
Si el Real Madrid puede conseguir en la noche de Kiev su tercera Copa de Europa consecutiva es porque la incontestable calidad técnica y competitiva de su actual plantel ha convivido con todo tipo de situaciones hasta la victoria. Desde lo emocional a lo táctico, la historia de los últimos cinco años no ha hecho más que añadirle retos, convertidos en memoria y experiencia, solventados desde todos los puntos de vista y con la extraña naturalidad que nada tiene que ver con la exigencia que impone una eliminatoria de la Champions League. La esperanza que maneja Jürgen Klopp, por tanto, es situar la final en el terreno de lo desconocido, aquel que zarandeó al Real Madrid en el Signal Iduna Park allá por 2013, cuando nada de lo que hoy acontece, conocido por todos, había sido narrado aún. Para infortunio de Klopp, enfrente, entre otras grandes individualidades, se encuentra un compatriota, Toni Kroos. El que todo lo conoce.
La importancia de Toni Kroos en los éxitos del Real Madrid no es fácil de consensuar o, al menos, de concretar. En un intento por lograr describir su relevancia, puede decirse que la personalidad del centrocampista germano ha otorgado a su equipo un poder de decisión con el que nadie cuenta cuando todo quema, bien por el contexto propio o por lo que el rival quiere hacer prender. No ha sido la temporada más brillante del ‘8’ blanco, pero su mera presencia, su significado como centrocampista, se torna indispensable ante cualquier planteamiento que busque el robo de balón y la aparición de transiciones y galopadas. En el fútbol jugado en esta edición, la Copa de Europa se ha estandarizado, han aparecido los espacios, se ha podido correr. El balón no ha tenido tantos dueños tiranos. Y Kroos es uno de los que tiene la capacidad de que todo eso se dé la vuelta en Kiev.
Modric, en ‘El País': «Le robaría a Kroos su tranquilidad y frialdad en el pase. Es increíble, pase lo que pase nunca se pone nervioso. Yo también soy tranquilo, pero él mucho más.»
La presión que realiza Jürgen Klopp, tan determinante como singular, no está pensada para realizar marcas individuales o presionar a toda pastilla a cada poseedor. Su virtud más particular reside en activar piezas defensivas que intentan robar a un receptor que tiene que gestionar una zona liberada pero sin una línea de pase clara posterior. Una vez recibe el que está ofreciéndose por dentro, todas las piezas que Klopp sitúa en campo contrario, que ya están posicionadas para ir estrechando espacios y activar la acción de presionar en el momento adecuado, rodean y cercan las salidas potenciales. Es la posición colectiva de la idea la que se basa en la razón para después, encontrar una emoción que descoloque al oponente. Por eso, Toni Kroos es la razón que elimina las emociones. Kroos impone lo intelectual.
Las virtudes de Kroos, a decir verdad, casan con planteamientos tanto replegados como más proactivos en términos defensivos. Su calidad posicional y técnica, unidas a su sentido del orden y la elaboración, sirve para dominar a equipos que se arman en campo propio, asegurando una pérdida de calidad y una negación del contragolpe, así como templa las presiones adelantadas, la respuesta natural a la corriente de dominio de la posesión y el juego de posición, escapando de situaciones que cualquier otro mediocentro entendería como un riesgo. Kroos es para el Real Madrid un punto de partida. Es poder comenzar de nuevo cuando todo parece perdido, como si pudiera tomar el mando a distancia y rebobinar hasta salir del atolladero. El Madrid deberá descansar en él y habilitar un circuito de salida utilizando, precisamente, la verticalidad de la presión rival.
El alemán, precisamente, utiliza como nadie la fuerza opresora de la presión adelantada para inspirar su juego. Kroos es un tipo ultracalmado que está tomando decisiones potencialmente arriesgadas con un acierto y un número de pulsaciones que se ha demostrado indefendible. Por eso, cuando el Liverpool fije marcas exteriores y rodee el principal apoyo interior, será importante que Kroos encuentre una vía lateral y, sobre todo lo demás, un apoyo por delante, aunque exija arriesgar batir una línea en inferioridad. Es común ver a Kroos dar muchos pases entendidos como no recomendables, sólo para encontrar una continuidad, dándole el mismo ritmo que la presión rival trata de producir. Su iniciativa para dar un pase en mitad de vorágines de presión, explica cómo el Madrid puede salir jugando.
Milner podría ser la carta ganadora si el Madrid envía mucho balón aéreo desde la defensa
Por contra, Klopp podría no buscar un robo adelantado, sino estrechar la zona de recepción, incomodar la circulación y forzar balones aéreos. Como el Liverpool presiona en bloque, la última línea defensiva acompaña la presión, siempre atenta a los movimientos de apoyo, pero sobre todo a los balones sin dueño. Y ahí podría tener relevancia la figura de James Milner. La polivalencia del centrocampista inglés se ha visto como importantísima una vez comenzaron a producirse bajas de calado. Y en la segunda jugada, en la ayuda defensiva y en la disputa ante el balón rebotado, puede estar el robo que Klopp necesite si su idea de la presión radique en la acción secundaria y no primaria. Si Klopp quiere escapar de Kroos, y prefiere arrinconar para ganar la segunda jugada, Van Dijk y Milner serán sus hombres de cara a la final.
Por eso, en clave Kiev, el Madrid encuentra en el pase vertical de Kroos, raso y hacia el apoyo de un hombre más adelantado, la oportunidad de desviar constantemente la atención. Medio segundo de retención puede ser contraproducente si el Liverpool ha cercado a los blancos, y es, por tanto, la posición lateralizada de Kroos para imantar primero y liberar con un envío tenso, un movimiento recurrente. Toni bate línea sobre el apoyo de un adelantado para recoger de vuelta dicho envío después y abrir al espacio vacío, una de las principales vías de escape del conjunto de Zinedine Zidane. Dentro de la presión asfixiante que durante tramos, puede que al inicio, tratará de articular el conjunto inglés, Kroos será su contrapartida. El contragolpe a un contragolpe. La capacidad de servirse de lo generado por el rival para descomprimirlo. Más de 70 pases por encuentro y un 94% de acierto en Copa de Europa razonan a Toni Kroos. Un centrocampista presto a convivir en paz entre el fuego enemigo.
nino 26 mayo, 2018
tengo varias preguntas para todos que me gustaria saber vuestra opinion.
1 – sacrificariais a Kroos para poder jugar en un 1-4-4-2 con Casemiro-Modric y Benzema CR7???
2 – de hacerlo con un 1-4-4-2, a que altura posicionariais a Benzema y CR7 en fase defensiva???
a la altura de los centrales o a la de los interiores. y si seria escalonadamente 1+1 central y MCD o los dos en pararelo a la altura de los centrales o de los medios???
3 – Bale izquierda o derecha???
4 – en caso de salir finalmente con un 1-4-3-3 quienes serian los jugadores de banda??? para mi gusto Bale fijo.
y luego que tipo de automatismos hariais servir para proteger las espaldas de nuestros laterales en la transicion ataque-defensa, en especial la de Marcelo????
gracias