Luis Enrique Martínez estrenó su nueva andadura al frente de la selección española con una de esas victorias que valen mucho más que tres puntos. España, que se impuso a Inglaterra por 1-2, empezó a dar señas –individuales y colectivas- de la nueva hoja de ruta que marcará su paso hasta la próxima Eurocopa (2020), si nada extraño sucede por el camino. En lo colectivo, por resumirlo brevemente, España esbozó consignas tan coherentes como distintas con lo ocurrido en el Mundial de Rusia: partiendo del dibujo, continuando por el comportamiento de los dos extremos y concluyendo, a modo introductorio, con unos interiores que mucho tuvieron que ver con la elaboración, la llegada y la presión, que fue cambiando con el paso de los minutos. Mientras que en lo individual, por ponerle nombre y apellidos a esta primera toma de contacto, los halagos casi seguro recaerán al unísono en las acciones de De Gea.
Isco y Rodrigo partieron desde posiciones muy abiertas a banda
La puesta en escena de España tuvo varios aspectos a destacar. En primer lugar, se debería hacer especial hincapié en el reparto posicional del 4-3-3 (4-1-4-1 sin balón) en el que Isco y Rodrigo, por izquierda y por derecha respectivamente, arrancaron el encuentro prácticamente pinchados cada uno a un costado. Con el del Real Madrid tan abierto, y el del Valencia haciendo lo propio por la otra banda, los interiores fueron cosa de Saúl –el izquierdo- y Thiago –derecho- en una configuración que, relacionada con los movimientos de los dos extremos, llevó al del Atlético de Madrid y al del Bayern a actuar de maneras muy distintas a pesar de partir en ambos casos de la misma zona del campo: al lado de Sergio Busquets. Así las cosas, por profundizar un poco más en dichas actuaciones, si los movimientos de Saúl estuvieron más orientados al desmarque, la ruptura y la llegada en segunda línea, aprovechando el espacio que le concedía la demarcación tan abierta de Isco, los de Thiago, en cambio, fueron mucho más posicionales en la distribución, la salida y la compañía de Busquets; quien volvió a liderar el centro del campo.
Ahora bien, una de las grandes novedades en el juego de España llegó en su comportamiento a la hora de recuperar el espacio. Santo y seña de su nuevo seleccionador, al combinado español no le importó –incluso desde el principio- prescindir de altos índices de posesión en detrimento de una distribución algo más pragmática de lo que últimamente tenía por costumbre. A partir de un 4-1-4-1, con Busquets y Aspas entre las dos líneas de cuatro, la defensa (sin el esférico) de España trató de corregir uno de sus grandes déficits en el Mundial: su transición defensiva. De esta forma, desde un modo más coral, el plan –con Isco y Rodrigo por fuera- trató de mantener a la selección mucho más unida de lo que estuvo ante Marruecos o la propia Rusia. Un método que, a la espera de ver cuál es su recorrido durante la etapa de Luis Enrique, lo cierto es que fue menos perfecto de lo que parecía sobre el papel, pues la agresividad de los dos interiores en la presión –especialmente por parte de Saúl- facilitó ciertas rendijas a los toques de Dele Alli o Lingard en el carril central. Una presión que, por apuntar, tuvo máximos y también sus mínimos.
Luis Enrique deberá corregir ciertos detalles en la presión
Rodrigo Moreno transmitió muy buenas sensaciones durante la primera mitad. Recibiendo muy abierto sobre el costado derecho, trató de encarar una y otra vez a Maguire. Y su salida con el pie izquierdo, la más natural de todas las que dispone ante este tipo de situaciones, le sirvió a España para acercarse –con la movilidad de Aspas por delante, tirando en repetidas ocasiones la diagonal hacia fuera- al área de Pickford. Una retahíla de instrucciones que Isco acompañó desde el otro sector, para acabar los primeros cuarenta y cinco minutos en un papel algo más centrado e intervencionista al del inicio, cuando debió conformarse con seguir el juego colectivo unos metros por delante de Marcos Alonso. Un cambio de registro que también mantuvo en la segunda mitad. Y que, por concluir, benefició a la posesión de España; a la que consiguió dar una vuelta de tuerca, sobre todo en cuanto a fluidez y dinamismo, sin la necesidad de bajar hasta tan abajo a recibir la pelota. Otra de las grandes claves del debut de Luis Enrique en el banquillo de España.
España mantuvo el dibujo táctico hasta el final del encuentro
Pero no todo –ni mucho menos- fue coser y cantar para España. Si en la segunda mitad subió su presión, saltando a morder mucho más cerca del área inglesa, lo más seguro es que Luis Enrique tomará nota de los riesgos que llegó a asumir la selección por las inconexiones surgidas entre la agresividad de Saúl, muy activo en este sentido, y el balance colectivo sobre dicho sector. Uno de los grandes debes que deja el primer partido de esta nueva etapa. La cual, apoyándonos en estos noventa minutos, parece destinada a respetar ciertas pautas como, por ejemplo, el dibujo. España se mantuvo firme sobre su propuesta a lo largo de todo el encuentro, aun con el ingreso de Sergi Roberto –interior derecho-, Asensio –extremo- e Íñigo Martínez –lateral izquierdo- en una segunda parte que, vaya por delante, España la empezó con consignas distintas a las de la primera; empezando por la posición del delantero, que volvió a recaer en Rodrigo y no en Aspas, que pasó al lado derecho.
CaldM 9 septiembre, 2018
Me gusto mucho la selección, la vi un poco débil atrás, pero me transmitió optimismo, creo que los mecanismos defensivos se irán ajustando poco a poco.
La pareja de interiores me encanto, y ese trió de centrocampistas son los que yo particularmente elegiría, ya que el trabajo y la llegada que aporta Saul no lo aporta otro jugador en la plantilla, y si Thiago esta bien, debe ser titular, y ayer manejo muy bien los tiempos, ofreciéndose y dando salida.
Vi también a un Marcos tímido, pero creo que es cosa de ser el primer partido, que ira conectando y adaptándose mejor en el futuro. PARTIDAZO de Carvajal, nada mas, analizando a los laterales.
Rodrigo esta mereciendo ser titular, aporta desborde, gol y para mi lo mas importante, sorpresa. Se esta mostrando muy, muy móvil , tirando desmarques, cargando el área , para mi ahora su titularidad es innegociable.
Respecto a Isco, no le veo en un "4-3-3 o 4-1-4-1", ni en el Madrid ni en la selección, es cierto que el brilla en muchos partidos, pero el colectivo esta mejor cuando juega otro jugador, sea Asensio o Casemiro en el Madrid, o el mismo mallorquín en la selección.