El titular de esta crónica bien valdría para los dos equipos que la protagonizan. Por un lado, incómodo para sus rivales, el Athletic Club ha encontrado una solidez de gran nivel desde que es liderado por Gaizka Garitano, como quedó demostrado ante la visita del Atlético de Madrid, afectado por los acontecimientos y desorientado entre tantas bajas y ciertas modificaciones tácticas. El desarrollo y desenlace vio a un Athletic calmado, paciente, muy competitivo en campo propio y con armas para pescar en río revuelto y ante retaguardias dubitativas, la de un Atlético que tuvo más tiempo el balón pero que no pudo darle profundidad y mimo a falta de laterales largos y protagonistas y con el anunciado tridente Griezmann-Costa-Morata.
Compartiendo algunos rasgos con otros colectivos, sin irse demasiado lejos además (Alavés), el conjunto vizcaíno lleva mucho tiempo caracterizándose por saber sacar mucho partido de la falta de creatividad de sus rivales. Todas las ideas que ha ido superponiendo Garitano han ido encaminadas a simplificar el sistema en cada mitad del campo, siendo más ambicioso en el orden colectivo, recuperar el ánimo del futbolista para después pedirle un compromiso que permita reducir las ocasiones del rival, competir en igualdad aunque parezca una inferioridad táctica y poder golpear arriba con la velocidad de Iñaki, el caracoleo de Muniain y, como ayer, los movimientos de Ibai, los cuales, caprichos del destino, entre la banda y la mediapunta derecha, hizo un daño similar en forma a lo que Bernardeschi ocasionó hace apenas unos días en el Allianz Stadium de Turin.
Garitano y su Athletic volvieron a mostrar una gran competitividad
El Atlético, ante tantas bajas en los laterales, saltó a San Mamés con Griezmann en banda derecha y Costa y Morata arriba, pero el concepto de bisagra del francés, como enlace desde el costado, no compareció como una ventaja, sobre todo porque se notó la espesura general, el desacierto de los puntas ante un grandísimo Yeray Alvarez y por encima de todas las cosas, las dificultades que Saul y Juanfran tuvieron para ayudar a crear un lado soberano con balón, poderoso, superior, que permitiera establecerse arriba y poder defender en campo ajeno tras la pérdida. El conjunto colchonero apenas creó ocasiones de peligro, comprando boletos para tentar a la suerte que el Athletic se supo ganar.
Entre las decisiones del Cholo estuvo devolver a Koke a la banda izquierda, y si bien no estuvo por encima de sus compañeros en el acierto, volvió a dejar la sensación de que su ubicación en ese costado devuelve la sensación de sistema adquirido que por ningún lado más se le ha reconocido al Atlético más allá del mes de enero, en el que Lucas y Arias abrieron el campo a la vez y tres mediapuntas recogían los envíos de Thomas y Rodri. Llegado a un punto del encuentro en el que al Athletic nunca se le vio incómodo sin protagonismo, llegaron los cambios de Garitano. Córdoba en izquierda y Kodro arriba sumaron puntería para darle al Athletic mucho más que una victoria, certificando el fin de los problemas y el principio de las oportunidades.
AdrianBlanco_ 17 marzo, 2019
Los centrales de Garitano siguen sumando actuaciones muy positivas. Anoche no estuvo Iñigo Martínez, pero la pareja Yeray-Núñez sostuvo muy bien al Athletic. Se están imponiendo en el área. Pero también fuera. Y con la pelota, que con lo directo que juega este equipo es importantísimo para buscar en largo a Williams-Raúl García.