Nuno Espirito Santo dejó claro en el pasado curso que ni en sus dibujos ni en su sistema de juego cabía apenas la figura del mediapunta clásico. Su idea primaria abrazaba el 4-3-3, variando hacia el 4-4-2 allá por enero e inmediatamente después abriendo la puerta hacia el 3-4-1-2 por donde intentó colarse Rodrigo De Paul. Al argentino le costó entrar como titular en los planes del portugués, pues adaptarse en su primer año mientras definía su posición en el campo resultó su mayor obstáculo. En ese último sistema parecía encajar como nadie en la plantilla, pero cuajar tampoco se puede decir que cuajó.
Hoy día es extraño que el mediapunta no quede acostado a una banda, disponga de labores defensivas o se mueva por todo el frente, incluyendo desmarques hacia portería. En ese abanico se reconocen los distintos perfiles de la demarcación. Nuno juega sin mediapuntaDe Paul llegó a Valencia como un futbolista de tres cuartos de cancha y últimos metros, que jugaba por delante de la altura de la pelota y que conducía la misma cuando recibía. Como en la filosofía de Nuno las bandas son ocupadas por extremos o delanteros, la figura del cuarto centrocampista partiendo desde un costado para tener superioridad en medio campo chocaba con De Paul de falso extremo, teóricamente izquierdo. El ex de Racing sólo podía ser centrocampista.
De Paul podría haber encontrado y adaptado a esa posición
La baja de André Gomes en este inicio de temporada ha habilitado una posible ubicación para que Rodrigo progrese y concrete su potencial, al menos en este Valencia. Si pensamos en sus características básicas, resumidas unas líneas atrás –«futbolista de últimos metros, que jugaba por delante de la altura de la pelota y que conducía la misma cuando recibía»-, no es nada descabellado que podamos relacionar a Gomes con tales funciones. Como uno de los baluartes valencianistas fue la diferencia de alturas entre Parejo y André, con el luso recibiendo a espaldas de mediocentros y acelerando con sus conducciones en las transiciones, el rol de De Paul, por potencial o por descarte, es precisamente ese: interior zurdo escalonado. Ahí ha venido jugando el de Sarandí ante Mónaco y Rayo Vallecano. Con el resultado cosechado en la ida, parece factible que Nuno opte por Fuego, Parejo y Enzo Pérez, pero de esas probaturas quizás haya nacido un sitio para Rodrigo De Paul.
Andrés 25 agosto, 2015
Buenos días,
A mi no me disgustó ver a Rodrigo en el interior izquierdo contra el Mónaco. Sobre todo me gustó sus lanzamientos en profundidad hacia la esquina izquierda donde aparecía Gayá como un rayo. Lo que no tengo tan claro es si puede darle continuidad a ese juego o son ráfagas de fútbol…