División es un concepto feo. Molesto. Desagradable. Sin embargo, al menos por ahora, su uso no es suprimible ni evitable. Y hay que realizar este matiz temporal porque existen ejemplos esperanzadores. Ejemplos cuya génesis se asienta

Nicosia (Lefkosia), además de ser el orgulloso hogar del APOEL, es la última capital dividida de Europa. De una forma crónica y directa, los diversos conflictos sociopolíticos derivados de la larga ocupación otomana en Chipre han formado la identidad cultural de un club rebelde y luchador.