El Atlético de Madrid recobró sus constantes y goleó al Sevilla de Emery por cuatro goles a cero. Entre tanto y tanto, dos de ellos a balón parado, pudo verse de nuevo y por fin a ese equipo pétreo y sin erratas que no asume ningún riesgo y exige al de enfrente una proeza si quiere crearle una ocasión. Mucho para Unai.
Los dos onces sorprendieronEl vasco y Simeone se dieron la mano y acordaron un encuentro inesperado. Ambos onces fueron revolucionarios. Del lado colchonero, un 4-1-4-1 con Arda, Gabi, Saúl y Koke entre Tiago y Mandzukic. Del hispalense, un 4-3-3 con M´Bia y Krychowiak entre Carriço y Carlos Bacca. Con la perspectiva que dieron los hechos, cupo suponer lo siguiente: el Atleti ajustó para mejorarse a si mismo y el Sevilla para adaptarse al Atleti. El plan local encontró éxito y el visitante, ante el cambio local, no encontró sentido.
Los 45 minutos que jugó Gabi fueron de un nivel realmente alto.
Como tantas veces ocurrirá, el campeón se vio forzado a llevar el peso del partido ante un conjunto encerrado, y esta vez lo hizo con fluidez. Gabi y Saúl, los dos de dentro, fueron el factor agresor. El Atlético salía por fuera, ya fuese vía lateral o con un pase de Tiago hacia la banda, y fijaba posesión sobre la cal en pies de Koke o pies de Arda. Y esa posición tan abierta de estos dos fue lo que despistó al Sevilla. No se sabía si dichos volantes eran responsabilidad directa de Krychowiak y M´Bia o si de Figueiras y Trémoulinas, así que ninguno de los cuatro iba con convicción a la marca, y cuando cualquiera de ellos dejaba su espacio vacío, bien Gabi o bien Saúl rompían hacia el mismo con la mayor de las determinaciones. Saúl, que es muy bueno en estas acciones, lo bordó, pero lo de Gabi fue otro nivel. El capitán de Simeone firmó su mejor actuación del curso.
Juanfran fue una pesadilla para Trémoulinas, Vitolo y Denis.
Con 2-0 y sin que el Sevilla hubiese chutado todavía -ni entre palos ni fuera- se llegó al descanso. Y tras la reanudación, tres cambios. Raúl García entró por Gabi, por precaución, y Banega y Denis por Kolo y Vitolo, buscando una reacción. Al retornar los andaluces a su 4-2-3-1 habitual, ganaron cierta cohesión, y alguna vez inquietaron desde su lado izquierdo, pero sin grandes novedades. De hecho, fue en ese mismo costado, con un Juanfran pletórico en ataque, donde se siguieron produciendo las principales ocasiones del Atleti. En fin, una noche grande para el Calderón y un traspiés sin más para Unai Emery. Un equipazo le sorprendió y encima era su tarde. Son cosas que pueden suceder y que, bien administradas, sirven para mejorar.
@javiarenales 28 septiembre, 2014
Pues a mí, el primer tiempo del Atlético no me gusta, desde el punto de vista ofensivo.
Es cierto que es muy complicado atacar a un equipo tan bien trabajado atrás, pero para mí, el Atleti fue demasiado lento con el balón. Creo que la única solución interesante la daba Arda con sus recepciones de espaldas.
Nos vimos favorecidos por una eficacia máxima, que por otro lado, es una gran noticia, pero el primer gol viene de rechace, eso sí, tras una de las pocas jugadas bien trenzadas del primer tiempo; y el segundo gol de una estrategia muy bien realizada, amén del fallo del Sevilla en el marcaje a Miranda.
Los del Cholo sólo me gustaron ofensivamente los diez minutos siguientes después del tanto, favorecidos por la inercia de ponerse por delante. El Sevilla no se acercó al área del Atleti en esta primera mitad, fuimos sólidos, pero también creo que esto fue más demérito del Sevilla por tirar las líneas tan atrás. Tenían demasiado campo que recorrer.
La segunda parte, en cambio, sí me gusto. El Atlético, en nuestro rol habitual de esperar juntos atrás, ceder el balón y presionar la salida rival siempre que pudiéramos, sí estuvo muy acertado. Y aquí, si que creo que hay que celebrar la solidez que mostró el equipo. Cero ocasiones del Sevilla, a pesar de ser dominadores del esférico durante los segundos cuarenta y cinco minutos. Mucho mérito y más al jugar contra el Sevilla más imaginativo posible, con los cambios de Banega y Denis. Gran noticia.
En definitiva, creo que el 2-0 al descanso disfraza los problemas que tuvimos para fluir con la posesión en el primer tiempo. En cambio, finalizamos el partido con buena nota y conseguimos una victoria muy contundente que nos dará alas en una semana muy complicada. Ojalá ante Juventus y Valencia confirmemos esa solidez total que tuvimos ayer, porque a partir de ahí, será mucho más fácil tener tranquilidad para crear un mecanismo ofensivo que nos dé réditos en un futuro cercano.