Jorge Sampaoli debutaba como entrenador en la Copa de Europa en el estadio de la Juventus de Turín. Como si se lo preguntaran en un examen, el técnico argentino cogió el bolígrafo y no dudo un segundo. El Sevilla cedió protagonismo, compartió el balón, igualó en físico y siempre colocó un mayor número de jugadores por detrás del balón que por delante de él. Fue la principal noticia de la noche en la capital piamontesa. Inmediatamente después, la actuación de la Juventus, algo decepcionante vista la alineación y la ambición mostradas durante una hora de encuentro.
Los primeros 20 minutos del choque fueron los únicos que despistaron en clave sevillista, pues en el arranque se vio al conjunto hispalense buscando elaborar desde atrás sin mimbres para ello. Kranevitter, N’Zonzi e Iborra, Allegri alineó mucho músculomediocampo visitante, mostró todas las carencias en salida de balón, tanto en conceptos como en técnica individual. De su lentitud en el gesto y de la poca fluidez mostrada en esos primeros pases, la Juventus, que decidió plantarse a mitad de cancha pero sin presionar el balón con insistencia, tuvo tres ocasiones casi consecutivas, producidas por las pérdidas. Sami Khedira fue el ejecutor de las mismas, sin suerte ni calidad en el remate. Desde ahí, el partido fue un sumatorio de balones rifados, poca profundidad, menor creatividad e inexistente dominio de uno sobre el otro.
Salvo en el arranque, el Sevilla se contuvo todo el choque
El Sevilla comenzó a salir en largo, mientras su posesión de balón carecía de apoyos para elaborar jugadas en campo contrario, algo completamente premeditado a tenor de la posición de cada uno de sus futbolistas. Mercado como lateral derecho, el citado trío de centrocampistas, Sarabia muy cerrado y Vázquez en soledad como falso ‘9’ explicaron el tipo de partido que se dio. Por parte de los turineses, los porqués se compartieron. Líneas separadas sin balón, poca capacidad creativa en Lemina, Asamoah y Khedira, mucha imprecisión en su salida, con un Bonucci poco inspirado, y sin la energía exterior que caracteriza a su sistema: Evra y Alves, sin sorpresa al espacio ni superioridad en el pase.
La realidad es que ambos conjuntos se solaparon. Sampaoli fue con tres delanteros sobre los tres centrales juventinos, tres centrocampistas sobre sus pares y un matiz importante: Mercado fue más central que lateral, para completar ayudas positivas en el dos contra dos de Higuaín y Dybala sobre Pareja y Rami, principalmente tras el descanso, donde las prisas precipitaron a la Juve a un tipo de partido de mayor ritmo, llegada y físico, que fue contrarrestada por un repliegue sevillista totalmente consciente del escenario y bien habilitado por la envergadura de sus protagonistas. Los locales, con Pjanic y Pjaca ya en el campo, lo colgaron todo al área, sin suerte. En un partido deslucido, seguramente Sampaoli sumó un punto y Allegri cedió dos.
Foto: Valerio Pennicino/Getty Images
fcolmenero_94 15 septiembre, 2016
Si Khedira tuviera capacidad para definir mejor sería un jugador completamente diferencial y determinante.