Los días del gran Djalminha | Ecos del Balón

Los días del gran Djalminha


Habría borrado a los entrenadores del fútbol si ello hubiese estado en su mano. Era Djaminha y para él este deporte era una cuestión situada entre el espectáculo y el orgullo; se trataba de un escenario bello y emocionante donde había que mostrar superioridad. Por eso parecía un tipo que incluso seleccionaba fechas, hasta el punto de que era objetivo que su rendimiento se disparaba cuando se enfrentaba a uno de los dos gigantes o disputaba un derbi gallego ante el RC Celta de Aleksandr Mostovoi. Y alcanzaba lo brutal. Quizá le faltó una pizca de cintura, algo de tolerancia y sumisión hacia, justo, todo lo unido con la táctica, pero no mucho más. En su caso, la nostalgia no conlleva engaño: Djalminha era un genio.

Su extraordinaria calidad técnica y su infantil imaginación quedaban al servicio de la victoria. Es decir, lo suyo no se limitaba a coleccionar condiciones brutales para la práctica del juego, sino que añadía un talento muy especial para leerlo, interpretarlo y resolverlo. Tendía a bajar demasiado a recoger el balón pero en aquel instante aquello no penalizaba porque no había presiones tan adelantadas que superar -por tanto, eran menos necesarios los jugadores entre líneas-; y una vez recibía, su velocidad de pensamiento y su rango de acción y pase le permitían agilizar y limpiar el juego como un auténtico crack. Hubo un partido en su primera pretemporada en el Deportivo de la Coruña, contra el PSV Eindhoven que había dominado la liga holandesa el año anterior, en el que anunció a España entera que había recibido a un jugador sin limitaciones creativas. Hasta dio la sensación de que Rivaldo, que días después abandonaría Riazor con destino Camp Nou, era un atacante normal al lado de Djalminha. Sin llegar a ese extremo, su categoría quedó confirmada en las campañas posteriores, pese a la dificultad añadida que suponía su distante relación con el entrenador Jabo Irureta, a quien siempre recriminó que el Dépor no era lo bastante ofensivo. En cierto modo, su amargura resultaba comprensible. Para el brasileño, el ideal era el que había vivido en el ultra ofensivo SE Palmeiras de los más de 100 goles, un conjunto sobre quien Roberto Carlos afirmó que fue más galáctico que Los Galácticos y al que Fabio Capello, tras conquistar la Copa de Europa de 1994, calificó como uno de los tres mejores del mundo.

Djalminha habría marcado diferencias colosales en un rol similar al de Ronaldinho con Rijkaard.

Aunque sobre este tipo de talento suele esgrimirse que nacieron con años de tardanza; que 20 años antes habrían brillado con más luz, en caso nació con un lustro o una década de antelación. La llegada del 4-3-3 y su imposición sobre el 4-2-3-1 convertía al mediapunta en falso extremo y le liberaba de tareas relacionadas con el control para orientarlo a la creación de peligro y enriquecimiento del ataque, que era para lo que su mente estaba concebida. Dicho de otro modo, Djalminha en la Copa de Europa se habría formulado más determinante siendo Ronaldinho que siendo Zidane. Por eso fue destronado por otro «10» que sí vivió el momento que debía vivir.

Jabo Irureta pudo vacilar y durante la primera temporada de convivencia entre Valerón y Djalminha, en parte lo hizo, pero siempre tuvo claro que su concepción del juego enlazaba más con los valores del mediapunta grancanario. Juan Carlos se quedaba bastante lejos de la determinación de Djalminha -que coqueteaba cada curso con los 20 goles producidos (sumando goles y asistencias)-, se presentaba como un futbolista menos dañino de forma directa, pero su capacidad para manejar los ritmos del partido e imponer aquel que más convenía al Deportivo fue algo que se complementó mucho mejor con el doble pivote (que había perdido físico con la salida de Flavio Conçeicao y el envejecimiento de Mauro Silva) y con las pretensiones conservadoras que caracterizaban al técnico que había levantado La Liga.

Así se escribe la historia. En pleno 2017, Djalminha encontraría acomodo inmediato en los esquemas modernos y a Valerón se le debería construir un sistema a su imagen y semejanza que habría requerido de una fe absoluta por parte de un entrenador en las posibilidades de un atacante que no marcaba y que no asistía tanto como otros. Es decir, algo muy difícil de encontrar en la Champions League de hoy.

 
 

Foto: PIERRE-PHILIPPE MARCOU/AFP/Getty Images


24 comentarios

  • Marcos kriger 21 diciembre, 2017

    Era potencial balon de oro djalminha? Estaba entre los aspirantes a el? Por resumirtelo mejor estaba para opositar a ser uno de los mejores del mundo en su mejores dias?
    Quisiera saber que valoracion se le da aqui en ecos a este genio.

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  • vi23 21 diciembre, 2017

    Era un espectáculo! Y los penalties, siempre Panenka. Hasta que un día un portero se quedó quieto y la puso fuerte a un lado.

    El día de la lambreta al Madrid, cayeron 3 goles en 10 minutos porque la defensa no se había recuperado del shock

    O así lo recuerdo yo… :-)

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  • tinogallego 21 diciembre, 2017

    El jugador de más talento que ha jugado en el Deportivo. Una lástima que debido a la convivencia con Valerón, la Champions League no haya disfrutado tanto de este genio,como si lo ha hecho del canario (bendita lástima, por otra parte)

    Esas panenkas…el talento elevado a su máximo exponente.

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  • tinogallego 21 diciembre, 2017

    El penalty de Djalminha en el que el portero se queda quieto y la toca rasito a un lado creo que fue contra el Leeds United en un partido de vuelta de champions. En los primeros diez minutos de partido y teniendo que remontar un 3 a 0. La sangre como el hielo tenía el crack.

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  • Abel Rojas 21 diciembre, 2017

    @ Marcos Kriger

    No sé si Balón de Oro porque eso sólo hay uno al año, pero desde luego Djalminha inspirado estaba entre los jugadores más desequilibrantes del mundo segurísimo. Su problema era que concebía este deporte como algo estrictamente lúdico y le costaba a veces fundirse con dinámicas más competitivas.

    @ Toni Gallego

    Para mí, Djalminha también fue el más talentoso de todos aquellos jugadorazos del Dépor.

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  • Van Basten 21 diciembre, 2017

    Es q el de por junta a un serie de jugadores bestial, q cerca estuvieron de la gloria en championship, lástima aquel partido con el oporto y la expulsión de andrade.
    Es q juntaba a Djalminha, Valieron, Fran, Makaay, Diego tristàn, Manuel Pablo, un gran Luque, Andrade, Molina, Mauro silva, conceiçao,Sergio. Mucho internacional. Que equipazo.
    E Irureta era bastante defensivo, con el trivote, había mucha calidad arriba y no cabían todos, de ahí mucha tensión con los jugadores.
    Q buena época con el depor y valencia ganando ligas a Madrid y barcelona

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  • Van basten 21 diciembre, 2017

    Y me olvidaba de Capdevilla, dueño del lateral izquierdo en los mayores éxitos de la selección

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  • Raulon 21 diciembre, 2017

    Djalminha fue un genio. Creo que hoy en día, técnicamente seria top-3.

    @ Creen uds que en el contexto correcto (entrenador, táctica, equipo), ¿hubiera podido ser una especie de Messi-Cristiano marcando diferencias?

    @ ¿En qué equipo actual podría marcar más diferencias?

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  • SantiagoEstrade 21 diciembre, 2017

    Para mi fue el verdadero gran talento antes de la aparición de Ronaldinho tras los años (por creatividad y técnica).. El jugador que sabías que te hacía lo que se le pasara por la cabeza. Fuera lo que fuera. Una pena la mala cabeza que tenía. A Irureta lo tenía frito.

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  • JJLP 21 diciembre, 2017

    @Raulon

    Me encanta el fútbol ficción como al que más, por eso entro al trapo. Para mi a día de hoy Djalminha no compare mesa con digamos un Phillipe Coutinho, por ejemplo. Con Messi y CR no están ni en el mismo restaurante.

    Lo pongo a un nivel Douglas Costa.

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  • Soprano_23 21 diciembre, 2017

    Era un freestyler jugando al fútbol de manera profesional.

    Visualmente, uno de los 6/7 jugadores que más me gustaron de siempre.

    PD: el sombrero que le hace al Real es el más difícil que se puede hacer, sobre todo en carrera. La famosa ‘lambretta’ de Neymar, por ejemplo, es bastante más sencilla.

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  • Abel Rojas 21 diciembre, 2017

    @ Raulon

    No tanto, no tanto.

    En cuanto a equipo actual, a mí me encantaría verlo, por ejemplo, de extremo derecho en el PSG con Neymar en la izquierda y Mbappé arriba. En el 4-3-3 del Madrid de Ancelotti donde Bale, con Cristiano en la otra y Benzema arriba, también habría sido una gozada. Y con Guardiola también molaría mucho haberlo visto.

    @ Van Basten

    Y se te pasó Naybet.

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  • Adrián Esbilla 21 diciembre, 2017

    Uno que jugaba al fútbol y…¡la virgen cómo lo hacia! Pasa que jugar al fútbol y ser futbolista son cosas diferentes. Celta y Real Madrid lo encendían y contra ellos pensaba que valía la pena. Y lo hacia porque sabía que para el público, esos eran los que más valían la pena.

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  • Jota 21 diciembre, 2017

    Está bien ser romántico con el pasado, pero lo de Djalminha como Balón de Oro es pasarse un poco ^^

    A mí el que me parece un jugador calcado, tanto por talento como por manera de jugar, es Ganso. Como comportamiento en el campo y carácter el mediapunta del Sevilla sí es mucho más tranquilote.

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  • David1989 21 diciembre, 2017

    Jugador tremendamente visual y que con el tiempo mejora en el recuerdo del aficionado, pero la realidad es que en su época estuvo bastante lejos de los realmente top, aunque claro siempre quedara la duda de si quizás en el contexto perfecto hubiera sido otra cosa, técnica desde luego no le faltaba-

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  • Jozsef Bozsik 21 diciembre, 2017

    Soy brasileño y tuve el placer de testimoniar toda la carrera de Djalminha, desde su doble con Amoroso en el Guarani. En 1996, fue el mejor jugador jugando en Brasil con su Palmeiras que también tenía Rivaldo y Müller. Era un mediapunta que jugaba como "cuarto jugador de medio campo", mientras que Rivaldo era el tercero. Luxemburgo jugaba con cuatro hombres en el medio dispuestos como un paralelogramo que variaba entre el rombo y el cuadrado.

    Djalminha fue un tremendo craque, que podría haber disputado la Copa de 98 junto a Rivaldo, Ronaldo y Romario (se ausentó por lesión), pero que quedó fuera por mala relación con Zagalo. Cuando perdimos un amistoso en 97 para Noruega, Zagalo responsabilizó a Djalminha por no cumplir funciones tácticas sin la pelota.

    En cuanto a la comparación con Ganso, no hay tanto sentido. Ganso jamás llegó cerca de este nivel tras la lesión de 2010. Djalminha era más genial, veloz, hábil, constante, e incluso dinámico.

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  • de la olla 22 diciembre, 2017

    Gracias por acordarte de Djalminha, Abel, y gracias a Ecos por seguir y seguir. Emocionante la entrevista con X.A.

    El problema de Djalminha es que la mayoría de los aficionados lo han visto jugar muy poco. Por eso siempre recuerdan las mismas jugadas que repiten una y otra vez en los programas de televisión. En las grandes citas se agigantaba su jerarquía y su ambición de demostrar ante rivales top su superioridad, retándolos al más puro estilo canchero con su técnica y fantasía, pero no como el imparable gambeteador, si no como el cerebro que con un solo toque anticipa la idea y anulo la del contrario que quedaba habitualmente con el molde.

    Si de algún jugador se dice qué grande es, por cómo afronta y dá la talla en las grandes citas, ha de parecérselo mucho a éste, y en esto, actualmente yo sólo conozco a uno que se le pueda comparar, y ya sabéis todos quién es.

    De lo que poco se habla es de sus limitaciones físicas, porque aunque podía ser relativamente rápido en salida del regate en los primeros metros, lo cierto es que jugaba andando y sus cualidades físicas estaban mucho más cerca de las de Xavi que de las de Neymar. Lo que pasa es que lo compensaba con cabeza y pie, y de qué manera!

    Recuerdo cada partido en Riazor como un espectáculo desde el calentamiento, es que sólo verle calentar con balçon con su inseparable amigo Fran, era pura delicia, se llenaba el estadio para verlo calentar. Y en cada partido, hacía cosas de utbolista absolutamente diferente y decisivo. En cada partido. Y le ví jugar todos los que jugó con el Deportivo. Toditos. Recuerdo un partido en casa contra la Unión Deportiva, donde con tres toques desde la posición de 8 generó 3 goles, 3 pases a la espalda del lateral para dejar un centro o pase franco y remate franco al delantero que cargaba el área, simplemente por la velocidad y sorpresa con que ejecutó esos pases, al primer toque recibiendo del medio centro o de los centrales, de espaldas a portería y al desmarque, y de tacón. Los tres. Cosas que no computan como asistencias, pero cuando has visto a jugadores como Djalma y Valerón enseñarte día tras día la importancia del antepenúltimo pase y hacer que jugadores como Manuel Pablo volvieran locos a los resposables del Inter que ofrecieron, según se publicó, 7.000 millones de pesetas en los tiempos de los 10.000 por Figo y Zidane.

    Otro día, éste sí en día grande, con la visita del Madrid, recuerdo un gesto que no se me olvidará jamás. Venía un balón del cielo, no recuerdo si de un despeje o de saque del portero, y corrían hombro con hombro, dos genios, los dos zurdos, los dos locos. Djalminha se hizo con la posición mientras Guti trataba de obstaculizarle y esperaba a que bajara el balón para quitársela. Djalminha mantuvo el cuerpero hasta el último momento, mientras ambos continuaban la carrera a la par, en el último momento el brasileño dejó el espacio justo para que el balón botara delante de él, acortó ligeramente la zancada de su pierna izquierda y apoyó su bota zurda en el punto exacto donde iba a botar el balón. Y allí justamente, en plena carrera, el balón fué a botar, sobre el empeine del pie apoyado de Djalminha, y describió una parábola dulce y controlada, para continuar la carrera, pero en vez de botar hasta 3 metros de altura, como hubiera debido ocurrir si lo dejara caer sobre el césped, subió sólo 1. Recuerdo a Guti dudando, medio paró la carrera, no entendiendo bien cómo aquel cabroncete moreno, más chulo que él, había podido hacer aquello. Esas son las cosas que le gustaba hacer a Djalma cuando al lado tenía a alguien que verdaderamente le motivava, como le motivó el gran Mostovoi tantas veces.

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  • de la olla 22 diciembre, 2017

    En la wikipedia en español, su entrada apenas contiene 12 líneas.

    Podría seguir hasta el infinito y más allá contando batallitas, pero tampoco es plan.

    Jugador que podía hacer en un sólo toque lo que los grandes cracks hacían con dos o tres. Limitado físicamente, no tutelado o convencido adecuadamente para conseguir de él una mejor adaptación y sumisión táctica, fue un genio salvaje toda su vida. Era, sin embargo, un loco del fútbol, no sólo del balón. Si lo llega a coger Guardiola, si lo llega a convencer, y le diera el rango que por talento y jerarquía mereció, en un estilo de juego donde la creatividad y el ataque fueran elementos sustanciales, no dudo que hoy se estaría hablando de otra cosa bien distinta.

    En cambio, tuvo el infortunio de encontrarse con un entrenador que en el ejercicio básico de tirar la pared en la frontal para disparar a puerta, le devolvía el balón al punto inicial del ejercicio, obligándole a volver para atrás para empezar de nuevo y dar el pase "con el interior", a lo que claro, el genio salvaje respondía volviendo a dar el pase con el exterior, y finalizaba ahí el ejercicio con el jugador de técnica más privilegiada del mundo en su momento, camino de la ducha.

    Y así apareció el Santo de Valerón, como un ángel caído del cielo, para dar la coartada perfecta a Jabo, para quitarse de en medio al incordio que suponía un Djalminha con el que tenía esa clase de feeling. Valerón y Djalminha solamente compartieron once inicial en un partido en 4 temporadas (una de las cuales la pasó en el exilio en el Austria e Viena), Irureta las pocas veces que le preguntaban los periodistas locales que no eran muy cizañeros, contestaba que si le garantizaran que poniendo a los dos ganarían, los pondría. Sólo jugaron en Old Trafford, tras un 0-2 en la ida que había que remontar sin más plan que poner a los mejores sobre el campo ante aquel ManU de Beckhan, Keane y Van Nistelrooy entre otros.

    Hace unos días en una entrevista que le hiceron en L.V.D.G. decía lo siguiente al respecto "La mala relación fue desde el día que llegó al Dépor. No fue por dejarme suplente, como se dijo. Ganamos la Liga, yo jugaba y pese a todo no me llevaba bien. No estaba de acuerdo con su pensamiento…" …"No tengo nada contra él, solo con su trabajo."

    -¿Pero por qué esa mala relación?

    -"Eran conceptos diferentes. Nunca critiqué a Irureta como persona. No tengo nada malo que decir de él. No me hizo nunca nada malo. Pero no estaba de acuerdo con su filosofía de fútbol y su metodología. Teníamos calidad para jugar mejor al fútbol, de forma más ofensiva. El problema es que no estaba de acuerdo y, claro, luego me dejó en el banquillo y me rebelé. Me enfadaba porque yo sabía que tenía condiciones para jugar. Y no era porque pusiera a Valerón. Cuando Valerón no jugaba, yo fui la persona que más insistía en que tenía que jugar. Creo que tenía que alinearnos a los dos."

    Nunca le había oído hablar sobre el tema, pero confirma dos cosas, lo que muchos aficionados pensamos sobre el potencial de aquella plantilla, y que estaba como loco por jugar junto al Mago de Arguineguín.

    Un apunte sobre el texto y alguno de los comentarios. Flavio Conceiçao no fué muy relevante en aquel Depor, en las cuatro campañas de 1996 a 2000 jugó una media de 2.000 minutos, al lado de Mauro que valía por dosy alternando con Jokanovic en muchos partidos. Y cuando se marchó el Depor fichó a César Sampaio, Emerson y al año siguiente a Sergio González del Español, con lo que tampoco se le echó de menos.

    No podemos recordar a futbolistas de aquél Depor y no mencionar a Donato, no sería de justicia.;)

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  • de la olla 22 diciembre, 2017

    "Motivava" al final de mi primer mensaje,… ponerle una b por algún lado.

    Pongo el enlace de la entrevista a Djalma por si la queréis leer completa https://www.lavozdegalicia.es/noticia/torremarath

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  • Jota 22 diciembre, 2017

    Excelente texto @Abel Rojas y excelente información @de la olla. Me encanta siempre leer los comentarios con gente que vivió estas cosas desde cerca.

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  • Juan Plaza 22 diciembre, 2017

    Un jugador diferente. Había días que era imparable. Una mezcla explosiva de voracidad y malabarismo. Todo o nada. Os recuerdo que no era titular con Brasil. Por ejemplo, en el 98 la canarinha formaba con Bebeto y Ronaldo arriba. En el 2002 la dupla era Ronaldo y Ronaldinho.

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  • Juan Plaza 22 diciembre, 2017

    En ambos casos asistidos desde atrás por Rivaldo

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  • JK000 23 diciembre, 2017

    del brasileño recuerdo un partido contra el Real Madrid en Riazor, temporada 03-04, juega porque reservaron a algunos jugadores para Champions League, en aquel encuentro el Dépor jugó de manera correcta, Djalminha y Tristán comandaron el ataque, es decir magia pura.

    Nota: Para cuando un post para Dieguito Tristán, me da curiosidad que escribirían de él.

    Saludos! Felices fiestas…

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  • Santi 23 diciembre, 2017

    Llevo leyendo Ecos desde hace años, ya unos cuantos… enhorabuena por todo lo que lleváis escrito y la evolución que lleváis! Sois grandes!
    Hoy tras la dura derrota en #ONosoDerbi entrar aquí para pensar en otra cosa y leer este texto de Djalma me ha devuelto la sonrisa!
    Gracias @Abel y no cambiéis!

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