31 centros al área dibujó el Atlético de Madrid para vencer a un Espanyol que salió al Calderón con la intención de no conceder tantos, desbaratar la mayoría y buscar al contragolpe sus opciones de puntuar. Lo hizo sin Victor Sánchez, baja de última hora que dio entrada a Salva Sevilla al lado de Cañas. Enfrente, Simeone salió a ganar el partido en la primera parte, tramo concedido a varios jugadores titulares amenazados con posibles lesiones -Tiago- al jugar partidos internacionales. Los rojiblancos salieron a dominar y los periquitos a contragolpear; entre medias, el siguiente análisis.
Arda, Gabi y Juanfran, determinantes como ante el Sevilla
Se pierde la cuenta de lecturas que un equipo tan definido como el Atlético del ciclo Simeone va dejando sobre el camino. Añadimos una más: su % de posesión en términos estílisticos -su circunstancia análoga-, son los centros al área. Cuántos más ponga, más presencia en el partido tiene. Koke apareció letal como ’10’Los tiros a puerta creados y encajados cifran el dominio total pero mientras juegue con Raúl García y Mandzukic como puntas -más trabajo que producción ofensiva-, los Xavi e Iniesta del Manzanares se llaman Ansaldi y Juanfran. En este renovado proyecto 2014, sigue el entrenador argentino creando mecanismos de profundidad, con dos puntas fijando a dos centrales, la mediapunta para Koke -por momentos brillante-, y Arda Turan ganando la posición a lo Felipe Reyes sobre el lateral rival. Esto suena un poco primario pero el aclarado parece indefendible cuando Juanfran distrae por fuera, Gabi atrae al volante (Víctor Álvarez) y Arda Turan es el elegido para llevar a cabo el movimiento. Si a Tremoulinas lo ajustició una y otra vez, en esta ocasión fue ese cambio obligado Víctor por Salva Sevilla lo que hizo a Sergio perder la banda. Juanfran rompía en ventaja sobre Fuentes una vez el turco merodeaba con la lámpara.
Esta clara ventaja se tradujo en innumerables saques de esquina, es decir, apareció el Messi rojiblanco. Perdidos Costa y Courtois, el Messi del Cholo es el córner. Hasta llegar aquí, Sergio González tenía al menos una carta guardada a pesar de ceder profundidad. Y era Sergio García + la inexistente transición rojiblanca. Con Juanfran como extremo de facto, Sergio García tiraba un apoyo a la banda a su espalda cuando los suyos podían recuperar la pelota. En la primera vez que salió, el mago catalán le tiró un caño a Giménez, enfiló portería y se invento un abrazo de gol que Miguel Ángel Moyá salvó con su estado de forma. La segunda, al borde del descanso, pilló también a Ansaldi muy arriba. La consecuencia de que el Espanyol pudiera salir residía en que el Atlético de Madrid volvió a evidenciar que no puede correr o trenzar apenas sin la bota de Griezmann ni el galope de Cerci. Así que balón largo, juego reiniciado por pérdida o Arda haciendo de Derviche.
González tenía en su tocayo García la opción de castigar
Tras el 1-0, Sergio dio entrada a Alex Fernández y Paco Montañés, explicando en sala de prensa que con el primero buscaba juego entre líneas para filtrar hacia el costado del segundo o la dejada de Caicedo en 3/4. Un Espanyol al que le está costando conocer su velocidad media, su ajustado nivel de intensidad, equilibrio y reconocimiento. Si bien, está sumando y sigue teniendo puntuales mimbres en todas las líneas, desde portería hasta delantera, para ser competitivo en este campeonato. Esta vez chocó, como tantos otros, con el Messi del Calderón.
Abel Rojas 20 octubre, 2014
Coincido al 100% con Arroyo en lo de Koke. La profundidad se alcanzaba con Juanfran por la derecha -las ayudas de Salva Sevilla a Fuentes y Álvarez eran "impresionantes" :-P), pero el peligro de verdad surgía cuando Tiago encontraba a Koke en zona de mediapunta.
Atlético muy solvente en cualquier caso.
Lástima la lesión de Sergio. En el primer tiempo hizo dos de las suyas, una por la izquierda y otra por la derecha. Siempre es un placer verlo. La de la izquierda me pareció espectacular.