Eusebio di Francesco tiene mucho trabajo por delante. En parte es normal por la cantidad de jugadores nuevos que han llegado al Olímpico de Roma pero necesita de muchas cosas para mostrarse competitivo, o al menos definirse y alejarse de lo visto ayer. El caso es que su debut en la fase de grupos se saldó con un empate ante un Atlético que pudo haber goleado a su rival de mediar suerte o una mayor calidad en la definición. Correa, Saúl, Vietto y Koke erraron claras ocasiones para sentenciar un encuentro que arrancó igualado y se saldó muy diferenciado. Al mismo nivel de desacierto estuvo la claridad para llegar hasta ahí: generó mucho y con su habitual conocimiento y experiencia para interpretar las debilidades de su rival. El Atlético de Madrid fue claramente superior.
La Roma ofreció una cara ciertamente desdibujada
Ya desde el primer momento el sistema romanista fue bastante peculiar, con la línea muy adelantada y la zona del balón ciertamente desprotegida, contemplando más que activando en la presión. Los medios flotaban y basculaban pero les costaba perseguir los movimientos de apoyo o tapar el posible envío en largo. Con la iniciativa, el Atlético pudo combinar para ganar un uno contra uno en los costados. En dicha situación, que fue la más repetida, sobre todo en la segunda parte -aquí con los locales más replegados en la frontal- se vio la importancia de su centrocampista más capaz para abrir y superar líneas.
Sacando la pelota o encontrando socios con un solo pase a espaldas de cada línea italiana, Thomas Partey brilló. El ghanés tiene una valiosa habilidad cuando posee la pelota: siempre la da en ventaja para el que la recibe. Su notabilísima técnica para rasear y filtrar con pases verticales, girar la primera línea que le mira de frente sirvió al Atlético para profundizar. Para Simeone, un entrenador que siempre anduvo algo escaso de jugadores creativos con la pelota, y queriendo a la vez no detenerse demasiado en circulaciones exhaustivas, Partey es una mina ante equipos desorganizados. Si el jugador gana en solidez y mide el riesgo, sacando la pelota y superando líneas con su arrancada y su pase puede convertirse en un referente en este nuevo Atlético.
Thomas Partey fue el gran dominador del choque
Antes de eso, la Roma pudo discutir el dominio cuando el partido fue más abierto. Aunque su centro del campo no está basado en dominar sino en llegar y habilitar las bandas para empujar por físico, en ritmo sí se muestra capaz de sumar y comprometer la defensa rival. En esta ocasión, Bruno Peres y Defrel fueron los punzones que pusieron al Atlético puntualmente nervioso. Garantizada su área, mejorando en la defensa del balón parado en los últimos encuentros, el Atlético ejerció el papel de jerarca en los segundos 45 minutos. Allí, la Roma dio el paso atrás que dan los inexpertos en la competición. Di Francesco se quedó sin recursos para salir y fue reculando hasta el final del choque.
En ese escenario tan marcado, así como en todas las grandes ocasiones claras de las que dispuso, el Atlético mostró una fluidez y un acierto técnico muy destacable, digno de elogio, pero cuando tuvo manos a manos o tiros francos dentro del área, echó de menos la bota izquierda de Griezmann. Con Thomas, Carrasco, Correa, Saúl y Koke, el Atlético combinó con una inusual gracia. Puede crear una ocasión en un santiamen pero si Antoine no remata todo cuesta un poco más.
Foto: Paolo Bruno/Getty Images
JackBonaventura 13 septiembre, 2017
Creo que, en general, el planteamiento de Diego Pablo Simeone anoche fue excepcional. Con un solo "pero". Lo normal hubiera sido ganar 0-3, lo raro habría sido ganar 0-1 y lo extraordinario fue volver a Madrid con un empate a 0.
De inicio la presencia de los cuatro centrocampistas canteranos del Atlético buscó no sólo hacer más sólido al equipo sino, sobre todo, "dominar" al centro del campo romanista, quizá su punto más fuerte. Y salvo un bache durante el primer encuentro así fue y la verdad es que sólo hicieron falta tres hombres: Gabi dio empaque pero su influencia fue nula, jugando al nivel que jugaron anoche Saúl Ñíguez (es el centrocampista de la UCL, juega bien siempre pero en UCL juega poseído por los ángeles), Koke y Thomas…poco sitio tiene Gabi ahí. Y no me entiendan mal: es una excepcional noticia. Le saca 10 años al mayor de sus 3 pupilos y sus 3 pupilos son mejores que él. Ojalá la irrupción de Thomas haga de Gabi lo que tiene que ser: un recurso importante, no una pieza básica.
Conforme ellos se adueñaron del encuentro, con la ayuda de Filipe Luis, el Atleti tuvo una fluidez casi desconocida y Simeone supo leerlo e hizo los cambios a la perfección: Correa por Vietto, Carrasco por Gabi y finalmente, sí, Gaitán por Griezmann. El francés a día de hoy está lejos de haber empezado su temporada particular. No está y ayer el equipo estuvo para que él estuviera… pero, y no por exculparle, le falla el acompañante; Griezmann recibe demasiada atención y no puede descolgarse tanto.
Sin embargo, decía, hubo un único "pero" al partido de Simeone: Ángel Correa está explotando, se está abriendo el huevo de dinosaurio y ahora mismo es, de largo, el atacante más inspirado del equipo. Tiene que jugar. Y sobre él hay un detalle importante: brilla, como de costumbre, por su capacidad de desequilibrio, que de no ser por el gran partido del portero romanista se hubiera saldado en dos golazos… pero esos detalles ya los conocemos, no son los detalles importantes.
El detalle importante es que si uno analiza los cuatro partidos del Atleti, los 1000000 balones perdidos por Correa la temporada pasada se han transformado en faltas provocadas y pases de seguridad o buenísimas aperturas a banda. Sus 10000 de faltas y tarjetas amarillas se han convertido en una presión inteligente.
Ángel Correa tiene todavía mucho por crecer. Muchísimo. Pero cada partido está demostrando que su fútbol es menos infantil. Está madurando. Y Ángel Correa aún con todavía mucho por crecer pero madurando ya es algo que no puedes encapsular en 30 minutos. Necesitamos aprender a vivir con él y Griezmann. Necesitamos aprender que ambos convivan porque son de lejos los mejores atacantes del equipo.
En fin, que estoy muy contento con los chavales, vaya.