Afirmó ayer Ruslan Rotan, capitán del FC Dnipro, que el Sevilla tiene «todo lo que pide el fútbol moderno». Y no le falta razón. A una solidez notable en su área propia y un contraataque de primerísimo nivel, Emery ha sabido agregar a lo largo de este 2015 un ataque posicional que también funciona. Su clave, el triángulo formado por Aleix, Banega y Bacca. Y cuando no basta, entra al campo Reyes.
El FC Dnipro es muy agresivoCualquier cosa distinta a un cerrojazo del Dnipro causaría sorpresa. A base a repliegues bajos, ha ido pasando rondas hasta alcanzar la gran Final, y no hay motivos para cambiar de plan ante el Sevilla FC. Lo que Unai Emery esperará será un fortín formado por 10 ucranianos en la inmediaciones de la frontal del área de Boyko. Boyko es el portero del equipo y, a su vez, uno de los jugadores más decisivos de esta Europa League. Para terminar de corroborar el estilo del Dnipro, conste el siguiente dato: hasta ahora, la Fiorentina ha visto 28 cartulinas amarillas, el Sevilla 31 y el Dnipro, en el mismo número de partidos, 51. No hace prisioneros.
Konoplianka atacaría a Aleix si éste fuese el lateral derecho.
En circunstancias normales, el lateral derecho sevillista sería o Coke o Diogo. Al fin y al cabo, por bien que haya funcionado en esa posición, Aleix es nuevo en la misma, y en una Final, se prioriza la seguridad. Si encima sumamos que la estrella del rival, Konoplianka, ataca justo por ese lado, parecería aún más lógico que Emery alinease un lateral puro.
De confirmarse, el Sevilla alternaría la salida de balón en corto -Ever bajando a recibir- con la larga -juego directo a Bacca-, desviándose en campo contrario hacia la zona de Aleix, que sería el extremo derecho. A partir de ahí, Aleix se detiene y los propios Ever y Bacca se pegan a él para formar el triángulo, siendo el argentino el vértice bajo y el colombiano, el vértice alto. El nivel asociativo crecería y las paredes y toques de clase tendrían por meta habilitar a la espalda de la defensa bien al mismo Aleix bien al lateral, que desdoblaría en cada ataque. En caso de atasco, Trémoulinas y Vitolo (Reyes) esperarían el cambio de orientación. El ABC de este Sevilla se resume en eso. Otro detalle, las subidas de M´Bia o Iborra para ayudar a Bacca a bajar envíos largos.
Cuando Reyes se junta a Aleix, Banega y Bacca, hace magia.
Pero ocurre una cosa. Se vaticina un repliegue tan, tan, tan radical del Dnipro que cabe cuestionarse hasta qué punto sería más necesario un lateral puro que la creatividad de Reyes. Sobre todo porque el propio Konoplianka formará parte del cerrojazo ucraniano, como presentó Eduardo J. Ustáriz en el análisis que le dedicó. Y si Aleix ejerciese de «2» y Reyes de extremo derecho, como ante la Fiore en el Pizjuán, el escenario cambiaría un poco. Ordenado así, el Sevilla abandona bastante la salida directa y convierte a Aleix en el hijo del Dani Alves de Juande. O sea, se erige en la salida de balón sevillista. Una vez cruza la divisoria conduciendo la pelota, ocupa posición de extremo y Unai dibuja, como en la variante anterior, el triángulo comentado. Pero con un añadido: en el centro de esa figura creada por Aleix, Banega y Bacca, se sitúa Reyes, con su magia -a veces, él y Ever intercambian posiciones-. Con esto, el Sevilla no gana sólo categoría en el espacio reducido, sino también de ese cambio de orientación hacia Vitolo, pues ya habría dos hispalenses capaces de realizarlo, Ever y José Antonio.
Amén de lo táctico, no puede ignorarse lo que más importa: el valor de los detalles. Un regate, un pase, un chut, un control… cualquier toque puede resolver una Final. Y precisamente en ésta, nadie atesora más talento que el nacido en el pueblo de Utrera. Aquí, el genio es Reyes.
@javi15195 27 mayo, 2015
El contexto que parece darse en la final es muy similar al que pudimos ver con el Zenit en el Pizjuán. Los rusos bastante cerraditos y gestionando alguna buena posesión que otra cuando gozaban de respiro en campo del Sevilla. La segunda parte Emery le da un aire nuevo al equipo. Quita a Coke e Iborra e introduce a M'Bia y Denis. El Sevilla empieza a estirar con Aleix y Tremoulinas por fuera y, para mí, la clave fue ese trío de mediapuntas que dejan un segundo tiempo de fútbol imborrable. Banega, Reyes y Denis formando constantes triángulos y comandando la posesión con una calidad y una personalidad tremendas. ¿Requerirá Unai Emery a este trío de futbolistas para abrir brechas en la defensa rezagada del Dnipro?