Se lo inventó Emery y por ello a él le corresponde acompañar figuradamente cada acción disputada con su voz salivosa: «Tuya Vicente». Y allí que iba Iborra. Balón largo, la peina, la toca o la baja Iborra: «Tuya Vicente». Saque de banda a gran altura: «Tuya Vicente». Que el Villarreal necesitaba meter tres goles: «Tuya Vicente». Que su marcador es Eric Bailly: «Todas tuyas Vicente». Así hasta pasar a cuartos de la UEFA Europa League. Vicente Iborra fue la respuesta a las interesantes ideas que dispuso Marcelino en el Sánchez Pizjuán. La labor del ex-pivote valenciano está pasando de un castaño a un muy oscuro en presencia, importancia y trascendencia. Ojo, Vicente, que lo mismo te llama Vicente.
El Villarreal no estuvo nunca cerca de remontar.
Aleix Vidal fue muy importanteTodo lo estimulante ocurrió en la primera mitad, donde Marcelino se inventó un pequeño truco con el fin de desviar la atención de M’Bia y Carriço, los hombres más poderosos en el robo y la cobertura. El Sevilla cedió la iniciativa y los metros a los amarillos de manera esperada. Con Bailly y Musacchio recibiendo de Asenjo, que a fin de cuentas fue el mayor problema, que ellos dos tuvieran la responsabilidad de llevar a cabo la idea, Trigueros y Pina se desentendieron totalmente de ayudar a enlazar con las bandas. Se colocaron siempre entre delanteros y centrocampistas –captura-, llamando la atención del doble pivote sevillista, que se pensó en todo momento el sumarse en los costados. Allí, por fuera, Mario y Rukavina se abrían y fijaban a Aleix y Vitolo, con lo que la posibilidad de profundizar con Campbell sobre todo, y empujar después con todo el equipo tras girar a los primeros seis hombres hispalenses, le dio al submarino cierta continuidad en la frontal. Generó situaciones de peligro, disparos desde el balcón y centros al corazón del área con intención.
A esto le continuó su respuesta posterior tras finalizar jugada. Sin Banega en el ‘XI’ de Emery, y con la necesidad de robar arriba, hasta seis hombres visitantes se repartían por toda la mitad de campo sevillista –captura-. Lo que sucedió es que Gameiro y Aleix comenzaron a afilar el cuchillo, mientras el balón largo hizo aterrizar en el partido al ídolo de la gente, «toda tuya Vicente». El partido no competitivo de Bailly se convirtió en amargura cuando Iborra se le acercaba. Como Trigueros y Pina no podían igualar por alto la recepción de Iborra, Bailly iba como un cánido hambriento a todos lados, creando espacios para las tremendas arrancadas de Kevin y Vidal. Este último volvió a demostrar que su juego es de los que más vergüenzas hace ver en laterales no naturales. Aleix hizo 45 minutos tácticamente ganadores tras sucederse el «tuya Vicente».
Pero ahí no acabó el impacto de Iborra, el citado paso del castaño al oscuro. Como Gameiro es un jugador de desmarques diagonales de dentro a fuera, a la espalda del lateral donde realizar su jugada característica, Iborra cargaba el área como un ‘9’ nato. «Bueno, lo que más o menos viene haciendo». Pues no, de verdad que no; dio un paso más. Se metió hasta la cocina en cada pelota venida por banda. A Musacchio le retrató en dos y después, con la entrada de Bacca, terminaron de demostrar que lo de Bailly ya no hacía gracia a tenor de la jugada del gol y la inmediatamente anterior. Que Emery te susurre al oído «tuya Vicente» no es cualquier cosa para Eric.
hola 20 marzo, 2015
Parecia que el Villarreal tenia vida con el gol de Gio, pero una tonta expulsion de Bailly los termino de enterrar. En esta serie vi al Vietto mas incomodo en lo que va de temporada.