Portugal arrancó su andadura en la Copa Confederaciones con un empate contra México, que en teoría es una selección de potencial inferior al suyo. Nada que sorprenda a estas alturas; es lo que suele ocurrir con los lusos en las fases finales. Sin embargo, jugó bastante bien. No de modo estimulante como en su fresco -aunque ineficaz- debut en la Euro que luego acabaría ganando, sino bien de verdad.
Fernando Santos presentó un 4-4-2 que nominalmente parecía más propio del ciclo antiguo que del que apuntan a abrir más pronto que tarde Bernardo Silva y cía. A destacar, la titularidad de Moutinho en el doble pivote con William Carvalho, con André Gomes y Quaresma en las bandas, y una doble punta compuesta por Nani y Cristiano. Pero si bien el once no derrochaba energía teórica, sí que practicó un fútbol vigoroso.
Chicharito, el mejor de una México menos creativa de lo esperado.
México es un equipo que pretende crear ventajas durante su fase ofensiva y que, para ello, tiende a desordenarse durante la misma. Los recorridos de sus medios y sus laterales son larguísimos y muy variables, y el sistema no parece disponer de mecanismos para compensar ese despliegue. Así que Portugal cerró bien los espacios y supo atacar con peligro en transición. La libertad de André Gomes y Quaresma proporcionó la iniciativa justa mientras que Ronaldo, administrando sobre todo el carril central, generó muchísimo juego con sus desmarques y sus toques. Cada vez intenta menos cosas de las que antes le salían y ya no y se centra más en lo que le sale todavía, que además, parece salirle mejor que nunca. Sigue on fire.
Gelson Martins confirmó que puede ser un revulsivo interesante.
Lo más ilusionante en clave europea fue que, pese a que sólo Nani rindió por debajo de lo debido -le faltó acierto y también movilidad-, ninguno de los secundarios completó una actuación brillante, y aun así el equipo transmitió sensaciones positivas. El margen de mejora que Fernando Santos puede desatar con una mirada a su banquillo (Adrien Silva, Gelson Martins, Bernardo Silva, André Silva) debería implicar un salto de calidad que hiciera de Portugal un conjunto a seguir para esta Copa Confederaciones previa al Mundial de Rusia.
Foto: FRANCK FIFE/AFP/Getty Images
Pedro Lampert 19 junio, 2017
Hay un problema muy gordo para México que es la ausencia del Tecatito Corona. Es el jugador con más desborde del equipo y su ausencia se nota muchísimo. Más todavía porque la jugada ganadora pasa a tener como única posibilidad a Carlos Vela. Y Carlos ya no tiene la regularidad física de otros momentos. Ayer empezó muy mal técnicamente, además. Pero cuando se enchufó, creó todas las ocasiones de México, con la sensación siendo de que representaba el único camino hacía el gol del equipo.
Incluso, lo de México sin el Tecatito me recuerda un poco la Real Sociedad. Al final ambos necesitan al Vela de 2013. Y estamos en 2017. Pero Carlos, sin llegar al nivel de entonces, está representando otra cosa en términos de "gana partidos" para Osorio. Sin ir más lejos, crea la inercia del 1-0 a Honduras, marca el 1-1 contra Estados Unidos y ayer genera todo el peligro del equipo hasta que Juan Carlos le quita (algo que ya había pasado en el clásico de Concacaf).