Los seis scudetti consecutivos de la «Vecchia Signora» muestran un dominio que ahora mismo no tiene parangón en las grandes ligas. Pero han sido en realidad sus formas, sumamente contundentes, las que han terminado por abrumar y aplacar al siempre igualado fútbol italiano. Desde que recuperara su trono en 2012 imponiéndose a Zlatan Ibrahimovic, el anterior dominador del Calcio, ha ganado el título liguero con 9, 17, 17, 9 y 4 puntos de diferencia. Un margen que, además, ha dado la sensación de ser incluso aún mayor, pues siempre que ha necesitado apretar lo ha hecho sin apenas esfuerzo.
En la 2013/2014, al reto que le lanzó la AS Roma de Rudi Garcia comenzando con un gran pleno de victorias en las diez primeras jornadas, la Juventus de Antonio Conte respondió con otro 30/30 puntos en las siguientes diez fechas. Desde esa décima jornada, de hecho, los bianconeri sólo cedieron siete puntos por el camino.
En la 2015/2016, la irrupción del Nápoles de Maurizio Sarri le pilló a contrapié a la Juve de Massimiliano Allegri. La «Vecchia Signora» venía de ser subcampeón de la Champions, pero en ese verano había perdido a Arturo Vidal, Andrea Pirlo y Carlos Tévez, lo que auguraba un periodo de reconstrucción no precisamente corto. En la décima jornada, de hecho, la Juventus era duodécima y estaba a nueve puntos del Nápoles. Pero las tornas no tardaron en cambiar. Desde esa fecha, cuando estaba otra vez en duda su hegemonía, la Juve ganó 69 de los 74 puntos que estaban en juego, incluyendo los tres del simbólico triunfo de la fecha 25 en el que le arrebataron el liderato a los partenopeos con un gol de Zaza en el minuto 88.
¿Le pelearé este Nápoles el título de liga hasta el final?
Fuera de la Champions, fuera de la Coppa y con dos temporadas de experiencia en las espaldas, el Nápoles de Sarri planea de nuevo su asalto al trono bianconero. Aunque lo hace, como no podría ser de otra manera, desde la cautela.«Creo que debemos enfocarnos en lo que sabemos que es nuestro potencial: hicimos 82 puntos el primer año y el siguiente 86. Tenemos que mantenernos en estos niveles para ingresar a la Liga de Campeones. Si vamos más allá entramos en lo desconocido, en una tierra que no conocemos y donde no sabemos qué podemos conseguir», explicaba Sarri. Un punto de margen es a todas luces insuficiente. Como comentaba el técnico napolitano, la Juventus «puede superar fácilmente los 90 puntos».
Ya lo ha hecho cuando lo ha necesitado. Y sin pestañear, pues maneja todos los registros y conoce todos los trucos que exige la competición de la regularidad. Pero este año el Nápoles transmite sensaciones diferentes. Más maduras. Está sabiéndose manejar en resultados más cortos, está encajando menos goles por encuentros (0.84 -> 1.02 -> 0.65) y está mejorando por mucho sus registros fuera de San Paolo (1.63 -> 2.26 -> 2.8). Es decir, está viviendo una evolución competitiva, que no estilística, que le va a permitir pelear de mejor manera el título hasta el final. La presión emocional siempre le va a pesar. El vértigo, también. Pero a nivel futbolístico nunca ha habido rival más peligroso para la Juventus en el Calcio.
Foto: Francesco Pecoraro/Getty Images
Javier Cordero 11 enero, 2018
En esto ha influido mucho la planificación de Sarri, que ha ido creciendo paulatinamente. El primer año se le quedaba corta la plantilla y desde entonces ha ido sumando recambios de calidad para dar descanso a los habituales de su XI y ha roto en cierta medida esa homogeneidad de la plantilla. No tienen un plan alternativo muy definido pero hay potencial para construirlo al tener más variedad de perfiles. Para ganar una liga es indispensable saber manejarse en distintas situaciones y creo que el Napoli está preparado para el reto