Si hay un rasgo distintivo en las alineaciones de Guus Hiddink en el Chelsea es la titularidad de Obi Mikel. El futbolista nigeriano ha sido titular en todos los encuentros de Premier League desde el cese de Jose Mourinho, salvo en el debut del holandés frente al Watford, choque en el que entró al campo tras el descanso. En según qué contextos, esto no está ayudando a mejorar algunos de los problemas que estaba teniendo el equipo en el arranque de temporada, pero el hecho de mostrar una actitud bastante pasiva ayer en el Emirates Stadium sí fue un arma que acabó marcando la diferencia en el marcador.
El Arsenal de Wenger comenzó controlando.
Al comienzo, el balón le llegó fácil a GiroudEligió Hiddink un 4-4-1-1 con Mikel y Matic en el doble pivote y con Cesc Fàbregas actuando por detrás de Diego Costa. El arranque de partido del conjunto blue no parecía demasiado esperanzador, porque el Arsenal pasaba mucho tiempo en campo rival y encontraba situaciones de remate. No presionaba el Chelsea los primeros pases de los gunners, y con Flamini abriéndose para que Ramsey tuviese espacio en ese momento, el Arsenal era dañino. Los pases a Giroud eran limpios, y este dejaba bien de cara para que Özil, Campbell y Walcott tuvieran la pelota cómodamente muy arriba. En ese tramo inicial la sensación es que el control del Arsenal podía transformarse en algún tanto.
Costa volvió a ser decisivoSin embargo, apareció en el Chelsea el hombre clave en las últimas semanas: Diego Costa. El hispano brasileño vive su mejor momento a nivel físico en mucho tiempo, y con su tremenda exuberancia abarca esa cantidad ingente de metros a la que nos tenía acostumbrados en el Atlético de Madrid. El contexto de partido le ofrecía muchísimo espacio que atacar, y en una de esas pelotas profundas superó a Mertesacker y el alemán acabó siendo expulsado. Wenger decidió quitar a Giroud, y el Arsenal perdió una referencia que estaba ayudando a los jugadores más creativos a recibir con ventaja. Poco después llegó el 0-1, y con él, los mejores minutos del Chelsea en el partido.
Cesc emitió sensaciones bastante positivas
Cesc Fàbregas -que probablemente jugó su mejor partido de la temporada- empezó a aparecer con mucha continuidad. En salida de balón se retrasaba y organizaba con acierto los primeros pases del Chelsea, y como enganche, lanzaba a Costa con precisión. A pesar de ese dominio, el tramo final del duelo cambió debido a dos nombres: Diego Costa y Alexis Sánchez. Sin Costa, el Chelsea perdió profundidad, y con el chileno, el Arsenal comenzó a ganar metros. Eso se tradujo en un dominio territorial constante de los gunners, que al final no consiguieron empatar el partido gracias a la buena defensa de área del Chelsea, en especial de un Kurt Zouma que cada vez crece más, y que volvió a dejar una actuación realmente acertada.
@DavidLeonRon 25 enero, 2016
Será que sigo bajo los efectos del partido del Crystal Palace, pero a mí me parece que Obi Mikel está aportando…