El Athletic Club de Ernesto Valverde tiene un problema: el centro de su defensa se ha convertido en el mejor de los escenarios posibles para que los delanteros rivales completen actuaciones fantásticas, repletas de registros, de matices y de goles. Esta zona en concreto nunca ha sido tampoco la más fuerte y competitiva del equipo de Valverde, pero durante el otoño demostró ser capaz de acompañar con acierto y convicción la imponente presión que desempeñaban el resto de sus compañeros en campo rival. Estos no tenían que preocuparse de lo que sucediera por detrás, porque si Mikel San José no podía barrer la jugada, Aymeric Laporte y Xabier Etxeita se imponían de forma constante a los puntas rivales. En teoría, no debían hacerlo con tanta frecuencia, porque Laporte aún carece de de la contundencia que requieren ese tipo de jugadas y, sobre todo, porque Etxeita es un central eminentemente de área, pero lo cierto es que su nivel era alto. Muy alto. Como el del resto del Athletic.
El rendimiento de Etxeita va de mal en peor.
Etxeita ya no es ningún sostén, sino un déficitAhora, en cambio, es todo lo contrario. A partir de la llamada con la Selección, en un fenómeno parecido al que vivió y todavía vive Ander Iturraspe, el nivel de Xabier Etxeita se ha despeñado. El fútbol es un deporte colectivo e individualizar normalmente no procede, pero existen excepciones y ésta es una de ellas. El central vizcaíno está cometiendo errores de bulto, tanto lejos de su área, donde su cintura se mueve a un ritmo diferente, como dentro de ella, en lo que no es más que una muestra de que estos errores han ido afectando y lastrando su confianza. Atento a su bajón, Laporte dio un paso adelante, pero ni su talentosa presencia consiguió evitar que, literalmente, contados y repasados, Etxeita esté regalando un par de situaciones de gol por partido. No llega o llega tarde. No despeja o despeja mal. Sale a banda o se queda en el centro, pero siempre pierde la marca. Verle sobre el campo recuerda a ese jugador de dados que jamás acierta la combinación por más que se mantenga, cambie o le pida al de al lado que le de algo de suerte. Y así, de esta manera, el Athletic no sólo ha bajado su ritmo en Liga, sino que ha estado al borde de la bancarrota en Europa League.
Tanto el Olympique de Marsella de Michel como el Valencia de Neville, dos clubes sumergidos en una profunda crisis deportiva e institucional, tuvieron contra las cuerdas a un equipo a priori muy superior gracias a la ventaja que Batshuayi por un lado y Negredo más Rodrigo por el otro tuvieron sobre el centro de la zaga bilbaína.
La lesión de Laporte complica el reto de frenar a Gameiro.
Sin Laporte, la cosa empeoraComo las malas noticias nunca vienen solas, ahora encima Valverde tiene que conjugar el mal momento de Etxeita con la lesión de Aymeric Laporte, que se perderá lo que resta de temporada. Esto, además, incide en que la posición de central en el Athletic es la única que ni está doblada ni cuenta con sustitutos de verdadero nivel, pues Gurpegui está lejos de rendir como en 2014, Bóveda no deja de ser un lateral y San José no sólo es clave como pivote, sino que como central nunca ha demostrado ser ninguna solución para nada salvo el balón parado. Es decir, un problema elevado al cubo y multiplicado por la calidad del delantero centro rival, que en el caso de hoy es notable.
En su estado de forma, si puede correr, a Kevin Gameiro sólo se le puede parar haciendo un milagro como el que hizo Íñigo Martínez el pasado domingo. Porque si arranca, se va. Y si se va, marca. La ambición por estar en Francia 2016 y sus numerosos aciertos le han provocado un estado de confianza absoluta que le están llevando a dejar controles y definiciones que no te firman más de cinco 9s en el mundo. A esto y a sus propios problemas se enfrenta esta noche Valverde. Pero la cuestión no es Gameiro, porque si no es él será Aubameyang, Firmino o Bakambu. La cuestión es arreglar el centro de su defensa. Porque si no lo hace, no estará el 18 en Basilea.
David_Leon 7 abril, 2016
El bajón individual de Laporte se deja sentir, qué duda cabe. No estaba siendo su mejor año pero vaya, que la falta de seguridad de Etxeita y la edad de Gurpergi complican el camino al Athletic.
Dicho esto, hoy espero lo mejor de los de Valverde. Hoy hay partidazo en San Mamés.