La salidas de Maurizio Sarri y Jorginho dirección Londres obligaron a Carlo Ancelotti a una reestructuración del modelo de juego del Napoli que, a pesar de la buena velocidad que ha alcanzado el proyecto y, quizás lo más sorprendente, el poco tiempo que ha tardado en conseguirlo, ha tenido modificaciones importantes. Algo nada sencillo en un equipo que había conseguido desarrollar de forma mecánica un plan de juego que le había situado año tras año como el segundo del fútbol italiano.
Jorginho fue un jugador fundamental para construir el Napoli de los últimos años
De hecho, Ancelotti trató de no tocar demasiado las cosas, pero sin un jugador específico para cumplir el rol de Jorgino -Hamsik no rindió como mediocentro en el 4-3-3-, el entrenador italiano adaptó el modelo y buscó dominar a partir de otros parámetros: iba a dar menos pases, iba a atacar de forma más reactiva, e iba a ocupar el espacio de forma diferente, tanto para progresar a través del balón como, y por consiguiente, planear la forma de recuperarlo.
En el nuevo 4-4-2 se advierte la asimilación de Ancelotti de que sin Jorginho, las construcciones ofensivas del equipo tenían que ser diferentes. Alzar a ambos laterales a la par, soltar a la pareja de interiores para potenciar el juego entre líneas, y que el plan contase con tres puntas representaba un riesgo si la cadena de pases no permitía a todo el bloque juntarse muy arriba y presionar en cada pérdida.
El Napoli de Ancelotti se ha adaptado a las circunstancias
Sin embargo Ancelotti -sin renunciar al balón, no imaginemos un Napoli perpetrado en su propio campo para contragolpear- ha decidido tomar algunas precauciones. Fijar un lateral atrás en salida de balón, añadir un centrocampista y buscar ataques más verticales dando antes espacio a su pareja de puntas, generalmente formada por Insigne y Mertens y que están teniendo un rendimiento óptimo, son algunas de ellas. Y ahí, Fabián Ruiz ha encontrado su espacio.
El exjugador del Betis es el volante izquierdo el 4-4-2 de Ancelotti, y está siendo una de las piezas más importantes en el nuevo plan de juego del equipo sureño. En primer lugar, su aportación con balón está resultando clave porque ha sabido adaptarse a esa nueva ocupación de los espacios estando lo suficientemente cerca de la circulación como para ayudar a que el equipo se pegue, y lo suficientemente lejos como para compensar que en muchas ocasiones ese Mertens – Insigne demande la pelota al pie.
Fabián ha crecido con Quique Setién, en un rol en el que ha tenido que aprender a esperar sobre un costado -aunque en el Betis fuera el derecho y esto por tanto le ha obligado a cambiar algunas jugadas que repetía sobre el césped del Villamarín-, y desde allí ayudar a organizar el juego de su equipo. Desde allí está ayudando a dar oxígeno al Napoli, ya que ni Callejón -el volante derecho del sistema, que promedia la mitad de pases que Fabián- ni Allan -el acompañante de Hamsik en el doble pivote- toman decisiones que ayuden al control en un sistema de juego más rígido con respecto a Sarri, en el que su movilidad en vertical ayudaba de por sí a generar espacios.
Fabián está siendo importante porque se está manejando bien tanto acercándose al balón como separándose de él
A partir de ahí, Fabián representa un punto de apoyo vital. El Napoli enfoca su salida hacia el perfil izquierdo, donde el andaluz sujeta la pelota, conecta con Insigne o Mertens -que por cierto, están mucho más cómodos moviéndose hacia ese perfil para después poder tener activada su pierna derecha hacia dentro- y permite progresión del lateral profundo del sistema -hasta el momento Mario Rui, pero rol que le vendrá genial a un Ghoulam que ya ha regresado después de una grave lesión-.
A eso hay que sumar el plus que está dándole Fabián al equipo con balón, que tiene que ver con la profundidad, lo que le da un valor añadido y explica por qué el español ha acabado haciéndose un hueco en los onces de Ancelotti. Con Rui ganando metros por izquierda e Insigne y Mertens combinando -los dos pequeños diablos lo hacen tanto en la corona del área en un ataque posicional como si han de lanzar un contragolpe cerca de la línea medular-, Fabián centra su posición y busca trazos verticales, lo que le está dando también situaciones de finalización.
Su trabajo defensivo en el 4-4-2 está marcando la diferencia de cara a mantener su puesto en el once
Por último, su capacidad física e implicación para regresar a su posición de partida es otro aspecto importante en el modelo de juego de Ancelotti en Nápoles. Mantener esa estructura de 4-4-2 a pesar de permitirle licencias ofensivas es básico, tanto para presionar más arriba si ese es el plan de partido, como para esperar en un bloque medio y tapar todos los espacios posibles sin que haya fisuras. Su físico y capacidad de trabajo se lo permiten, lo que completa una buena cantidad de motivos como para que Fabián Ruiz haya encontrado un hueco en uno de los mejores equipos del fútbol italiano.
David de la Peña 11 diciembre, 2018
Está jugando muy bien Fabián en el Napoli. Ancelotti ha encontrado para él un rol específico (en el que ojo, está haciendo muchas cosas), y lo más importante en mi opinión, se ha hecho muy útil en el post Jorginho.