El Bayern, que busca ser nuevo entre tanto nuevo nombre, se llevó la Supercopa alemana en los penaltis tras empatar, en el tramo final, un encuentro que no tuvo dominador claro, evidenciando que las numerosísimas bajas entre ambos condicionaron el nivel del mismo. Como era de esperar, no fue un partido minucioso ni brillante, comprometido por los errores individuales, la aparición de espacios a causa de la discontinua presión de los dos y de talentos que obligaron a sus entrenadores a cerrar la mano durante buen parte del choque. Siempre cerca el uno del otro, Bayern y Dortmund compitieron entre resbalones.
Ancelotti, ante las bajas de hombres absolutamente fundamentales como Robben, James o Thiago, alineó un centro del campo algo escaso en la construcción del juego, anticipando lo que podría ser una posible debilidad bávara ante la presión adelantada de los hombres de Bosz. El trío formado por Rudy, Tolisso y Vidal representó buena parte de la importancia táctica que tuvieron los primeros 45 minutos. El técnico italiano utilizó su poderío para intentar activarlos en campo contrario tras jugar en largo hacia Lewandowski, escapando de la presión amarilla que fue realmente efectiva cuando el Bayern salía por raso.
Rudy, Tolisso y Vidal, con problemas ante la presión del BVB
Alejados ya de la cantidad de recursos y posibilidades que ofrecían los duelos entre Bayern y Dortmund hace unos años, y empezando unos un nuevo proyecto y otros reformulando el suyo tras la salida de jugadores clave, el partido se definió por cómo jugadas aisladas podían tener un significado relevante en cada tramo. No hicieron del balón ninguno de los dos su razón de ser en la noche de ayer, así que sus delanteros fueron, seguro, los que más condicionaron la manera de cruzar el campo y acabar las jugadas. Si bien Sahin, Dahoud o Pulisic permitían al BVB trenzar en tres cuartos, lo mejor de los amarillos siempre llegó presionando la salida muniquesa, marcando la espalda de los medios y dejando de cara a los zagueros para arriesgar. Desde ahí, la salida hacia el polaco. Cabe reseñar las dificultades del mediocampo del Bayern para ubicarse en salida. Faltó adaptación, coordinación y facilidad para orientarse, ofrecerse y dar fluidez. Ni Vidal ni Tolisso dieron opciones claras de pase, siempre de espaldas y estrechando el campo, favoreciendo la presión. Fue un problema la salida en largo trató de tapar en no pocas ocasiones.
Advertida la dificultad para controlar posicional y colectivamente por parte de ambos, las bandas fueron el principal filón para el desequilibrio. Se nombró mucho a Ribery, a Dembelé y también a Kimmich. Por la manera de defender del Dortmund, sabiéndose que en términos de calidad defensiva sus zagueros salen perdiendo, tanto el uno contra uno de Franck como las incorporaciones de un gran Joshua a la espalda del joven Zagadou dieron al Bayern la amenaza que podría haber perdido dadas las bajas. Fue precisamente el gol de Lewandowski el que obligó a Bosz a echar su zaga diez metros más atrás. También el bloque. Ribery pasó a tener menos unos contra unos. Y Aubemayang y Dembélé más espacios para romper.
EL paso atrás de Bosz fue ciertamente productivo
Esta decisión permitió al BVB acercarse a la victoria, pues potenció la velocidad de sus cracks y dejó al Bayern con la obligación de crear desde el pase y la circulación. Ante la falta de espacios, Ancelotti cambió a Coman por Müller, buscando más desborde exterior. La segunda mitad, muy gris de un Bayern sin demasiado poder para reaccionar e intimidar, se quedó muy parada, con giro final a balón parado, que hizo bueno Ulreich en la tanda de penaltis. Una Supercopa acorde a los tiempos y a las bajas, sin demasiadas pistas de lo que será el presumible duelo entre los dos claros candidatos al título en Alemania.
Foto: Martin Rose/Bongarts/Getty Images
Coronel 6 agosto, 2017
Gran análisis.
Lo de anoche fue un partido descafeinado; agosto, con numerosas bajas importante en ambos equipos y demás. Creo que lo de anoche no fue un resumen de lo que nos pueden ofrecer ambos equipos, y creo que veremos versiones muy mejoradas. Hubo muchas bajas.
Al Bayern, sin Thiago y James en el medio campo… se le apagaron las luces, porque vienen a ser 2 jugadores fundamentales en la creación. Digamos que es la luz. Y Robben también fue una baja significativa, porque su amplitud, intimidación y uno para uno… ensancha al rival y genera espacios por dentro y amenaza desde el exterior.
El Bayern ante la dificultad de elaborar, debido a la presión en 3/4 de campo del BVB, unido a las bajas de peloteros fundamentales como Thiago y James, opto por buscar la segunda jugada hacia Lewandowski, saltándose así la presión del BVB, y tratando de recurar lejos de su área a través de la presión. Carletto opto por un mediocampo muy físico.
Sobre el Bayern me hice varias preguntas, y son las siguientes:
¿Quien suplirá a Xabi Alonso? ¿Tolisso? Me da la sensación que es más un interior físico y con llegada, que le gusta descolgarse.
Si apuesta por Tolisso y Vidal en el doble pivote, Thiago va a la mediapunta… ¿Y James? ¿En banda derecha buscando el medio? Si, pero es que ahí está Robben, que es de lo más desequilibrante que tienen.
Pueden jugar un 4-3-3, con Tolisso de pivote, y Thiago y Vidal / James. Pero así no se potencia a Thiago, jugador fundamental. Ni Tolisso, que no es un pivote.
Y para terminar preguntaros por el tan afamado Ousmane Dembélé. y ver si os deja la misma impresión que a mi. Y que no es otra que la de un gran jugador, con unas enormes cualidades a su edad, 20 años, rápido, con talento y 1 para 1, pero con defectos que pulir, y que hará, porque con 20 años es hasta normal. Y todo hace indicar que será uno de los grandes valores en los próximos años. Pero debe mejorar en la elección de las "jugadas", y a veces poner algo de freno. Pero se le atisba un gran futuro, son 20 años y…
Pero la impresión que me deja a mi, es que desde la banda izquierda sería mucho más determinante, que no en la derecha… Y es curioso que siempre parte desde esa banda sin que el BVB tenga en la izquierda un primer espadas… ¿Qué pensáis?