Nadie por delante de Banega | Ecos del Balón

Nadie por delante de Banega


Al Sevilla FC no le salió prácticamente nada en su viaje a Krasnodar. Incómodo desde el principio, entre la presión de los de Musayev y la respuesta de ciertas piezas individuales a dicho reto, el plan inicial de Machín hizo aguas por varios sitios al mismo tiempo. Con Nolito muy abajo, como teórico interior izquierdo, y Roque Mesa por el otro perfil, el técnico numantino quiso mantener el exitoso planteamiento de las últimas semanas, dejando arriba -sin balón- a dos delanteros al mismo tiempo: Muriel y Promes. Una propuesta que, por su particular respuesta según el balón, se quedó bastante corta a la hora de sobrepasar la agresiva metodología del equipo ruso sobre los primeros pases sevillistas. El cuadro andaluz sufrió mucho más de lo esperado por meterle mano a un encuentro que, dejando a un lado el resultado, sirvió para constatar una realidad cada vez más evidente en el Sevilla: la segunda fila no responde como la primera.

El Sevilla FC se partió en su salida, de mediocampo hacia arriba

Pero vayamos por partes. La presión del Krasnodar surtió efecto en su afán por ensuciar y lastrar la salida del Sevilla. Con Cueva, Wanderson y Claesson sobre los centrales, la vigilancia de Kaboré sobre Banega y el comportamiento -sin el balón- del propio Nolito avocó a los de Pablo Machín a una tesitura de lo más compleja: una fractura entre el medio y el ataque. Con un Banega poco fino en cuanto a la toma de sus decisiones, todo hay que decirlo, el argentino trató de poner la venda desde su posicionamiento. Lateralizando su posición desde muy atrás, acudiendo a recibir al lado izquierdo de Gnagnon -entre este y Arana, que actuó de carrilero-, el centrocampista del Sevilla trató de escapar así de los tentáculos de Kaboré. Pero el movimiento, que a priori parecía bastante coherente con el guion del encuentro, no causó el impacto deseado por una única y sencilla razón: no fue correspondido por ninguno de los tres atacantes del Sevilla. Ni Promes, ni Muriel ni Nolito -que dejó una retahíla de carreras verticales sin previo apoyo- lograron tender ningún puente ente su zona y la del argentino. Y este vacío no hizo sino agravar aún más la sensación de descontrol.

Así las cosas, sin una línea de pase clara en torno a Banega -más allá del escalonamiento de Mesa a su derecha-, al Sevilla le faltó una cuantía importante de recursos con los que progresar con continuidad. Sin opción alguna por delante, dada la distancia entre el pasador (Banega) y la zona de receptores (Nolito, Promes y Muriel), ni tampoco por izquierda, por donde no acompañó ni el timing ni la lectura de Arana para conducir desde fuera, el Krasnodar le puso la guinda al plan inhabilitando la alternativa del cambio de orientación hacia el costado derecho, con Gazinskiy (pivote), Ramírez (lateral) y Claesson (extremo) imposibilitando a Navas poder correr en ventaja. Una estrategia que se impuso en todos los aspectos a la del Sevilla FC, salvo en uno: la seguridad de conseguir el 1-0 antes que el 0-1.

Machín quiso mantener el dibujo, con Nolito como interior

La situación en el marcador y la entrada de André Silva calaron hondo en el Krasnodar. El Sevilla, desde ese instante y hasta mediada la segunda mitad, disfrutó de sus mejores minutos en toda la noche. La distribución de las piezas fue -o pareció, si cabe- mucho más racional, y este lapso coincidió con el bajón físico de los de Musayev. Un puñado de minutos en los que el Sevilla, sin tampoco bordar su actuación, se sintió más cerca de la victoria que en cualquier otro momento de la noche. Hasta la entrada de Pereyra; quien se adueñó del balcón del área de Tomas Vaclik. Una efervescencia técnica a la que Machín trató de poner remedio con Vázquez y Ben Yedder, pretendiendo retomar así la estrategia de las últimas semanas. Pero en esas, tras el empate del uruguayo, el partido ya se dirigía hacia otro tipo de derroteros. Una derrota que, a buen seguro, servirá como lección para el Sevilla. Pero sobre todo como aviso. Y no es el primero. De que mucho cambia la película cuando los principales protagonistas del reparto no salen en escena.


3 comentarios

  • AdrianBlanco_ 5 octubre, 2018

    ¿Qué poquito volvió a dejar Promes, a todo esto, verdad? Quiero pensar que aún es muy pronto y que es cosa de adaptarse a lo que le pide Machín, pero su impacto volvió a ser mínimo… muy pequeño. Y chirría. 😐

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  • AArroyer 5 octubre, 2018

    @AdrianBlanco_

    Está por ver qué busca Machín de un jugador así. lo más sencillo es pensar en 'cambio de ritmo' y verticalidad en el último tercio, pero ahí también se puede buscar pausa o remate. Igual Machín, ahora mismo, está diseñando esa parcela para que haya más remate.

    Lo que sí puede ser interesante es que Promes trate de darle presencia a un sector que se ha quedado algo huérfano sin Escudero y que no tiene demasiada llegada exterior o interior, porque el Mudo ahora tiene que estar más abajo. Y Promes puede compensarlo.

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  • Lucas 5 octubre, 2018

    Hay jugadores que viven con un pie en el cielo y otro en el infierno , lo malo es que lo hacen cada partido . Banega dió una lección de futbol ante el Madrid , y de ese Banega todo poderoso ayer no hubo noticias … ese es Banega .

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