Bayern Munich y Hoffenheim se enfrentaron en el Allianz Arena, en cuyo encuentro se metieron siete goles y en el que al minuto 12 ya ganaban los de Nagelsmann por 0-2. Heynckes, que de partida reforzó el centro del campo, se valió, como casi siempre, de sus bandas para ganar el partido. Ocupadas por Arjen Robben y Kingsley Coman, los bávaros impusieron su reconocido ritmo e iniciativa de sus extremos. Pero con un protagonismo dispar. Fue el francés quien, no solo culminó la remontada, sino quien llevó el peso ofensivo del equipo. Fue especialmente ilustrativo lo que ofreció el galo desde la izquierda. Kingsley capitalizó el ataque.
No es el Bayern un conjunto especialmente creativo en su centro del campo. Ahí figuran hombres como Rudy, Javi Martínez, Vidal o Tolisso que, sin los matices de Thiago Alcántara o James Rodríguez, como en el día de ayer, carecen de capacidad para desbordar al rival desde el pase. Esto podría ser un contratiempo en determinados escenarios pero Heynckes lo entiende como una oportunidad para otros bien diferentes. Podría éste ser un plan para ceder cierta iniciativa y castigar en transición, pero al contar con jugadores como Coman y Robben, también Alaba y Kimmich, la cuestión es que, para Bundesliga, también puede atacar y acosar.
Coman tocó 24 veces más la pelota que Robben
En este contexto está brillando sobremanera Kingsley Coman, un jugador que mezcla la responsabilidad de recibir muchas veces y de comenzar a generar ventajas reales o potenciales, desde su arrancada o desde su posición. El partido ante el Hoffenheim dejó patente ese posible relevo que faltaría por testar en partidos grandes, pues la jerarquía, estatus y grandeza de Robben siguen pesando y está por ver si Juup opta por Coman en lugar de Ribery.
El caso es el francés intervino 24 veces más que el holandés -64 por 40-, lo hizo muchísimo más arriba -ver mapas de calor; Coman en izquierda y Robben en derecha-, y no fue tanto porque su equipo iniciara por izquierda o derivara todo su juego por allí. Kimmich, el lateral derecho del campeón alemán, tocó la pelota en 91 ocasiones. Coman está haciendo una función doble, porque no sólo recibe abierto, sino que merodea por zonas interiores y acaba dentro del área. Es un jugador que está demandando atención porque puede responder y aguantar un ritmo constante de participación. Puede con él. Su elasticidad, su naturalidad para iniciar incursiones y su crecimiento en la toma de decisiones lo están convirtiendo en un arma de primerísimo nivel. Será interesante ver qué papel y peso tiene ante el Besiktas.
Foto: Sebastian Widmann/Bongarts/Getty Images
Juan Plaza 28 enero, 2018
Coman me parece un quebradero de cabeza para cualquier rival. Juega tan intenso y tan rápido; sobre todo, con una precisión más que notable para ir a toda pastilla. No es un ambidiestro perfecto como Dembele o un creador en carrera como Mbappe, cierto, pero en los bleus es un repuesto perfecto para cualquiera de esos dos.