva. Aquel punto perdido sigue pesando en la conciencia. Ya no tiene solución. Llegó el momento.

Cuando era invierno y hacía frío no me quedaba otra opción que ponerme una sudadera para bajar el piso que separa mi casa de la de mi abuelo. Era la rutina que cumplía cada sábado por la noche minutos antes de que diese comienzo el partido