En la pasada final de la Copa del Rey, Mikel Balenziaga recibió la novedosa misión de realizar un marcaje al hombre a Lionel Messi. Debía perseguirle allá donde fuese, su fin consistía en anticipársele en cada acción y reducir así sus apariciones con balón. Al principio le fue bien, se le adelantó un par de veces e incomodó al argentino. Mikel parecía exultante. Pero Leo se enfadó y marcó un gol de los que marcaba en 2010, de los de regatearse a medio equipo rival durante conducciones de 50 metros. Balenziaga perdió la moral, y el Athletic, hasta el sentido común. No hubo partido tras aquel puñetazo.
Suárez e Ivan, recolectoresEntre los muchos desequilibrios tácticos que forzó Messi una vez se calmó y leyó y descifró el sistema de Valverde, destacó aquel que tuvo como víctima principal al pobre Aymeric Laporte. Leo bajaba bastante a recoger la pelota y además centraba su posición, dejando al Athletic Club sin lateral izquierdo, porque Balenziaga le perseguía. En ese punto, tanto Rakitic como, de manera protagonista, Luis Suárez caían a esa zona, abrían a Laporte y le encaraban en unos contra uno sin ningún vasco más cercano a dicho reto. Tanto Luis como Ivan, cada uno en su nivel, firmaron uno de los mejores choques de sus respectivas temporadas.
Las ausencias de Alba y Pedro podrían favorecer a Balenziaga.
Atendiendo al precedente, cabría presagiar un sistema defensivo bilbaíno completamente distinto al empleado en la Final del Camp Nou, por supuesto exento de marcas individuales y, más aún, de marcas individuales a Messi; pero esta noche habrá dos diferencias con respecto a aquel duelo que podrían decantar a Valverde por repetir la propuesta. La primera, que el tono físico, al contrario que entonces, le podría ser favorable. Quizá haya preparado de forma más prioritaria que el Barça esta Supercopa, y encima los culés vienen de disputar una dura prórroga ante el Sevilla en Tiflis de las que en pretemporada dejan secuelas. El segundo factor a considerar serían las bajas de Jordi Alba y Neymar JR. Si la inestable situación personal de Pedro volviera a dejarle en el banquillo, Luis Enrique perdería profundidad por banda izquierda y, así, el típico alley oop que sirve Messi hacia allá. Semejante circunstancia minimizaría el territorio a defender para el Athletic, le permitiría bascular más hacia la zona izquierda y gestionar con mayor margen de maniobra el hecho de que su lateral zurdo no ocupase la zona propia del lateral zurdo. En principio, lo de la marca al hombre parecería hoy bastante más sostenible que en la cita de hace dos meses y medio. Y si entonces Valverde le encontró un sentido, no debe descartarse que esta noche se lo vuelva a encontrar otra vez.
@VGordoA 14 agosto, 2015
El planteamiento de Valverde y la ejecución de sus defensas en la Final de la Copa del Rey fueron bastante deficientes. Messi es increíble y es muy difícil de parar hasta en sus peores días, pero hay algo que saben hasta los bebés: no puedes entrarle de frente cuando está driblando, porque te mata sí o sí. Bueno, pues esto es lo que hicieron cuatro defensores del Atheltic en el primer gol y durante buena parte del partido.
De verdad, ¿tan difícil es saber que la mejor forma de parar a Messi es correr en paralelo con él a su izquierda? Creo que ha habido sobradas muestras de ello: Lass Diarra, Krychowiak, Pepe, etc. Bien es cierto que, aunque no se suele decir, Messi es un superdotado físicamente: tiene una potencia y una velocidad de corredor de 100 m. Pero desde luego ir de frente mientras dribla no es la solución. Otra forma de pararle es negarle el paso frontal y que cuando drible hacia la izquierda, otro compañero le intente rebañar la pelota, como el Sevilla en la prórroga.