La diferencia de la permanencia | Ecos del Balón

La diferencia de la permanencia


Hace unos años se decía que la gran diferencia entre el descenso y la permanencia residía, sobre todo, en la figura del delantero centro. Aquel equipo que tuviese a ese goleador que aseguraba un botín de quince dianas por temporada contaba con una ventaja competitiva que muy pocas veces se quedaba corta. La crisis económica, sin embargo, acabó en gran medida con la posibilidad de que uno de los equipos de la parte baja de la tabla contara con un nueve propio de la zona europea. A día de hoy siguen surgiendo Sergio León, Sandro Ramírez o Lucas Pérez, pero no son más que la excepción.

Ante la falta de esta figura tan características han sido otros factores los que han ido ganando en importancia en los últimos cursos. La figura del entrenador, la línea del centro del campo, la fortaleza de la identidad colectiva, la adaptación del plan a diferentes escenarios tácticos… Es cierto que la línea que marca el descenso ha bajado un par de escalones, pasando de estar en los 42 puntos a incluso los 35, pero al mismo tiempo la complejidad competitiva ha crecido.

El Leganés de Asier se adaptó a La Liga.

Esto es algo que pareció entender -y utilizar- Asier Garitano a la hora de diseñar su Club Deportivo Leganés. El conjunto pepinero cuenta con una de las plantillas más cortas en cuanto a calidad, experiencia y gol se refiere, pero su entrenador en vez de tratar de subsanar estos defectos prefirió atacar los del gran grueso de la competición. Porque aunque haya muchos estilos, variantes y matices, en España hay varias marcas distintivas. Dos de las más evidentes son la salida de balón por bajo y la poca autosuficiencia de los delanteros, en el sentido de que en La Liga se necesitan dar más pases que en la Premier o la Bundesliga para crear ocasiones de gol -con lo que los espacios se penalizan bastante menos-.

Partiendo de estas premisas, el Leganés ha mantenido un módulo táctico muy concreto durante toda el año: independientemente de jugar con un esquema de dos o tres centrales, los madrileños han buscado defender con un bloque medio-alto en el que las primeras piezas presionaban la salida de balón del rival con la misma vehemencia con la que trazaban un desmarque a puerta. El ejemplo de Miguel Ángel Guerrero, su nueve, es paradigmático. Al igual que hacía en Gijón con Abelardo, sobre todo en Segunda División, el punta se ha erigido tanto en el primero de los defensas como en el primero de los atacantes, pues la presión, además de defender menos y mejor, tenía como fin estar más cerca de la zona de gol.

Esta distancia frente a ambas porterías, unos treinta metros de la rival y unos cincuenta de la propia, ha sido el sello distintivo que tan bien le ha terminado resultando a Garitano en primavera. Una vez ajustó los problemas a la espalda de su defensa, algo en lo que ayudaron mucho las incorporaciones de Siovas y Iago Herrerín, fueron más las oportunidades que los riesgos. Defendieron menos, atacaron más y compitieron mejor. Por eso a día de hoy, a pesar de ser el segundo equipo menos goleador (apenas 30 goles), hay ocho equipos que han encajado más goles que ellos (53 en concreto, unos 20 de media menos que los equipos que tiene hoy por detrás).

El partido de Las Palmas fue la gran muestra de su apuesta.

Antes de entender a su equipo, Garitano entendió la competición. Seguramente este ejercicio también lo realizaron Enrique Martín, Caparrós, Petar Vasiljevic, Paco Jémez, Lucas Alcaraz, Tony Adams, Abelardo y Rubi, pero ninguno estuvo cerca de realizarlo de manera tan correcta. Basta con observar a ese CA Osasuna que pretendía pasar el máximo tiempo posible en la zona en la que menos competitivo era (su área), a ese indefinido Granada que nunca supo que dirección tomar o a ese Sporting que no ha logrado proteger a sus dos centrales para comprobar que la diferencia, al menos este año, ha estado en la parte defensiva. Y no sólo por una cuestión de defenderse peor o mejor, sino sobre todo de dónde buscaban defender y de cómo conectaba esto con el plan ofensivo de estos equipos. La Liga tiene sus virtudes, sus defectos y sus atajos. Y nadie los manejó tan bien como Asier Garitano en la parte de abajo.

De ahí que el hecho de que Guerrero y Luciano, sus dos puntas, no lleguen juntos ni a la decena de goles no sea tan decisivo esta vez.

 
 

Foto: Denis Doyle/Getty Images


7 comentarios

  • Andrés 5 mayo, 2017

    "Porque aunque haya muchos estilos, variantes y matices, en España hay varias marcas distintivas.Dos de las mas distintivas son la salida de balon por bajo, y la poca autosuficiencia de los delanteros, en el sentido de que en la Liga se necesitan dar mas pases que en la Premier y la Bundesliga para crear ocasiones de gol-con lo que los espacios se penalizan bastante menos-".

    Llamativa reflexion, cuando Cristiano y Messi pese a eso llevan dominando la Liga desde hace 7-8 años, estando por encima de la competicion. Siempre he pensado que en la Premier ambos hubiesen sido aun mas dominantes, que no mejores futbolistas

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  • MigQuintana 5 mayo, 2017

    No sé si hubiesen sido más dominantes, porque creo que ser más dominantes de lo que han sido es un imposible, pero sólo hay que analizar los toques que necesita un equipo de La Liga para marcar un gol respecto a los que se necesitan en la Premier League o, incluso, en la Bundesliga alemana.

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  • Ricuevas 5 mayo, 2017

    @Andres @migQuintana

    Es curioso. Es también el problema endémico de la Selección Española (falta de autosuficiencia de la delantera, marcar tras muchos toques…) y parece consecuencia de ello. Supongo que de ahí que jugadores "profundos" como Vitolo o en futuro próximo, Asensio, sean tan importantes…

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  • MarkelHxC 5 mayo, 2017

    Gracias por este tipo de artículos Miguel 😉

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  • DavidM_SVQ 6 mayo, 2017

    Estoy de acuerdo con Miguel que de los cuatro equipos que están abajo en la tabla, el Leganés tiene una de las plantillas más limitadas, para mí, solo Osasuna es inferior a los madrileños. Aún así, han sabido maximizar las bazas con las que contaban como son su banda izquierda (Diego Rico – Alexander Szymanowski) y ser más sólidos en defensa que sus rivales por la permanencia.

    Quizás, en otra temporada de mayor nivel el Leganés habría bajado pues con una puntuación de 30-35 puntos es difícil salvarse, pero este año la permanencia ha estado bastante barata. Osasuna tenía pocos mimbres, Granada ha sido caótico, y Sporting ha sido muy endeble. No obstante, aún no lo tienen hecho, creo que necesitan 1-2 puntos más pues los asturianos creo que le ganan el goalaverage.

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  • adiazagero 6 mayo, 2017

    La misma virtud que resalta Quintana aquí es la que ha impedido al Leganés competir cuando se enfrentaba a los gigantes del campeonato. Sin "punch" en las áreas, ese ensalzamiento de la táctica en virtud de hacer crecer al equipo frente a la media de la Liga lo debilita, al mismo tiempo, frente a la clase más alta.

    Anyway, completamente de acuerdo con Miguel y a la vista está que el camino emprendido por Garitano le ha devuelto réditos. Aunque siempre quede la duda de si estos han llegado más por mérito propio o por incomparecencia de Osasuna, Granada y Sporting de Gijón.

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  • theblues 6 mayo, 2017

    Un dato curioso del enorme cambio que ha sufrido la Liga española en los últimos años:

    En la temporada 2009-2010, hubo 15 puntos de diferencia entre el 5º (Sevilla) y el 18º (Depor). Los mismos puntos que la siguiente temporada, en ese caso entre el Atlético (5º) y el Villarreal (18º). Este año ya vamos por los 39 puntos entre el 5º (Villarreal) y el 18º (Sporting). Esta ha sido la Liga más escalonada en mucho tiempo. Probablemente esta enorme diferencia es un outlier, pero sí que creo que hay un claro cambio en el fútbol español en los últimos años en ese sentido.

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