El fútbol es uno de los deportes más ricos y expresivos que existen. El desarrollo de un equipo está sujeto a infinidad de variables, desde los matices que aporta cada individualidad (el futbolista) a la idea colectiva común que instaura cada entrenador. La idea. El poder de una idea. Una vez leí que tiene más valor tener una opinión incorrecta que carecer de opinión, pues de esa manera edificas sobre algo, llegando a conclusiones y correcciones que te acercan a tu objetivo. Creo que con Di Matteo pasa algo parecido. No nos paremos a pensar si su idea es alargable en el tiempo, si nos sienta ante el televisor o si nos parece del todo infumable. Para el Chelsea no hay un mañana. El futuro empieza y acaba en trece días. Y para ello, Di Matteo tiene un plan.
¿Y cuáles son los entresijos de ese plan? Pues ninguno. Eliminar todo atisbo de complejidad. Cada futbolista estará orientado a hacer lo que mejor sabe y en la zona que más sencillo le resulteCon Di Matteo todo resulta mucho más fácil, dependiendo del momento. Una vez más, Drogba volvía a ser el hombre que daba sentido a todo. En una de las (muchas) buenas decisiones de Di Matteo, sería Mata, siempre centrado, el encargado de gestionar la segunda jugada que, una vez más, el fútbol europeo no puede negar al africano. Así se establecían decenas de ataques organizados. Si Drogba perdía dos duelos seguidos ante el poderoso Skrtel, buscaban la diagonal de Mata sobre la horizontal del campo, permitiendo el vuelo de los veloces exteriores, que veían como sus marcas focalizaban la atención sobre la recepción del gran jugador español. Sacar a Ramires del conducto de juego y enfocarlo a la explosión por fuera ha sido otro enorme acierto de Di Matteo, que en la tarde de ayer sumaba el plus de unos retornos defensivos muy apreciables ante José Enrique. Mata y Drogba. Drogba y Mata. Ahí termina el plan de Di Matteo con balón. Suficiente.
El Liverpool planteaba de entrada un 4-1-4-1, en el que Spearing sería el mediocentro, con Gerrard y Henderson de interiores, Bellamy y Downing en bandas y Luis Suárez en punta. Solo fue en la práctica,El Chelsea está muy preparado para sufrir porque Spearing completó una actuación que aniquiló toda la coherencia de su equipo. Resulta difícil encontrar una actuación más inocua y vacía. Gerrard debió hacerse cargo tanto de la base de la jugada como del desequilibrio. Steven no está para esto, pero fue bonito recordar lo inmenso que llegó a ser. El Chelsea viene de sobrevivir ante el triángulo Busquets-Xavi-Messi, y eso les ha preparado para cualquier tipo de sufrimiento. Los interiores del Liverpool no iban a ser un problema. En el colmo de la ignominia, Spearing fue gravemente retratado en los dos goles blues. Terrorífico. Con un centro del campo incapaz de girar al Chelsea, Luis Suárez quedaba ahogado, sin poder correr, condenado a un movimiento de espaldas que no siente. Ivanovic lo superó con tremenda facilidad en la primera mitad.
Jay Spearing realizó un partido flojísimo.
La falta de reflejos de Daglish terminaría por condenar al Liverpool. Kenny, aunque reaccionó bien (incluso más que bien), lo hizo demasiado tarde, y el coste del planteamiento inicial fue excesivo. Situó tras el descanso a Bellamy entre centrales para liberar a Suárez de la influencia de Ivanovic y Terry, un movimiento que incrementó ligeramente la actividad del uruguayo. Tras conceder un nuevo tanto, retiró a Spearing para agarrarse definitivamente a Carroll, a unas posiciones mucho más naturales (centradas y por detrás del balón) de Henderson y Gerrard y a un Luis Suárez que veía como su corpulento compañero de ataque se pegaba con cualquiera que pasara por su zona. El Liverpool y la final inclinaron la cancha, pero el Chelsea viene de padecer infiernos mucho más abrasadores. Sufrir forma parte del plan de Di Matteo. Es un plan sin futuro, un vía crucis con fecha de caducidad sin optimismo ni sonrisa. Un gran plan.
–
Artículos relacionados:
Táctica sobre técnica
@DavidLeonRon 6 mayo, 2012
Cada vez veo con más opciones al Chelsea en Munich. Son peores, incluso mucho peores… pero como lo saben, no les importa lo más mínimo ^^
Es verdad que las bajas son durísimas. Perder a Ramires en transición y en retornos contra un Ribery que encima atacará a un Bosingwa que es clara debilidad… ahí pierden mucho. Ivanovic y Terry, pues también son muchas ausencias.
Eso sí, Drogba… Drogba va a aniquilar a quien le pongan. Boateng hace semanas que se ganó mi respeto, pero no sé si esta para esta batalla. Benzema, Ronaldo… es una exigencia excesiva, pero es que Drogba es una muy particular.
Y Mata no tendrá a Luiz Gustavo delante. Las pocas bajas del Bayern chocan con Mata y Drogba. Señores, no será muy bonita creo pero tendremos final de Champions, vaya que sí ^^