El despunte de Pablo Sarabia no es cosa de Jorge Sampaoli. Ya el curso pasado, en el peor Getafe de los últimos años por calidad, sensaciones y resultados, el futbolista madrileño era uno de los mediapuntas más destacados de toda la competición. Sobresalía por encima del resto. Y no lo hacía gracias a que las prestaciones de sus compañeros fueran realmente bajas, sino a pesar de ello.
Sarabia demostraba que estaba preparado para romper. Su físico y su fútbol habían madurado lo suficiente como para que su talento, del cual tenemos constancia incluso desde antes de llegar a Primera División, hiciese el resto del trabajo. En esto tuvo mucho que ver su paso a la banda derecha con Fran Escribá. Como en Getafe no había demasiado juego que articular ni que enganchar, lo que sí que necesitaba el conjunto madrileño era acelerar, generar y ejecutar. Necesitaba más delanteros que centrocampistas. Y Pablo Sarabia comenzó a ser precisamente esto: más finalizador que constructor.
Todo llegaba a partir de unas condiciones que le seguían definiendo como el mediapunta que siempre había sido, pero el sentido que el propio futbolista les daba era diferente. De ahí que, insistimos, en un año muy complicado para su Getafe, firmara las mejores cifras de su vida: 7 goles y 6 asistencias en 31 duelos. Pablo ya estaba listo.
Su unión con Sampaoli le ha ayudado a explotar.
Y ha caído en las mejores manos posibles. Porque a pesar de que Jorge Sampaoli no ha contado con él de inicio más que en la mitad de los partidos, el estilo del entrenador argentino está reforzando la nueva versión de Pablo Sarabia. Esa más eléctrica, más vertical y mucho más agresiva de la que uno podía imaginar cuando Sarabia, un mediapunta talentoso y liviano, comenzaba a llamar la atención.
Clave en esto está siendo su particular posición en banda derecha. Per se, al estar más abierto, Sarabia puede recibir más veces el balón y, sobre todo, hacerlo con más espacios. La cuestión es que todo esto se ve más acentuado por su particular relación tanto con el futbolista que le queda más cerca, Mariano, como con el que le queda más alejado, Vitolo. El primero, el lateral, hace suya toda la línea de cal. Pero es que, además de darle a libertad con su brutal recorrido, Mariano conecta muchas veces con Pablo Sarabia en situaciones de pico del área, espacio donde el madrileño se muestra comodísimo. En cuanto al segundo, el extremo, la conexión es evidentemente más indirecta pero igual de positiva. Porque Vitolo -y ahora también Jovetic– lo que hace es atraer muchas miradas. Sus conducciones basculan y giran a todas las defensas contrarias, y es en ese preciso momento, cuando nadie le ve, cuando Pablo Sarabia centra aun más su posición para acudir a zonas de remate.
Pablo Sarabia está siendo determinante en el Sevilla.
Todo esto, unido al volumen ofensivo del Sevilla, al ritmo de la mayoría de sus ataques y al espíritu positivo que ahora mismo inunda al club andaluz, ha confirmado la noticia: hay un nuevo Sarabia. Ahora el madrileño marca diferencias hasta desde la conducción, encarando y desbordando al rival a poco que éste le de un metro. Se filtra en el área, es determinante en su pico derecho y potencia todo el juego asociativo. Así, ante la falta de un gran delantero centro y de la explosión de Franco Vázquez, el colmillo del Sevilla lo aporta Pablo Sarabia. Sus 9 goles y 11 asistencias en 1697 minutos (tanto producido por 84 minutos) están llevando al Sevilla, a Sampaoli y al propio jugador a una nueva dimensión.
Foto: ANDER GILLENEA/AFP/Getty Images
El_trequartista 25 febrero, 2017
A mí lo que me está sorprendiendo de Pablo Sarabia no es su nivel ofensivo pues tiene calidad para ser determinante a la hora de sumar en ataque, pues es rápido, tiene desborde, calidad en el pase y golpeo a balón parado.
Lo que me está sorprendiendo es su compromiso defensivo. En Getafe siempre me pareció un jugador muy débil en esta faceta pero en el Sevilla de Sampaoli hasta ha jugado de carrilero por ambas bandas dando un rendimiento notable. Contra Las Palmas por ejemplo, tuvo que enfrentarse a Halilovic estando el madrileño con amarilla y no sufrió nada.
¿Lo véis preparado para la Selección? Yo creo que lo está.