Crónica de un ‘Piojo’, la virtud de molestar | Ecos del Balón

Crónica de un ‘Piojo’, la virtud de molestar


Yo era el molesto del barrio. Yo era el molesto, terminaba los deberes y me gustaba molestar, entonces a los chicos les gustaba salir a la calle y se juntaban con la pelota, y ahí iba el ‘piojín’, entre media de todos, a molestar. Y cuando no aparecía, me venían a buscar, llamaban al timbre… Y ahí empezaron con ‘el piojín’, ‘el piojin’. Mi madre ya ni se acuerda de que me llamo Claudio.

La historia de Claudio, el ‘Piojo’ López, va indiscutiblemente ligada a un apodo ilustrativo de lo que su figura fue durante sus años de esplendor. El delantero argentino elevó el contragolpe a una altura determinante, llegando a penetrar en según que mentes que llegaron a entender que, en dicho momento y de forma literal y categórica, no podían defenderle. Tanto en España como en Italia, el ‘Piojo’ hizo de su mayor virtud un altavoz diferencial, pues fue siempre el martillo que golpeaba a los equipos grandes. Y nada como eso para hacerse un nombre. Claudio López era el ‘Piojo’ porque había nacido para molestar. Llegado a Europa desde Racing de Avellaneda, en el que se despidió con un fantástico torneo Clausura de 1996, Claudio aterrizó en Valencia en mitad de un contexto que va a condicionar y construir su periplo en Mestalla. Su relato en Valencia debe citar a cuatro personajes especialmente relevantes: Jorge Valdano, Ariel Ortega, Claudio Ranieri y Gaizka Mendieta. Entre ellos emergió la figura del mejor ‘Piojo’. que tuvo que convencer a una afición de que su concurso y su titularidad compensaba más que la del ‘Burrito’. Ambos, figuras relevantes de aquella generación argentina post Maradona, compartieron plantilla pero no pudieron convivir juntos.

Valdano: «La aficion del Valencia se merecía un jugador como Ariel Ortega»

Ariel Ortega era uno de esos mediapuntas que casaban bien con el ritmo y las ideas que habían caracterizado a Jorge Valdano en Tenerife y Madrid. No había nadie tan talentoso ni imaginativo para ocupar una zona y desempeñar un rol tan necesario en un equipo que se entendía desde ahí. Valdano y Ortega eran las cabezas visibles de un proyecto concreto, de una idea que los haría indispensables mientras estuvieran juntos. El fútbol, que de paciencia entiendo bien poco, observó el declive de aquella obra, que no duró excesivamente demasiado. El ‘Piojo’, que no era el punta más potenciado dentro de su periodo de adaptación, con menos espacios para su arrancada, vio el cielo abierto con la llegada de Claudio Ranieri, seguramente el polo opuesto de Jorge Valdano. Tanta lejanía en los postulados de uno u otro iba a tener un significado determinante en el presente de las dos figuras argentinas. ‘Burrito’ y ‘Piojo’ intercambiaron los papeles. La simetría y el orden de Ranieri descubrirían al verdadero ‘Piojo’ López, al que todos recuerdan y al que cuyo apodo con más justicia le definiría. El contexto no era sencillo porque los métodos de Ranieri carecían de recursos para generar ilusión y encontrar soluciones en partidos de ritmo bajo y creación de espacios. El debate estaba latente: la afición pedía a Ortega. Un ‘Burrito’ que en 12 partidos de la temporada anterior había anotado 7 goles y dado 4 asistencias. Pero el prisma y la opinión cambiaron cuando el Valencia salía de Mestalla y chocaba con los mejores. Ahí, en un contexto táctico y anímico muy concretos, Ranieri y Claudio López se movieron mejor que nadie. Claudio molestaba como ninguno.

Con Ranieri se vio al mejor ‘Piojo’, el que dejó a van Gaal sin soluciones

En su trayectoria en España, pocas cosas se recuerdan tanto como lo que supuso para el Barcelona de Louis van Gaal enfrentarse al delantero argentino. El fútbol de la escuela holandesa, muy posicional y programado, contaba en aquel Barcelona con una zaga no del todo preparada para una perdida prematura o de mala calidad. Enumerar los tres centrales con los que contaba el técnico neerlandés resume a la perfección lo que terminó convirtiéndose en una auténtica pesadilla: Frank de Boer, Abelardo Rodríguez y Mauricio Pellegrino, todos de poca cintura y similar punta de velocidad. En apenas nueve días, con una eliminatoria de Copa del Rey y un encuentro de liga, Claudio López anotó seis goles en tres partidos, dejando a van Gaal sin argumentos: «No tengo a nadie que pueda pararlo». Aquel Valencia, en cualquier caso, no sólo era la velocidad del ‘Piojo’, aunque su motor bastara para castigar tantísimo a los culés. La figura de Mendieta fue fundamental para que el Valencia representara la mejor transición de la Liga. El vasco complementó como nadie la velocidad del sudamericano, ayudado por Javier Farinós lanzando y Miguel Ángel Ángulo alternando llegada con profundidad.

Protagonista de dos Mundiales con Argentina, junto a Ortega, Crespo y Batistuta. Casi nada

Ello tuvo continuidad en el Mundial de Francia, ante la Holanda de Guus Hiddink y Frank de Boer. Paradigmático fue uno de sus goles más importantes, aunque no tuviera un significado mayor. Argentina terminó cayendo ante Holanda, con un gol memorable de Dennis Bergkamp, pero el ‘Piojo’, suplente de Crespo y Batistuta pero titular aquella tarde ante la ofensiva Holanda, con Passarella detectando bien esa posible debilidad, consumó un gol que lo define en una jugada, realizando una ruptura marca de la casa ante la recepción de un mediapunta. Cuajando buenos años en la superLazio campeona del Calcio, López afianzó y acercó su estatus al de dos rematadores de clase mundial, Hernán Crespo y Gabriel Batistuta. Junto al mismo Ortega, y en aquella convocatoria que acabó en inconsolable tristeza en el Mundial de 2002, tras unas eliminatorias superlativas, Claudio López fue considerado un delantero de primerísimo nivel que supo encajar sus mejores virtudes en equipos que aprovecharon lo que nunca le faltó: correr y molestar como un piojo.


15 comentarios

  • Great_Friday 7 febrero, 2018

    Comento por primera vez en este espacio. Muchas gracias por vuestro trabajo y por artículos como éste, que me transportan de nuevo a mi infancia y adolescencia.

    Repasando sus palabras, me parece que se conocía muy bien como futbolista. Su papel solía ser emboscarse entre las líneas contrarias y buscar el desmarque de ruptura. Obligaba a la defensa a estar pendiente de cada uno de sus movimientos, por no decir que cada balón divido (y aquel Valencia era un maestro en la gestión en ese aspecto) conllevaba un peligro enorme.

    Si tuviera que definirlo de algún modo, podía decir que es uno de los delanteros más efectivos que he visto nunca. No era un jugador técnico (de hecho, las conducciones no eran su fuerte), pero en mi opinión tenia tres virtudes que lo hacían destacar. Primero, una interpretación del espacio sublime, que hacía que sus desmarques y su posición en la jugada siempre fueran los mejores. Segundo, una velocidad en carrera muy notable, que era el arma perfecta para complementar los envíos largos de Mendieta. Por último, un disparo durísimo, raso, seco, que lo convertía en un peligro en los rechaces en la frontal.

    Igual me he pasado con el comentario, pero ver la foto del Valencia con el siete a la espalda me ha emocionado y me ha recordado tiempos mejores.

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  • Abel Rojas 8 febrero, 2018

    @ Great Friday

    Un placer leerte, amigo.

    Yo sí que creo también que el Piojo fue un grande pese a tener limitaciones. Lo que su posible falta de control de balón le restaba para atacar en posicional se lo daba ese disparo seco que comentas y que tan poco recorrido de la pierna necesitaba para pillar potencia y colocación. Y claro, con espacios… pues un demonio.

    Como anécdota, siempre recordaré el gol que le marcó de cabeza al Barça desde fuera del área. Me impactó mucho en su momento.

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  • AArroyer 8 febrero, 2018

    ¿Cómo creeis que rendiría en el fútbol de hoy, 15 años después de su mejor momento? ¿Se quedaría corto para los mejores equipos, no? Es que hacía muy pocas cosas. Yo creo que seguiría siendo un delantero muy interesante para un aspirante, un matagigantes. Segundo escalón.

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  • Great_Friday 8 febrero, 2018

    Todo lo que pueda transmitir sobre el Piojo estará irremediablemente sesgado por mi corta edad cuando estaba en su apogeo y por mi nostalgia por ese Valencia. Dicho esto, parece que el modelo de fútbol actual se orienta más a jugadores que puedan desarrollar varios roles en un mismo partido. Esto exige que los elementos diferenciales manejen una variedad de registros que Claudio no poseía. Desde luego que no lo veo de titular en ningún equipo puntero de la Europa actual. Quizá funcionaría bien como revulsivo, para situaciones muy concretas durante un partido, pero no para llevar el peso ofensivo de un conjunto aspirante con regularidad.

    En equipos de un perfil más bajo… Depende del estilo de juego del mismo. Estoy seguro de que en un Leganés, incluso en un Valencia sería determinante porque, si no recuerdo mal, era de esos jugadores que necesitaba una ocasión para hacerte tres goles.

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  • ferenk 8 febrero, 2018

    Aun recuerdo al narrador en el mano a mano con el arkero holandes: "animate piojo animate piojo" y sutilmente define por bajo entre las piernas… luego en aquel suecia 1 arg 0 del 2002 fueron increibles los goles q erró…

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  • Jaime Ratazzi 8 febrero, 2018

    Bueno bueno será más unidimensional pero ahí está su "relevo" en la Lazio actual Ciro Immobile cascándose un calcio brutal, yo le vería perfectamente en un sistema parecido y compitiendo más y mejor porque a las virtudes parecidas del italiano sumaba algo que en el bueno de Ciro se me queda corto, esa absoluta determinación, depredador no del área o de los espacios sino de los momentos y oportunidades de poder mostrarse que le hacían una verdadera fuerza de la naturaleza. En un conjunto de construcción parecida a la actual Lazio pero individuales más potentes como tenía aquel Valencia o aquella Lazio, me lo creo marcando las diferencias desde esa determinación. Llegando a estar lejos de la rutilancia, la producción y el rendimiento de las estrellas ofensivas actuales (no voy a entrar en los de siempre sino en ) Hazard, Griezmann, De Bruyne, Neymar, Bale, Kane… pero no tanto en cifras (e intimidación)… o será que me puede la mirada nostálgica…

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  • Jaime Ratazzi 8 febrero, 2018

    Donde dije producción quería decir participación

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  • 3-7-0 8 febrero, 2018

    Como anècdota recuerdo que cuando el Piojo metió este descomunal cabezazo en semis de Champions que comenta Abel contra el Barça, yo estaba viendo el partido con un champú antipiojos encima de la tele…pura criptonita para van Gaal.
    Años mas tarde Crespo y Forlán, con sus matices, me recordaron al piojo. Hoy en dia lo vería rindiendo bien con Simeone

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  • Maxi 8 febrero, 2018

    @AArroyer

    En el Atlético de la 14/15 creo que habría funcionado perfectamente, no? Es más, hasta puede que hubiera mejorado al equipo.

    Yo era muy chico en la época del Piojo, no miraba fútbol, y para cuando empecé a ver, él ya estaba de vuelta. Los goles que se erro en el mundial de 2002 y su regreso a Racing, ya pasada su mejor etapa, son los únicos recuerdos que tengo de él. Al final, la imagen que me quedó fue de que era un paquete con suerte. Me tuvieron que convencer mis mayores de que ese no era el caso. Y claro, también Youtube 😛

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  • Great_Friday 8 febrero, 2018

    La verdad es que me cuadra en un Lazio o un equipo del estilo, pero como he dicho, no lo veo siendo pieza fundamental en un equipo con aspiraciones europeas en el fútbol actual. Por decirlo de otra manera: veo muy complicado que un equipo con él como referencia llegue a una final de Champions, como sí hizo aquel Valencia. La determinación y la personalidad no se las discutiría jamás. La competencia… ya sería otra cuestión.

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  • luizao 8 febrero, 2018

    Yo también recuerdo ese gol de cabeza, que trauma nos creó ese hombre, le salía todo contra el Barcelona.

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  • Davor 8 febrero, 2018

    Han dicho a Immobile, pero yo desde el año loco del Leicester pienso que si el Piojo hubiese sido inglés, hubiese sido Jamie Hardy. Encima con Ranieri…

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  • Davor 8 febrero, 2018

    Quise decir Vardy. También el Gameiro del Sevilla me recordaba al Piojo.

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  • JJLP 9 febrero, 2018

    Recordar un gol que marcó en el Maracaná en un amistoso previo al Mundial de Francia 98 contra Brasil. Ganó Argentina 0-1.

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  • JamesAR 11 febrero, 2018

    Y recordad el gol del Piojo al PSV en campo holandés.
    Elegido mejor gol de la Champions esa edición, la 1999/2000 con la posterior final en París entre los 2 equipos españoles que acabó con victoria madridista.
    Pase alto de Carbono y según le viene y girándose, empalma y para dentro, el gesto técnico en el golpeo es maravilloso.
    Brutal! https://youtu.be/fP70giBMxfM

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