El futbolista del Bayern Munich vive en un curioso mundo. Los alemanes forman, junto a Real Madrid y FC Barcelona, el trío de equipos que dominan Europa desde hace un lustro. Por ello, es normal que al Bayern se le compare con las dos entidades españolas, máquinas económicas y de prestigio que aglutinan lo mejor del mercado internacional. Piqué y Sergio Ramos, por ejemplo, son centrales que, estando bien, marcan diferencias y ganan finales, algo de enorme valor dada la escasez de cracks en el puesto. Cuando se evalúa a un central del Bayern, casi sin querer se le analiza desde esa exigencia. Jerome Boateng no está a ese nivel, es cierto, pero es un defensa de categoría.
Herido en su reconocimiento por aquel quiebro imposible de Messi, muchos han olvidado sus múltiples virtudes. Boateng es un central con notable salida de balón –en corto y en largo–, poderoso en juego aéreo y competitivo. Su presencia bastó para que el Bayern tuviera una cara distinta en la vuelta de semifinales ante el Atlético. Y qué decir de su peso en la Selección. Alemania no hubiera vencido a Argentina en Maracaná sin la contundencia de Boateng, clave en la ayuda sobre un Hummels superadísimo por el regate de Leo y la movilidad de Lavezzi. Retirado Philipp Lahm y disminuido Schweinsteiger, Jerome es la pieza que debe (volver a) dotar a Alemania de seriedad atrás en su búsqueda de esta Eurocopa de Francia.
Axelesleyenda 12 junio, 2016
No hay tanta diferencia Boateng-Ramos en mi opinión, con Piqué si que veo más, el mejor central del momento el catalán.