Punto 1: Como es costumbre cada vez que el árbitro señala penalti, Neymar comenzó el rastreo de la pelota, listo para colocarla sobre los once metros e iniciar el ritual de concentración. Para su sorpresa, esa pelota se hallaba ya en manos de otro; concretamente en las de Ronaldinho Gaucho. Ney, con gesto tembloroso, hizo ademán de reclamar lo que consideraba suyo, pero enseguida sintió el rubor y se marchó de allí. Esta anécdota, a simple vista intrascendente, oculta un problema que Scolari ha de solucionar si de verdad cuenta con Ronaldinho para el futuro. Neymar no fue el líder de Brasil en el campo, y su debut junto a Dinho no tuvo aroma positivo. Al Balón de Oro 2005 siempre le costó jugar sin la bola. Su fútbol de espaldas es limitado, y ese sistema de permutas entre los tres mediapuntas suena demasiado exigente para él. No es Kaká. Rijkaard nos regaló al mejor Ronaldinho fijándolo en banda, teniéndolo permanentemente de cara para que pudiera exhibir su golpeo. Neymar y Ronaldinho no arrancaron bien.
La mezcla Neymar-Ronaldinho-Scolari no tuvo un buen debut
Punto 2: La medular canarinha hizo bueno aquello de “¿qué fue antes: el huevo o la gallina?”. En un colectivo que no fluye por delante, es complicado que los de atrás puedan romper, pues no hay espacios a los que percutir. Del mismo modo, una base de la jugada rígida que no genera ventajas afectará a todo lo demás. Paulinho y Ramires se esforzaron en contentar a su entrenador. Nos quedó claro que con Felipao, Brasil jugará con un doble pivote bastante simétrico de entrada. Sus integrantes fracasaron por igual, aunque Ramires ganó a los puntos. Ni siquiera apareció por allí Óscar, un cambio de posiciones que haría feliz a Ramires, deseoso de volar como en el Chelsea de Di Matteo. El camino hacia 2014 recién empezó. La verdeamarelha tiene curro con su sala de máquinas.
Punto 3: Como se temía, el retorno defensivo de Neymar y Ronaldinho fue una debilidad. Johnson y Cole, laterales de los pross, tuvieron una tarde para el disfrute. Con los mediocentros brasileños teniendo que bascular a menudo, Inglaterra aprovechó para lograr múltiples superioridades interiores. Rooney se alejaba de los centrales, liberando a Jack Wilshere, la estrella de la noche. El fenómeno inglés (lleva dentro un potencial como para catalogarle así) rajó a Brasil con sus conducciones. El planeta fútbol es más interesante con Jackie entre nosotros. Será la gran figura británica en ese Mundial que, a un año y pico de su despegue, ya nos vuelve locos.
letissier 7 febrero, 2013
Que festival de Jackie ayer.. Posee esa capacidad rara vez vista en los medioscentros, esa capacidad del cambio de ritmo en conducción, la habilidad de zafarse de los contrarios en la carrera, sin ser un jugador que destaque en físco y potencia. A parte en la toma de decisiones parece que esté jugando hace 10 años al más alto nivel. Pero yo aún nose donde es mejor, si más en base de la jugada, acompañando al pivote posicional; o de 10 liberado. Encima zurdo, si es que lo tiene todo para ser jugador fetiche.
En cuanto a Brasil, me atrae bien poco. O espabilan o se la pegan de cara en su tierra, pienso.