El primer tiempo en Vallecas estuvo marcado por la inoperancia del Atlético de Madrid en la gestión de la pelota. Sin Koke, con un Saúl bastante espeso en el pase y sin que los laterales produjeran ventajas por sí mismos, el Rayo Vallecano dominó durante muchos minutos.
Míchel dibujó la que viene siendo segunda variante del equipo rayista en el presente curso: un 5-4-1 en el que, en esta ocasión, Trejo actuó como volante izquierdo en medio campo en la fase defensiva, haciendo lo propio Embarba en la defensiva, ensuciando ambos siempre el pase lateral –el que era más sencillo- sobre Arias y Filipe Luis.
El Atlético de Madrid se mostró muy espeso sin balón durante toda la primera mitad
El resultado fue un Atlético de Madrid con nula continuidad con balón. El Rayo tapaba bien líneas de pase y anticipaba siempre en el cinco contra cuatro cuando el cuadro rojiblanco intentaba, sin éxito, colar un envío vertical. A partir de ese dominio defensivo apareció el hombre del partido, Raúl de Tomás.
El jugador cedido por el Real Madrid dio un recital de juego de apoyos y precisión a la hora de controlar y soltar sobre la carrera de sus compañeros. A partir de él otros pudieron correr dirección Oblak, que de nuevo volvió a ser un argumento competitivo de primera fila para que el cuadro rojiblanco consiguiera finalmente llevarse los tres puntos.
Raúl de Tomás impidió que el Atlético controlase el encuentro
En la segunda mitad Diego Pablo Simeone decidió que si no era por las buenas, iba a ser por las malas, y agitó el árbol aún con el riesgo de que la gestión de pelota pudiera resultar más caótica y el contragolpe para el Rayo, más sencillo. El argentino dio entrada a Diego Costa, que jugó junto a Morata y desplazó a Griezmann a la banda izquierda, con Lemar en el perfil derecho.
El trabajo sobre los centrales rayistas pasó en ese momento a ser siempre en vertical, y el movimiento de Griezmann desde izquierda fue pisar carril central y ocupar el área, produciéndose en ocasiones un tres contra tres contra la zaga del Rayo que, aunque no provocó control y un caudal ofensivo estable, al menos significó una intimidación que el Atleti no logró bajo el planteamiento inicial.
Jay Monty 18 febrero, 2019
El nivel individual de Saúl, Filipe y Arias marcan el devenir del partido hasta que el Cholo decide saltarse el centro del campo y jugar un fútbol ultra-directo.
Para mi el principal problema -más allá del bajo nivel de esos tres futbolistas- es que el Rayo estaba impidiendo juntar a Rodri con Lemar o Griezmann en zona de 3/4 de campo. El ATM solo tenía salida por bandas y ahí el Rayo mordía.
Saúl le facilita la decisión al Cholo de juntar de nuevo a Rodri-Thomas para el miércoles.