El Almería no anda muy satisfecho con los caprichosos designios del fútbol, pues conforme ganó consistencia y mejoró resultados el equipo andaluz fue perdiendo ángel hasta caer de nuevo. Ayer los de Francisco empezaron mejor de lo que siguieron, pero nunca mostraron demasiado ante un Rayo que, por el contrario, viene sumando virtudes tras pintar realmente mal. La reacción vallecana se asienta sobre varios factores, entre los que hay que destacar la mano de Paco Jémez ajustando defensa y salida a baremos más ortodoxos, pero ante el Almería lo que más lució fue una línea de mediapuntas oblicua que enorgullecería al viejo Epaminondas: Larrivey y Rochina cocinan la ventaja en el centro, Bueno y Falqué profundizan por la izquierda y la derecha remata el partido.
5 comentarios
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Marc, ¿te sabes de memoria todos los planteamientos estratégicos de todas las batallas antiguas?
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Si el Rayo vuelve a salvarse yo creo que habrá que hacer un 38 Ecos exclusivo de la etapa Jémez para reflexionarla a fondo, porque tiene migaxD
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…y nadie tosió al Batallón Sagrado de los tebanos hasta Alejandro Magno. Jémez puede que se parezca a Epaminondas en cuanto que optimizador de recursos, pero creo que su labor está más cercana al heroísmo de los Trescientos que a la hegemonía beocia…
Del que por cierto cabría escribir una epopeya clásica es del Betis: si a pesar de bajar logran llegan a la final de la Europa League, lo suyo dará como mínimo para una Anábasis…
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A mí me sorprendió para bien el Rayo como lo hizo en Anoeta hace unos días. Muchos menos problemas en salida de balón, ordenados a través del pecho de Larrivey y con los mediapuntas dando mucho dinamismo en zona de 3/4 al ataque. Ahora el Rayo es un equipo con mucho más sentido. Más sólido, menos vulnerable, más peligroso y, sobre todo, más competitivo. No es poca cosa.
@bimbix 16 marzo, 2014
era el título. el mejor.