Gremio de Porto Alegre levantaba en 1983 la primera Copa Libertadores de su historia al superar a doble partido al mítico conjunto uruguayo del Peñarol de Montevideo. El cuadro brasileño había logrado arrancar un valiosísimo empate a uno del Estadio Centenario. El tanto fue obra de Tita. En el encuentro de vuelta, los goles de Caio y César daban el título a los chicos entrenados por Valdir Espinosa, que meses más tarde cerrarían un año fabuloso al adjudicarse también la Copa Intercontinental frente al vigente campeón europeo, el Hamburgo alemán.
Tras caer derrotado en la final de la edición anterior ante el Barcelona de Johan Cruyff, la Sampdoria lograría su primera Recopa al vencer por 2-0 al Anderlecht belga en el estadio Ullevi de Gotemburgo. El equipo italiano, entrenado por el mítico Vujadin Boskov, disponía de una gran plantilla, con estrellas de la talla de Vialli, Mancini o el portero Pagliuca. El partido fue igualado y tuvo que resolverse en el tiempo extra. El héroe de la final iba a ser precisamente el delantero Vialli, autor de dos goles en apenas tres minutos.
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