El RC Celta de Vigo es y sobre todo será lo que Iago Aspas y Rafinha Alcántara quieran que sea. Desde su llegada al banquillo celeste, y especialmente en este último mes de competición, Óscar García Junyent ha optado por la opción más coherente, que en muchas ocasiones -incluido esta- suele ser la más sencilla de elegir y la más compleja de llevar a cabo al mismo tiempo: todo el sistema gira en torno a los dos jugadores más talentosos del equipo celeste.
El Celta está alejando a Rafinha y Aspas lejos del área rival
Óscar García les está dando muchísima libertad -posicional y creativa- a Aspas y Rafinha. Moviéndose siempre en polos opuestos, cada uno en un lado del campo, con Iago, como ante el Sevilla FC, desde el sector derecho, y Alcántara en el sector contrario, el Celta se ha entregado por completo a la calidad técnica de sus dos mejores futbolistas. En un dibujo que no se ha establecido aún fijo, entre la defensa de tres centrales, la línea de cuatro y la mezcla entre ambos, el sistema celeste sale, progresa y se junta a través del enorme protagonismo del ‘10’ y del ‘12’. Siempre alejados. Siempre en diferentes alturas. Y tan diferenciales.
A la espera de ver cómo funcionan los últimos en llegar, Bradaric y Smolov, este equipo necesita imperiosamente que Rafinha, en un escalón inferior, y Aspas, en el posterior, intervengan mucho. Que lo hagan muchas veces, con bastante continuidad y que, por supuesto, le ofrezcan al equipo todas las cosas que en este momento necesita. Calidad, cantidad y una personalidad hecha de ‘afouteza e corazón’. Porque como reza el himno del propio Celta, la afouteza «es la disposición de quien actúa sin temor a las dificultades». Y de esto tanto Iago como Rafinha van muy sobrados.
El Celta depende en estos momentos de la calidad de ambos
La idea es que ambos convivan alejados fuera del área para que el propio sistema logre conectarlos en la zona de finalización. El pase de Rafinha a Aspas en el gol ante el Sevilla es la jugada en la Óscar García ha venido invirtiendo mucho en las últimas semanas. Lo cierto es que el Celta, en términos cualitativos, viene dándole muy pocas cosas a ambos tan lejos de la frontal. Pero esto, en realidad, es parte del propio plan. Tener a Rafinha y Aspas separados por 30 o 40 metros en cada acción ofensiva es una garantía de que el Celta ataque siempre con los tres carriles ocupados. Si bien es cierto que ambos, por su propia naturaleza, son dos futbolistas que tienden a pisar por dentro en cuanto tienen ocasión, el hecho de que se estén moviendo tanto, y de una forma tan complementaria, es una bendición para un equipo con tantos problemas de fútbol y confianza, hasta que el sistema empiece a sumar más certezas y automatismos para la causa. Si a inicios de esta misma temporada, con Denis, Mina, Aspas y Rafinha en el mismo once, era hasta contraproducente que el brasileño interviniese tanto y tan abajo en los primeros pases del equipo, en estos momentos, en una situación tan delicada, el ‘10’ y el ‘12’ del Celta se han propuesto aportar toda su calidad al famoso lema de que ‘Isto vai de corazón’.
AdrianBlanco_ 12 febrero, 2020
Ya apetecía escribir sobre el Celta de Óscar García. El Celta de Iago Aspas y Rafinha Alcántara. 😀