Parece mentira, pero fue facilísimo para el FC Basilea. Su visita a Anfield consistía en una especie de partido de vuelta de los Dieciseisavos de Final de la Copa de Europa, y apenas sufrió durante 10 minutos, los últimos, cuando el centrocampista que dominó el paréntesis que hubo entre Zidane y Xavi tiró de lo que siempre le sobrará pero ya no puede mostrar tanto: fútbol épico. Quizá la clave de la calma suiza se explica a partir de que no hubo ni rastro del Liverpool que tras cuatro años se clasificó para la Champions. Los reds saltaron al césped ordenados en un 4-2-3-1, con Gerrard de «10», Sterling clavado en una banda sin libertad de movimiento y un «9» tanque en la punta. Entre eso y los nervios, no hubo nada que rescatar en el equipo de Brendan Rodgers. Fue una de esas actuaciones vacías de todo.
El nuevo Basilea ya funciona, y eso que Embolo aún no está listo.
Zuffi recuerda al español GutiY el Basilea sabe jugar. Chocó su mal debut en el Bernabéu y ahí nos confundimos un poco; pensamos que habría que esperar para ver al verdadero Basilea 3.0, al digno sucesor del de Xhaka y Shaqiri o del de Stocker y Salah. Cabe la posibilidad de que éste no iguale todavía esa competitividad, pero ya tiene una identidad, como tuvieron los anteriores. Hoy es el equipo protegido por Vaclik, un portero checo sin el seductor magnetismo de Sommer pero que para por encima de la media. Luego, ha decidido poner a Frei, antiguo hombre de banda en un 4-4-2, de mediocentro único en un 4-3-3; donde la toca mucho más y está mostrando un criterio atractivo. El interior izquierdo es Zuffi, el más elegante, un zurdo con aristas de genio, recuerda mucho a Guti, acostumbra a dejar solos ante el portero rival a sus compañeros varias veces por noche. Huele a que esa calidad suya determina que este Basilea sea más contragolpeador que los pasados. Se buscan espacios para los pases al hueco de Zuffi. Y arriba, la gracia la pone Shkelzen Gashi, precisamente porque no es nada gracioso. Se trata de un macizo cilindro ultra grueso diseñado por albaneses que juega como extremo y se desplaza como un camión. Que nadie le pida a este hombre que esquive una pera. Él solo esprinta en línea recta. No puede girar. No le pusieron volante. Pero a ver quién se le interpone…
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tinogallego 10 diciembre, 2014
Pues otra pieza más para la colección del Basilea. Siento que a Sterling me lo están echando a perder…que él necesita movimiento.